Hospital riobambeño da cabida a lo ancestral

Riobamba –

El hospital Andino de Chimborazo está dividido en tres áreas: la alopática, que tiene que ver con todo lo que es la medicina convencional o científica; la complementaria, que es todo los relacionado a masajes y tratamientos complementarios como las flores de Bach; finalmente está la andina, en la que está todo lo que se refiere a la medicina indígena o ancestral.

El gerente general del hospital, Enrique Cisneros, indicó que en el área andina se encuentran las parteras, yachaks, sobadores y hierbateros.

Dijo que llegan muchos pacientes no solo de la provincia de Chimborazo sino de otras partes del país; por ejemplo, hay quienes buscan hacerse los baños de prosperidad, que se realizan en los meses de diciembre y marzo, que consisten en la ‘sanación’ con el uso de plantas medicinales.

Comentó que las tres áreas han hecho que el hospital sea alternativo, único en el país e incluso en el mundo, que en la parte andina se pone en práctica toda la riqueza y conocimiento de la medicina ancestral, porque en el hospital atienden personas y profesionales que han trabajado durante toda su vida profesional con el empleo de medios naturales.

“Acá vienen personas afectadas con alguna sintomatología que consideran que no es algo que tiene que ser tratado con la medicina convencional y que, a través de baños o limpias con las plantas o energías propias de la naturaleza, se han curado; por esa razón hay gente que agendan desde otras partes para hacerse este tratamiento natural”, informó Cisneros.

«Dios es el que puso todas las plantas y nuestra Pachamama (Madre Tierra) es la que hizo que produzca, entonces a través de esa energía se cura a los pacientes”, Mariano Atupaña, miembro del área andina del hospital

Agregó que el personal se diversifica con personas de 65 a 70 años de edad, y también algunos que están en los 25 años de edad. Por ello, citó que eso hace que la medicina natural se muestre como un reflejo propio de la cultura ancestral, principalmente de Chimborazo y el Ecuador, y se la brinde como un servicio complementario a la medicina convencional.

El yachak Mariano Atupaña, oriundo de la parroquia Columbe, aseguró que al igual que sus ancestros él aprendió la medicina natural y la complementó con capacitaciones recibidas de gente del país y del exterior. Su fin primordial es ayudar a los pacientes a superar una enfermedad con el uso de plantas que se encuentran en el medio ambiente.

“Dios es el que puso todas las plantas y nuestra Pachamama (Madre Tierra) es la que hizo que produzca, entonces a través de esa energía se cura a los pacientes”, anticipó Atupaña.

A los más pobres

Recordó que el hospital, que se encuentra ubicado en la ciudadela 24 de Mayo en Riobamba, se creó como una necesidad que vio monseñor Leonidas Proaño –conocido como el obispo de los indios– de atención en salud a los sectores pobres, pero que luego la estructura la concretó con el trabajo de monseñor Víctor Corral cuando fue obispo de la diócesis de Riobamba y que ha ido según el avance tecnológico, así como de los requerimientos de la provincia de Chimborazo.

Recordó la misión y visión del hospital de atender a la población de menos recursos económicos, según lo sustenta la organización que la regenta y administra, que es la fundación social alemana-ecuatoriana.

La mañana del viernes pasado, con la cooperación internacional del Gobierno de España a través de Manos Unidas, de la arquidiócesis de Bilbao, Gobierno vasco, Gobierno alemán con la arquidiócesis de Múnich y la fundación social alemana-ecuatoriana, el hospital aperturó el área de hospitalización para atender con dieciocho camas adicionales. Se realizó una inversión total de alrededor de $ 300.000. (F)