El pasado 15 de abril de 2024 marcó el cierre del plazo para el pago de utilidades en Ecuador, una obligación que algunas empresas podrían no cumplir en su totalidad. Ante esta situación, ¿cuáles son los pasos a seguir si un trabajador no ha recibido el pago correspondiente?

En primer lugar, se recomienda buscar una solución mediante el diálogo directo con el empleador, solicitando de manera formal el cumplimiento del pago de las utilidades de manera consensuada.

En caso de que el diálogo directo no resuelva la situación, se puede proceder a presentar una demanda para la solicitud del pago ante un juez de lo laboral de la Unidad Judicial. La duración de este proceso variará dependiendo de la celeridad con la que se cite al empleador.

Es fundamental tener presente que presentar una demanda por el pago de utilidades no puede ser motivo de despido para el trabajador.

¿Cuáles son las sanciones para el empleador?

En cuanto a las consecuencias para las empresas que no cumplen con el pago de las utilidades, aquellas que, habiendo generado ganancias, no entreguen el valor correspondiente a sus trabajadores se enfrentarán a multas que oscilan entre tres y 20 salarios básicos unificados. Así lo establece el Código de Trabajo.

Además, en caso de que la entidad privada realice una declaración falsa de utilidades ante el Servicio de Rentas Internas (SRI), con la finalidad de no otorgar el pago completo del proporcional de estas ganancias a sus trabajadores, la sanción puede llegar a ser de 10 a 20 salarios básicos unificados, según lo establecido en el artículo 107 de la normativa vigente.

Estas sanciones serán aplicadas por el Ministerio de Trabajo.

¿Cómo se calcula el pago de utilidades?

En Ecuador, el pago de utilidades se calcula sobre las ganancias netas de la empresa en un año fiscal. La ley establece que el quince por ciento (15 %) de estas utilidades se destina al reparto entre los trabajadores.

Este quince por ciento se divide en dos partes: el diez por ciento (10 %) se distribuye equitativamente entre todos los trabajadores, sin importar sus sueldos individuales. El cinco por ciento (5 %) restante se reparte según las cargas familiares de los trabajadores, como cónyuges e hijos menores o discapacitados.

Los trabajadores que no hayan laborado todo el año completo reciben una parte proporcional de las utilidades según el tiempo trabajado.