Explosión en casa rentera de Quito causó daños en inmuebles cercanos

Quito –

Un adulto mayor falleció ayer mientras que otras siete personas resultaron heridas en una explosión registrada en una casa rentera ubicada en Moraspungo y Pinllopata, en el barrio Clemente Ballén, en el sur de Quito.

La cotidianidad de tomar un cafecito con su vecino llevó a la tumba a don Oswaldo Cruz. Ayer, como era su costumbre, fue a visitar a su amigo en la casa. En un abrir y cerrar de ojos su vida se extinguió.

Una saturación de gas y presumiblemente una chispa –de fósforo encendido para prender el quemador– ocasionaron la explosión y “una quema violenta” de la casa, indicó William Castro, oficial de Criminalística de la Policía Nacional.

La onda expansiva destruyó la construcción y dejó atrapado debajo de una estructura a Cruz, carpintero de 73 años y uno de los fundadores del barrio Clemente Ballén, hace 43 años, contó Freddy López, presidente del sector.

Además del fallecido, se auxilió a siete heridos. Dos fueron llevados a hospitales por su gravedad, mientras que a los otros se los estabilizó en el sitio, dijo Henry Silva, oficial de la Unidad de Bomberos de Quito.

La deflagración, que se dio sobre las 08:00, pudo ser peor. En la edificación vivían más de cinco familias, pero algunos habían salido y en el caso de los estudiantes, estos estaban en escuelas y colegios, dijo Silva.

Aparte, muy cerca del percance queda el centro de desarrollo infantil La Casita de la Tía Yoly, que funciona como guardería, pero en el momento del incidente no había muchos niños, según testigos presenciales. Al resto se los llamó para decirles lo sucedido y pedirles que no asistieran.

A través de equipos tecnológicos y la unidad canina de rescate se realizó la búsqueda de otras posibles víctimas debajo de los escombros, pero eso se descartó tras la inspección, informó el oficial del Cuerpo de Bomberos.

Boanerges Velásquez resultó afectado por el golpe de escombros y tenía heridas en la cara, pero se mostraba agradecido con la vida porque le dio otra oportunidad a él y a su familia de cuatro integrantes, todos venezolanos, quienes desde hace dos meses arrendaban unos cuartos en el sitio.

La destrucción de la casa fue casi total por lo que tendrá que ser derribada, explicó Silva.

Las personas que vivían en la casa afectada, si no tienen familiares a donde ir, serán llevadas a albergues, informó Édgar Luna, del Comité de Operaciones de Emergencia.

La deflagración ocasionó daños en casas aledañas, como roturas de vidrios. Funcionarios de instituciones públicos realizaban inspecciones para informar a las autoridades. (I)