“Perdóname. Cuida a mi hija”, fueron las palabras que la expareja y presunto asesino de Ana Torres le dijo a su cuñada la mañana de este domingo, mientras ella esperaba la llegada del cuerpo de su hermana para su velorio.

Así lo dieron a conocer familiares y amigos de la víctima, quienes abrazados y entre lágrimas aún no comprendían lo sucedido, afuera de la casa ubicada en la cooperativa Héctor Cobos del cantón Durán, Guayas, donde la mujer de 43 años fue asesinada con 19 puñaladas la noche del sábado último.

La ola de violencia hacia las mujeres continúa en el país. El sábado se dio otro caso en Pastaza, sumando así 23 femicidios en lo que va del año, según organismos sociales que luchan por los derechos de la mujer.

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Karen Villamar, hija de la víctima, contó que vio a su madre minutos antes de que su padrastro acabara con su vida. “Estaba reunido afuera de la casa con unos familiares, tomando, en eso una cuñada de él empezó a decirle que mi hermano se le había robado un bolso y que iba a pegarle”, citó. Sin saber qué hacer, la muchacha contactó a su madre, quien ese momento iba a la vivienda tras terminar su jornada laboral. Ahí le contó lo sucedido.

Allí, se habría dado una discusión. “En eso él sacó el cuchillo y se lo enterró varias veces por la espalda y los costados”, dijo Mónica, hermana de Ana.

Casi dos horas después del hecho y de que el hombre fugara, él se contactó con una de las hermanas de Ana.

“Yo no le respondí y hoy en la mañana me volvió a escribir para decirme que se iba a entregar. También publicó un estado en Facebook donde decía que se arrepentía”, relató. El sujeto habría actuado por celos.

En otro caso, en el sector de Río Sucio, en Pastaza, Moisés C. fue acusado de asesinar con un disparo en el estómago a su esposa, Jessica S., de 21 años, la tarde del sábado 27.

Policías detuvieron al sujeto, quien tras disparar a su pareja habría intentado quitarse la vida.

Antes del ataque, según allegados, él habría visto mensajes en el celular de su esposa. (I)