El Atlético humilla al peor Real Madrid posible (3-7)

Un vendaval, eso fue el Atlético. Un desastre, eso fue el Madrid. Así se resume el derbi de la capital de España, celebrado en la noche del sábado en Nueva York, en el que el resultado y el juego de los rojiblancos fueron aplastantes.

El 13 veces campeón de Europa olvidó su identidad y se convirtió en una marioneta. Una marioneta dirigida de manera humillante por los chicos de Diego Simeone, siempre híper motivados cuando asoma su máximo rival.

Si Zinedine Zidane plasma sus dudas durante esta pretemporada en una libreta, habrá apuntado seguro, con letras bien grandes, la debilidad de su línea defensiva, incapaz de reaccionar cada vez que un rival merodea el área. Diego Costa acumuló un póquer, mientras Joao Félix y Correa firmaron el segundo y el tercero de la noche; y Vitolo, el séptimo. Cinco de los siete goles se acumularon sólo en la primera mitad. Y pudieron ser más de no ser por varias atajadas de Courtois, que recordará este viernes durante mucho tiempo. El belga fue el jugador que menos culpa acumuló. La zaga del Madrid ha sido un auténtico coladero en los tres partidos disputados hasta el momento: tres tantos recibidos ante el Bayern, dos ante el Arsenal y siete hoy.

El Atlético, con tres victorias en sus tres partidos veraniegos, arrasó en el comienzo con un Joao Félix de fantasía. Simeone dispuso una alineación titular plagada de talento, sin un solo centrocampista defensivo. Saúl y Koke formaron el doble pivote acompañados por Félix y Lemar en los costados. Morata y Diego Costa fueron los encargados del gol. En resumen, un vendaval en ataque. Veremos si El Cholo se atreve a formar este once cuando comience lo serio. Imaginar un equipo sin el ex madridista Marcos Llorente como eje de la medular se hace difícil.

Lesiones de Morata y Jovic

Y es que los rojiblancos, en un derbi inédito, el primero lejos de Europa, fueron los únicos en impregnar intensidad al duelo. Todos los balones divididos acababan en sus botas. Ni la temprana lesión de Álvaro Morata desanimó a un grupo con sobrados motivos para la ilusión en este primer tramo de pretemporada.

En el Madrid, con la imagen de la lesión de Marco Asensio demasiado reciente, se temieron lo peor cuando Luka Jovic se retiró cojeando. El delantero, aterrizado tras un traspaso que ascendió a los 60 millones de euros, chocó con Jan Oblak y rápidamente se echó la mano hacia su rodilla derecha. Benzema, de inicio en el banquillo, sustituyó al joven serbio, huérfano de balón ante Bayern, Arsenal, y anoche ante el Atlético.

Gareth Bale, a punto de cerrar su marcha al Jiangsu Suning de la Superliga china, participó en los últimos 30 minutos por banda derecha. Allí ha sido traslado Vinicius, que ha visto interrumpida su progresión con la llegada de Eden Hazard. El brasileño volvió a mostrar su incomodidad por ese costado, incapaz de superar a su par.

Carvajal y Costa, expulsados

Vitolo, en una carrera sin oposición de más de 30 metros, anotó el 1-7 con un disparo colocado desde la frontal. Cada llegada rojiblanca se convertía en gol. Nacho, Benzema y el canterano Javi Hernández trataron de maquillar el sonrojo. Y entonces los nervios afloraron. Carvajal y Diego Costa iniciaron una tangana como si el partido rememorara las finales de Champions de Lisboa y Milán. Ambos acabaron expulsados.

Y mientras se aproximaba el desenlace, todos los libros de estadísticas anotaban este resultado (7-3) como mayor goleada a favor del Atlético en la historia de los derbis. A su vez, aunque esto no quede reflejado en los números, el duelo vivido el 27 de julio en Nueva York mostrará a un Real Madrid humillado, dominado y burlado. En definitiva, el peor Real Madrid posible.

Fuente: elmundo.es

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