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Las iSIM ya son una realidad

Las iSIM ya son una realidad: ¿En qué se diferencian de una eSIM y qué móviles son compatibles? Las tarjetas SIM han presentado una interesante evolución durante los últimos años. Pasando de tener un tamaño parecido al de una tarjeta de crédito hasta llegar al momento actual, cuyas dimensiones alcanzan apenas unos cuantos milímetros. Pese a eso, los fabricantes están buscando la manera de hacerlas desaparecer por completo, apostando tanto por las iSIM como por la eSIM. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram  ingresa al siguiente enlace.

La miniaturización de los componentes internos de los dispositivos móviles ha sido uno de los grandes focos de la mayoría de los fabricantes durante los últimos años. A medida que se consigue reducir el espacio que ocupan determinados componentes y circuitos, se logra dejar libre unos cuantos milímetros que permiten añadir nuevas funcionalidades o, en su defecto, mejorar algunas de las ya existentes. Como es el caso de las baterías, por ejemplo.

Las tarjetas SIM han sido uno de los elementos que mayor evolución han recorrido en este aspecto. Pasando de ocupar las mismas dimensiones que una tarjeta de crédito hace ya muchos años, al diminuto lugar que ocupa en la actualidad. Pero, pese a ello, la industria continúa volcada en ofrecer a los usuarios nuevos patrones que permiten a los fabricantes liberarse de este elemento físico. Y, para ello, son dos las alternativas que se barajan: las eSIM y las iSIM. Te contamos cuáles son las principales diferencias.

Qué es una iSIM y cuáles son sus ventajas

Las iSIM son una de las evoluciones que se han explorado los últimos años en esta materia. En este caso, no necesitamos de ningún compartimento en el que insertar la tarjeta SIM, ni de ningún chip dedicado a tal función. Todo el sistema queda integrado dentro del SoC de nuestro dispositivo. Al mismo nivel que otros componentes, como es el caso de la memoria RAM o de la GPU, por ejemplo. Por tanto, será tarea del fabricante, y no del operador, incluir esta característica en su placa base.

Pese a que se eliminan cualquier ranura y trozo de plástico, el funcionamiento es el mismo que el de una SIM tradicional. Simplemente, el proceso de activación se debe llevar a cabo de manera inalámbrica cuando encendemos el móvil por primera vez. Siendo, además, mucho más seguras que las soluciones externas, una de las principales ventajas. Puesto que no se pueden ni perder, ni robar.

Además, los fabricantes pueden configurar la iSIM para que soporte todo tipo de redes: desde el 2G hasta el 5G actual, así como sincronizarse con varios operadores, especialmente pensando para aquellos que tienen dos números de teléfonos simultáneos o cuando viajamos al extranjero y queremos contratar un plan de datos local. En función de las posibilidades de la región en la que nos encontremos, también es posible ocnfigurarlas para que sean compatibles con conexiones por satélite, por ejemplo.

Las diferencias con una eSIM

La principal diferencia de una iSIM con respecto a una eSIM es la implantación de la misma. Una eSIM tiene un chip dedicado en el procesador, por lo que requiere de una pequeña cantidad de energía para poder funcionar. Con el correspondiente impacto en términos de eficiencia de nuestro móvil. No obstante, en el caso de la iSIM, esta se encuentra integrada en el procesador. Por tanto, el espacio que ocupa es nulo y no requiere de un porcentaje de energía dedicado a la misma.

Pese a que las eSIM ocupan un porcentaje de espacio prácticamente inexistente, la realidad es que sí que continúan ocupando unos pocos milímetros, por el chip que requieren para poder funcionar. Por lo que, pese a que es una buena medida en comparación con la SIM tradicional, todavía no habríamos llegado al punto de hacer desaparecer la infraestructura que requieren.

Al implementar de este modo, también evitamos cualquier posible manipulación del hardware o con eSIMs externas, resultando especialmente complejo que se pueda vulnerar la seguridad de nuestro smartphone.

Compatibilidades con iSIM y eSIM

Una de las dudas más frecuentes, una vez conocemos las diferencias que existen entre ambas tecnologías, tiene que ver con la compatibilidad. En este caso, las compatibilidades con eSIM son cada vez más frecuentes, tanto en iOS como en Android. De hecho, la mayoría de los últimos smartphones presentados, con independencia de la gama de los mismos, ya soportan esta tecnología. Por lo que hacer uso de ellas es muy sencillo, basta con escoger la operadora y la tarifa, escanear un código QR e instalar el perfil en nuestro smartphone. En apenas unos cuantos segundos vamos a poder hacer uso de nuestra nueva línea con eSIM.

No ocurre lo mismo, sin embargo, en el caso de las iSIM. Al tratarse de una tecnología relativamente reciente, todavía no podemos disfrutar de una gran compatibilidad. Se espera que las próximas presentaciones de los fabricantes, todas ellas relativas a las gamas altas, sea cada vez más compatibles. Sin embargo, actualmente todavía es muy minoritaria la presencia de la tecnología y no se encuentra lo suficientemente extendida como para, en el momento actual, tenerla en cuenta para un uso mayoritario.

Pese a todo, ambas tecnologías persiguen lo mismo y es la eliminación de las tarjetas SIM de plástico por muchas razones. Además de cuestiones medioambientales y también económicas para el operador de turno, lo cierto es que ceden al cliente máxima libertad para cambiar de compañía o para contratar planes especiales de datos cuando salen de viaje.