Los factores que llevaron a Quito a superar en contagios de COVID-19 a Guayaquil, según expertos

Tras un crecimiento sostenido de casos de coronavirus COVID-19 en las últimas semanas, este jueves Quito sobrepasó el número de contagiados de los registrados en Guayaquil en los cuatro meses de emergencia sanitaria.

De acuerdo con el informe del Ministerio de Salud, 11 900 casos se registran este 23 de julio en Quito, y 11 788 en Guayaquil. Aunque este nuevo total de 11 900 contagiados en Quito se conoció este jueves, eso no significa que recién en las últimas 24 horas la capital superó al puerto principal, sino que este hecho ya habría ocurrido al menos la semana anterior.

Especialistas consultados por EL UNIVERSO identificaron varios factores que han incidido en este evento, que se esperaba. Una de las diferencias con la situación en Guayaquil es que la urbe porteña tuvo un crecimiento explosivo en marzo y abril lo que derivó en un aumento de la mortalidad, mientras que en Quito esto se da de manera sostenida.

Estos son algunas de las circunstancias que alentaron el aumento de casos de la capital:

Salida temprana de cuarentena

En Quito se dispuso el cambio de semaforización de rojo a amarillo a partir del 3 de junio. Con este se permitió mayor circulación de personas, así como la reactivación de empleos.

Para la epidemióloga Catalina Yépez, exasesora externa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), uno de los factores que influyen en que se haya sobrepasado ahora la cantidad de contagios fue la reactivación de varios sectores.

«Lo que está claro es que salimos de la cuarentena rápido, entramos muy rápido por ende salimos muy rápido, salimos cuando todavía Guayaquil estaba bajando su curva y estas movilizaciones poblacionales sumadas a una relajación de las medidas de autoprotección y protección a terceros que debíamos tener como individuo creo que es lo que ha contribuido que tengamos un pico de contagios que es lo que estamos viviendo ahora en Quito», señaló.

El médico especialista de Salud Global de la Universidad de las Américas, Esteban Ortiz, explicó que esto influyó, pero que era un aspecto que se contemplaba porque las personas necesitaban reactivarse económicamente. Además que el respeto de la cuarentena fue más un esfuerzo de la ciudadanía que permitió ganar tiempo.

«Yo salía y veía las calles vacías, no había una sola alma en la ciudad por eso los contagios fueron lentos, pero dos meses después la gente ya no puede quedarse en las casas, la gente tiene que comer, la gente tiene que salir, un mes después pasamos a semáforo amarillo, entonces la gente salió mucho más entonces es inevitable que los contagios se den, se dan los contagios, pero la velocidad de contagio nunca va a ser igual a la velocidad de contagio que se presentó en Guayaquil», explicó.

Gabriel Trueba, director del Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito, expresa que la suspensión de la cuarentena iba a traer esta consecuencia y que era algo que se esperaba.

«Lo que hemos conseguido es que la enfermedad ingrese de una forma más lenta y que de alguna manera se aplane esta curva», explica.

Mayor capacidad diagnóstica de casos

Uno de los problemas que enfrentó Guayaquil fue la falta de capacidad diagnóstica en el país ante la demanda de pruebas de COVID-19, esto fue superado con la incorporación de laboratorios privados y públicos para el análisis de muestra.

A través de su cuenta de Twitter, Ortiz manifiesta que en Guayaquil hubo casos que no se pudieron hacer pruebas por lo que no lograron ser diagnosticados por laboratorio en los meses de marzo y abril.

«Para mí hoy es claro que hoy se superaron los casos en Guayaquil porque tenemos más capacidad diagnóstica y porque en Quito se ganó mucho más tiempo que en Guayaquil», indica.

Relajación de las medidas de bioseguridad

Yépez explica que en la capital varios pobladores han tomado una actitud de relajación ante las medidas de distanciamiento, uso de mascarillas, desinfección de manos, entre otros.

«Quito ha ido mucho más lento, su curva ha ido creciendo mucho más lento, pero eso se ha ido acompañando de una disminución muy drástica de la percepción del riesgo, como individuos, como sociedad, hemos ido perdiéndole miedo al virus y hemos llegado a la conclusión que no pasaría lo que sucedió en Guayaquil y que no necesito cuidarme tanto», dice.

El especialista de la UDLA refiere que los contagios se hubieran podido haber reducido mucho más si desde el Gobierno se educaba a las personas así como brindar más apoyo a distintos sectores que se vieron obligados a reactivarse para poder subsistir.

¿Quito es el nuevo epicentro de la pandemia?

Yépez y Ortiz coinciden que a la capital no se la puede denominar el nuevo epicentro de la pandemia en el país y recalcan que se podría definir solo como la que más casos registra actualmente.

«El epicentro de la epidemia en el país fue Guayaquil, allí fue donde se generaron todos los casos, donde fue el primer caso y donde se distribuyó al resto del país. En números absolutos Quito tiene más casos que Guayaquil, pero el 80% de los casos que tiene Guayaquil hasta ahora se dieron en las dos últimas semanas de marzo y en las dos primeras semanas de abril, entonces no son comparables», explica la exasesora externa de la OPS.

Por su parte, Ortiz manifiesta que el aspecto de la mortalidad no se puede dejar de lado. «Existieron un montón de casos subdiagnosticados en Guayaquil, pero las muertes en exceso, que es una métrica que no se puede esconder, se ve claramente que el epicentro es Guayaquil… ¿Quito es el nuevo epicentro? Seguramente sí porque somos la capital que tiene más diagnóstico y también tenemos más población, pero en términos de mortalidad en exceso es mucho menor (a la de Guayaquil)».

A ver sobre Quito y el “nuevo epicentro de la pandemia” les explico lo que sucede.

1. En marzo y abril sólo el INSPI hacía diagnóstico, por ende miles de casos quedaron sin diagnóstico en GYE

2. La métrica de “muertes es exceso” es innegable y muestra el verdadero epicentro (..) pic.twitter.com/YGOhthCy4r

— Esteban Ortiz (@EstebanOrtizMD) July 23, 2020

Actualmente Quito enfrenta una saturación en las unidades de cuidados intensivos, de acuerdo a cifras del Municipio de Quito, compartidas por Esteban Ortiz, hay al menos 50 pacientes que esperan una cama en una unidad de cuidados intensivos.

7. Que no haya camas de uci disponibles, que el viejo aeropuerto solo reciba Pctes moderados, que exista NULO control y vigilancia epidemiologica y demás omisiones habiendo ganado “tiempo” es una completa irresponsabilidad !! De la autoridad sanitaria pic.twitter.com/U8lu9dw24U

— Esteban Ortiz (@EstebanOrtizMD) July 23, 2020

«Quito va a mantener un crecimiento sostenido de casos, en semanas, meses capaz y las terapias intensivas seguramente seguirán ocupadas a tope y la irresponsabilidad del Ministerio de Salud ha sido no estar listo para contener el avance de los casos en relación al número de casos disponibles, esa ha sido la falla principal porque ganaron tiempo, algo que Guayas no pudo, que Guayaquil no pudo», enfatiza Ortiz.

Para Trueba, la capital tendría alrededor de tres a cuatro meses con un alto número de casos graves y mortalidad que no se va a poder evitar. «Nosotros vamos a tener una presentación de casos de forma más lenta que tuvo Guayaquil».

Estrategias para disminución de casos

Los especialistas consideran que se debe trabajar más con la población sobre las medidas de bioseguridad, así como realizar más pruebas, seguimiento de los contactos y aislamiento de los casos.

«Tenemos que aportar a elevar la percepción de riesgo, no tenemos que aprender a convivir con el virus sino a aprender a convivir en algún momento sin el virus, pero para que esto pase serán algunos meses», manifiesta Yépez.

Por su parte, Ortiz no considera que se debe volver a un confinamiento total.

«Las estrategias para mí son: control estricto para aglomeraciones, de distanciamiento físico, de uso de mascarilla, de lavado de manos, reforzar los mensajes de que hay que lavarse las manos, la gente parece que se ha olvidado, hay que usar gel, que hay que usar mascarillas y por último seguir aumentando la capacidad hospitalaria, pagarle a los médicos, que los médicos estén tranquilos, que descansen, que tengan apoyo», expresa. (I)