Ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, dice que el coronavirus es el mismo de China, pero se comporta diferente, se mantiene en el aire

A mediados de marzo ya se conocía que el virus al que la Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó COVID-19 y que irrumpió en Wuhan a fines de diciembre, había mutado.

Los investigadores ven a esta etapa como normal, porque casi todos los virus que se han secuenciado hasta el momento presentan algunas diferencias con el primero.

Esto ayuda a entender cómo se comporta este virus. Por su capacidad de mutar, es importante averiguar si bastará con una vacuna para vencerlo o si volverá cada cierto tiempo con características modificadas.

Los investigadores ya conocen el genoma del SARS-CoV-2, el virus que causa la enfermedad COVID-19. Ese es un gran avance, ¿pero y si de repente comienzan a notar que el virus está mutando?

¿Eso lo haría más peligroso para los humanos?

 

Virus desconocido

El ministro de Salud Pública de Ecuador, Juan Carlos Zevallos, explicó este sábado que es preciso mantenerse en distanciamiento social, porque este es un virus desconocido, nuevo, que se comporta de manera diferente como va evolucionando.

Es el mismo virus que estuvo en China pero va evolucionando. Aseguró que han visto en las últimas semanas que se comporta de una manera diferente, aunque es el mismo virus, pero se mantiene en el aire un tiempo importante, por eso han cambiado las medidas, y aconsejan el uso de mascarilla, de visor facial.

 

Virus y mutaciones

La mutación es parte de la rutina de los virus formados por cadenas de ácido ribonucleico (ARN), que transportan la información genética del virus.

A medida que un virus se reproduce haciendo copias de sí mismo, va generando unos “errores“ en su genoma que se traspasan a las futuras copias del virus.

Los virus tienen un ARN «propenso al error», explicó en la revista Nature el microbiólogo Nathan Grubaugh, de la escuela de Medicina de Yale, así que acumulan mutaciones en cada ciclo de copiado.

La información no ha sido confirmada por Tarik Jasarevic, vocero de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que anunció que «hasta el momento no tenemos evidencia de ningún cambio en el virus».

En un artículo de la revista Science Andrew Rambaut, biólogo evolutivo molecular de la Universidad de Edimburgo, explica que el SARS-CoV-2 acumula en promedio entre una y dos mutaciones por mes.

«Eso es entre dos y cuatro veces más lento que la gripe».

Peter Thielen, genetista molecular de la Universidad Johns Hopkins, afirma que solo se han visto entre cuatro y 10 diferencias genéticas entre las cepas que han infectado a personas en Estados Unidos y el virus original que se propagó en Wuhan.

La ventaja que podría dar una lenta mutación es que permitiría tener una vacuna efectiva más rápido, concluyen los expertos.(I)