Fiscalía continúa la presentación de su prueba en caso Balda, mientras Pablo Romero afirma que su caso ha sido forjado

Quito –

Con la exposición seguida de cuatro peritos es como terminó el segundo día de la presentación de la prueba que el fiscal general subrogante Wilson Toainga mantiene para demostrar la responsabilidad, en calidad de autor, del exsecretario Nacional de Inteligencia (Senain), Pablo Romero, en el plagio del activista político Fernando Balda.

La diligencia fue suspendida por el presidente del Tribunal de Juzgamiento, el juez Iván León, hasta el próximo 1 de julio, a las 16:00, en la Corte Nacional de Justicia. En dos días, el fiscal Toainga ha evacuado como parte de su prueba siete peritos, dos testimonios anticipados y cuatro pruebas testimoniales.

Peritajes sobre el entorno familiar de Fernando Balda, quien fue secuestrado en Bogotá, Colombia, en 2012, e informes sobre el reconocimiento y preservación de indicios digitales fue la información que se sumó a los testimonios dados desde Colombia y a informes periciales sobre cadena de mando y la dinámica funcional y operativa del sistema de inteligencia ecuatoriano.

Yimmi Navia, Yajaira Valencia, Enrique Pérez y Diego Moreno, cuatro de los cinco sentenciados en Colombia por el secuestro de Balda, han sido llamados como testigos de Fiscalía para que hablen del plagio para el que los contrató el entonces agente Raúl Chicaiza. Todos rendirán su testimonio desde Colombia al igual que Karim Sek Mina.

En una carta enviada a este Diario, Pablo Romero asegura que su acusación se forjó en febrero de 2018 para intentar sentenciar al expresidente Rafael Correa.

«Para poder establecer una cadena de mando de la supuesta orden presidencial necesitaban a alguien. Ese fui yo, alejado del Gobierno y de la política desde marzo de 2014. (…) Pero en el camino atropellaron procedimientos legales y lo más importante, mintieron y adulteraron verdades», señaló.

Romero sostiene que existe una serie de dudas razonables en el proceso, como por ejemplo, en el intento de demostrar una relación directa, única y exclusiva con los agentes Raúl Chicaiza y Jéssica Falcón, ya sentenciados en el caso, o sobre la existencia de la relación de confianza de Correa con él y la orden recibida en relación a Balda.

«Está claro que conocí personalmente al expresidente Correa a inicios de julio de 2012, por lo que la supuesta orden sobre Balda no tiene fundamento, más aún cuando desde el año 2010 se habría estado vigilando a Balda y en mayo y junio de 2012 viajó Chicaiza a Colombia», refirió el extitular de la Senain. (I)