¡Cuidado! No se aguante las ganas de estornudar

Si eres de los que se aguanta los estornudos por vergüenza, podrías poner en riesgo tu salud.

Existe un caso documentado y reciente, en donde un hombre inglés se desgarró la parte trasera de la garganta por aguantarse un estornudo.

De acuerdo a los reportes en British Medical Journal Case Reports, el paciente se quejaba por no poder tragar y por una sensación de tener la garganta tapada.

Su cuello se inflamó justo después de que se aguantó un fuerte estornudo, apretándose la nariz y cerrando la boca. Cuando acudió al hospital, había perdido la capacidad para hablar y tenía grandes dificultades para tragar saliva.

Los médicos descubrieron entonces, que tenía la faringe perforada y que se habían filtrado burbujas de aire a través de la herida, llegando hasta la caja torácica y provocando ruidos extraños en los pulmones. El paciente fue hospitalizado durante una semana entera.

¿Por qué es perjudicial aguantarse un estornudo?

Los médicos explican que casos como este son extremadamente raros y que las lesiones como las que presentó el hombre, están más relacionadas con golpes. Sin embargo, aguantarse un estornudo no deja de ser una mala idea por varias razones.

Un estornudo, es un mecanismo que el cuerpo tiene de forma natural ante algunos estímulos desagradables, como infección en las vías respiratorias o la irritación de alguna parte de las fosas nasales. Algunas partículas externas como el polvo, polen o los pelos de mascotas, pueden provocarlo, porque es un mecanismo de defensa del aparato respiratorio.

Al estornudar sacamos aire disparado por la nariz y la boca a velocidades que pueden alcanzar hasta los 160 km por hora, por lo que contener todo eso crea una presión muy fuerte en la boca y la garganta.

Dicha presión, puede forzar a las bacterias de tu nariz a volver a las cavidades cubiertas de mucosa o incluso, a meterse a los oídos, lo que resulta en una fuerte infección.

En otros casos, pueden romperse vasos sanguíneos porque la presión tanto en ojos, oídos y laringe, aumenta de forma extrema.

El experto también advierte que aguantarse un estornudo puede provocar rinitis, es decir, inflamación en la mucosa de las fosas nasales. (I)