EXTRA consultó a la doctora Fabiola Andrade, exmiembro del departamento de Recursos Humanos de Conexión Total S.A. donde aclara que los despidos deben ser justificados para que puedan llevarse a cabo.

La ingeniera acierta que la primera causal de un despido es la falta de adaptación a las modificaciones. “La falta de aprendizaje a las innovaciones técnicas del puesto de trabajo, siempre que estas sean razonables y haya transcurrido más de dos meses desde su introducción, es un apoyo que tiene el empleador para un despido”, dice.

Andrade manifiesta que la necesidad de amortizar puestos de trabajo es una condición para que el puesto de un colaborador esté en peligro. Estos —dice la experta— pueden ser por motivos económicos, técnicos, organizativos o de producción. “Es el argumento más esgrimido por el empresario al despedir a alguien, y debe acreditar objetivamente la necesidad de reducir costes para mantener el negocio y que al prescindir del trabajador se producirá un ahorro real en la empresa”, explica.

Asimismo, añade que existen despidos disciplinarios propios del comportamiento del empleado. “Estos responden a un incumplimiento grave y culpable del trabajador. Se consideran incumplimientos contractuales por parte del trabajador y, en consecuencia, causa de despido”, sintetiza.

Faltas habituales en las que incurre un trabajador

La profesional menciona las siguientes:

– Asistencia

– Ofensas verbales o físicas al empresario

– Transgresión de la buena fe contractual

– Disminución continua o voluntaria en el rendimiento de trabajo

– Indisciplina o desobediencia en el trabajo

“Ante todo, cuando un empresario te despide, lo debe hacer con la ley en la mano. Recibirás una carta por escrito donde se indica los hechos y la fechas del despido. Si la comunicación no se ajusta a la forma correcta, el empresario tiene aproximadamente veinte días para volver a comunicarlo y efectuar ese despido”, finaliza.