La gota fría que ha golpeado en las últimas horas la Comunidad Valenciana nos recuerda varias cosas. Y de la forma más trágica posible, con un balance de más de 60 muertos solo en esa comunidad. La primera es hasta qué punto la meteorología puede colapsar poblaciones y obligar al despliegue del personal de emergencia. La segunda es la importancia de las herramientas de alerta capaces de avisar con anticipación a los habitantes de una región de qué se les viene encima. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

También esto último quedó claro ayer, cuando muchos valencianos recibieron en sus móviles un mensaje que les pedía que evitasen desplazamiento o incluso, en algunas comarcas, les aconsejaban mantenerse en «zonas elevadas».

¿Qué pasó en Valencia?

Que muchos ciudadanos recibieron en sus móviles varios mensajes de Protección Civil en los que se advertía de las «fuertes lluvias» y se les pedía que no cogieran el coche y, en general, evitasen desplazamientos. En ciertas comarcas incluso iban más allá y daban pautas: alejarse de ramblas y ríos y buscar zonas altas. El propio Centro de Coordinación de Emergencias GVA se ha encargado de darles visibilidad desde X, a través de Emergències 112CV.

Avisando a la población

Ayer en torno a las ocho de la tarde se envió un mensaje a la población a través del sistema de aviso Es-Alert para «informar de manera preventiva» a los habitantes de la provincia de Valencia. En él básicamente se incidía en tres ideas: se avecinaban lluvias copiosas, se desaconsejaban los viajes y se pedía a la gente que estuviese atenta a nuevas alertas. Esta mañana, a primera hora, la Generalitat volvía a emitir otra advertencia similar en la provincia.

No han sido las únicas. Poco después del primer mensaje de ayer, el Gobierno autonómico activaba otra alerta en el sistema Es-Alert, dirigido en esa ocasión a las poblaciones de algunas comarcas, la Ribera Alta, Ribera Baixa, Boya de Bunyol y L´Horta Sud. «Por las fuertes lluvias se recomienda que permanezcan en sus casas. En viviendas y zonas próximas a ríos, cauces, barrancos o ramblas permanezcan alejados y en zonas elevadas», señalaba el mensaje del Centro de Emergencias.

Pero… ¿Qué es Es-Alert?

Os hemos hablado de él en alguna otra ocasión, incluida su fase de pruebas. Básicamente es lo que se conoce como un sistema de «112 inverso» término que suena extraño pero en realidad es bastante intuitivo: en vez de ser el ciudadano quien se dirige al 112 para advertir de un peligro es el 112 quien advierte al ciudadano para ponerlo en aviso. La idea es que las autoridades puedan enviar alertas a la población de zonas expuestas a catástrofes inminentes. Y para hacerlo optan por un recurso sencillo: enviar mensajes a los móviles.

Hace justo dos años, durante la fase de pruebas activada por el Ministerio de Interior, ya pudimos comprobar su funcionamiento en las diferentes regiones de España: el ciudadano recibe una alerta en su smartphone que consiste básicamente en un pitido, vibración y un mensaje. Como ya explicaba por entonces Interior, se trata de una tecnología a disposición de las autoridades estatales y autonómicas y su propósito es sumarse a los recursos del Sistema Nacional de Protección Civil.

¿Quiénes lanzan los avisos?

La administración. Son los centros de respuesta de emergencias los que disponen de acceso al sistema —los Cell Broadcast Entity (CBE)— que les permite definir los parámetros de las alertas que quieran enviar, como el tipo de riesgo, el área afectada o el período de la alerta. Sobre a quién corresponde su uso y la toma de decisiones, Protección Civil es bastante claro.

«El sistema ES-Alert está a disposición de los centros de coordinación de emergencias de las comunidades en el marco del Sistema Nacional de Protección Civil. Estos centros, junto con el Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias del Ministerio del Interior, son los responsables, dentro de su área de competencia, de definir y emitir alertas cuando la situación lo requiera».

¿Qué papel tiene la Aemet?

La Aemet dispone de un recurso propio ante los fenómenos meteorológicos adversos, episodios que pueden afectar a la seguridad de la población y las construcciones. Bajo esa etiqueta se incluyen desde las lluvias copiosas o nevadas a fuertes rachas de viento, tormentas, olas de calor o de frío, galernas  y temporales en el litoral. Para que los afectados estén sobre aviso con una antelación de hasta 60 horas la agencia recurre a su plan Meteoalerta.

Su propósito es claro: informar. A la población. Pero también a los organismos públicos que llegado el momento deberán actuar. «El objeto del plan es facilitar a todos los ciudadanos e instituciones públicas, muy singularmente a las autoridades de Protección Civil, la mejor y más actualizada información sobre los peligro de los fenómenos meteorológicos adversos previstos, con un adelanto de hasta 72 horas».

¿Y cómo informa?

La Aemet explica que su «formato de difusión» es el CAP, siglas de Protocolo de Alerta Común, aunque también reconoce que para «facilitar la adaptación de los usuarios» realiza boletines de avisos. En ellos se informa de la zona, fecha, hora, el alcance del fenómeno, la probabilidad de que ocurra y sobre todo cómo de grave es, para lo que dispone de un código propio con colores.

«El CAP aporta un formato de mensaje digital abierto y no propietario para todo tipo de alertas y notificaciones, y permite que un mensaje se disemine de forma sistematica de manera simultánea sobre muchos sistemas de difusión de avisos», detalla la Aemet antes de aclarar que sus avisos llegan a organismos del Estado, como Protección Civil. También se envían a medios y a la población general a través de la web y app de la agencia o sus perfiles en redes sociales.

¿Cuántos avisos hay?

La Aemet recurre a un código de colores. Cada uno identifica un riesgo distinto. Está el amarillo, que revela un nivel de peligro «bajo»; el naranja, que designa las amenazas consideradas «importantes»; y los rojos, que se corresponden ya con un «peligro extraordinario» durante el que las poblaciones vulnerables podrían sufrir incluso «impactos muy graves o catastróficos».

La agencia contempla también los «avisos especiales», que se activan cuando se dan ciertas condiciones. Por ejemplo, cuando los fenómenos adversos alcancen cierta intensidad, duración o impacto. La agencia recurre a ellos en olas de frío o calor o cuando se esperen tormentas tropicales o fuertes huracanes. En su web puede consultarse un mapa actualizado de España en el que se aporta datos meteorológicos y los diferentes avisos, con su respectivo código de colores.

¿Y qué datos muestra?

Ahora muestra avisos en ciertas zonas de Cataluña, Pirineo Navarro, Aragón, parte de Extremadura y Andalucía. En concreto, en la campiña gaditana señala un aviso rojo y naranja por lluvias durante la tarde. Gran parte de Cataluña figura también en amarillo, con alguna zona en naranja. Ayer por la tarde, poco antes del primer aviso Es-Alert, la Aemet compartía en su perfil de X un aviso sobre un FMA en la Comunidad Valenciana con nivel máximo rojo.