En un arrollamiento no siempre el conductor es el culpable; ayudar al lesionado podría beneficiarlo en la decisión del juez

En reiteradas ocasiones se conoce de la huída de los conductores tras arrollar a un peatón o provocar un accidente de tránsito, con la esperanza de evadir la responsabilidad del mismo o no tener una pena privativa de libertad.

Sin embargo, esto es uno de los agravantes que lo perjudicarán al momento de hacer frente a un proceso judicial por el incidente.

En varios videos ha quedado registrado cómo un conductor arrolla a un transeúnte y en vez de prestar ayuda, sale en precipitada carrera. Esto debido a que el imaginario popular dice que generalmente el conductor siempre tiene la culpa en un arrollamiento.

De acuerdo al artículo 374 del Código Orgánico Integral Penal, hay cuatro agravantes en infracciones de tránsito que son:

  • Conducir un vehículo a motor con licencia caducada, suspendida temporal o definitivamente.
  • No estar legalmente autorizado para conducir vehículos a motor o tener una licencia de otra de categoría y aún así hacerlo.
  • Si al ocasionar un accidente de tránsito huye del lugar de los hecho.
  • Ocasionar un accidente con un vehículo sustraído.

Las tres primeras de estas acciones son sancionadas con el máximo de la pena correspondiente a la infracción cometida y la última de igual manera y aumentada en la mitad.

El jurista Julio César Cueva explica que jurídicamente hablando lo recomendable es no huir sino más bien ayudar a la persona que ha atropellado. En el caso de muerte del transeúnte igual el conductor se irá detenido, pero constará en el parte, que es referencial, que no huyó y prestó ayuda.

«El procurar mitigar los daños causados es un atenuante, sirve para reducir la pena», aclara.

Cueva señala que en caso de haber bebido un vaso de licor deberá hacerse la prueba de alcoholemia para que quede en evidencia que no superó el máximo permitido por la ley.

«No es lo mismo que te salga positivo con 0.4, que no estás fuera de marco legal, que al haberte negado te salga según la ley como presunción de haber estado con el máximo de nivel de alcohol», indicó.

En varias situaciones, el accidente es provocado por el peatón. Ante esto recomienda tomar fotografías o grabar video de la posición y lugar donde se produce el accidente para demostrar que el peatón estaba fuera de la zona de cruce, en caso de que sea así.

Cueva aclara que ayudar implica llamar al ECU911 y esperar la ayuda especializada. Además de evitar que el herido se mueva hasta que llegue un profesional médico y tampoco brindar nada de beber porque no se conoce cómo estarán los órganos internos.

«El motivo por el cual la gente no lo hace (ayudar a un accidentado) es por eso, porque hubo muchos casos en el que la gente ayudó, fue buena samaritana con el atropellado y el atropellado mismo, sabido, dijo que él había sido y terminó procesado el que lo ayudó y por eso ya la gente prefiere no meterse», añade.

En el artículo 45 del COIP se estableció que uno de los atenuantes de infracciones es «intentar, en forma voluntaria, anular o disminuir las consecuencias de la infracción o brindar auxilio y ayuda inmediata a la víctima por parte de la persona infractora».

El capitán Carlos Cevallos, de la Unidad de Rescate y Emergencia Médica de la Comisión de Tránsito del Ecuador, indicó que los conductores deben verificar que el espacio del accidente sea seguro y en caso de no estarlo se puede colocar triángulos de emergencia o activando las luces de emergencia del vehículo para alertar a los demás vehículos del accidente y así no provocar otro incidente.

«Lo primero es si se está consciente, orientado y no le duele nada se puede bajar y buscar que ese lugar sea seguro… Lo segundo es emitir la alerta», añadió.

Se debe dar el punto de referencia, además de información si hay heridos y no. Se debe también mantener en la línea porque los alertantes son los ojos de los rescatistas en el lugar.

Cevallos señaló que si se conoce de primeros auxilios se los debe prestar y si no coordinar con la llamada del ECU911 hasta que llegue un rescatista.

«Si hay un herido y yo le estoy prestando los primeros auxilios, el vigilante, quien hace el parte de novedades, él va a hacer constar eso en el parte», manifestó.

Estas situaciones de ayuda en el país se convierten en excepcionales y pueden contribuir a la mejor atención de una emergencia.

«Una de las principales cosas que pasan es el miedo y el miedo se da por desinformación. Los conductores piensan que porque hay un accidente de tránsito con sangre a ellos los van a llevar preso y eso no es así porque hay una audiencia de calificación de flagrancia donde se van a exponer las situaciones y es allí donde el fiscal va a solicitar al juez la detención o el tema de las medidas cautelares», dijo Cevallos. (I)