La costumbre de hacer jugos naturales se remonta a las décadas de 1920 y 1930. Tras popularizarse en los 1970, en la década de 1990, junto con la implantación de los estilos de vida saludables, se convirtió en un hábito para mucha gente.
Si bien tomar jugos naturales es visto como un método fácil y rápido de adquirir vitaminas y minerales útiles para el organismo, varios estudios explican que los posibles beneficios varían drásticamente dependiendo del tipo de jugo y la cantidad de calorías consumidas.
Posibles ventajas
A menudo, se cree que, como los jugos están hechos de frutas y verduras ricas en vitaminas, incluirlos en nuestra dieta lleva aparejado efectos benéficos.
- Beber jugo puede proporcionar al organismo importantes nutrientes favorables para la salud. Consumir frutas y verduras es beneficioso, ya que contienen vitaminas, minerales y fitoquímicos, unos compuestos producidos por las plantas que ayudan a detener la formación de elementos que pueden causar cáncer. Estos nutrientes apoyan al organismo para que pueda luchar contra la inflamación y distintas enfermedades crónicas.
- El hábito de tomar jugos puede aportar más porciones de fruta y verdura a nuestra alimentación. Preparar jugos naturales puede ser útil no solamente para incluir estos grupos de alimentos a nuestra dieta, si estos no se suelen consumir a diario, sino también para combinar productos que normalmente no se comen juntos.
- Ayuda a perder peso. Muchas dietas basadas en jugos carecen de alimentos sólidos y son bajas en calorías, lo que resulta en que para muchas personas puedan conducir a la pérdida de peso, al menos, a corto plazo. El problema es que, una vez que el consumo de calorías vuelve a la normalidad, es probable que se recupere parte del peso perdido, si no todo.
- Impacto positivo en las enfermedades cardiovasculares. Varios estudios han determinado que el consumo de frutas y verduras está vinculado positivamente a una menor incidencia de algunas enfermedades crónicas no transmisibles, incluidas enfermedades cerebrovasculares e hipertensión, entre otras, así como podría emplearse para prevenirlas o tratarlas.
Posibles inconvenientes
Al igual que la mayoría de los alimentos, los jugos naturales tienen tanto ventajas como desventajas, que en este caso deben tomarse en cuenta antes de empezar seguir dietas a base de frutas y verduras exprimidas.
- Falta de fibra. Las frutas y hortalizas son excelentes fuentes de fibra, un componente esencial que regula la absorción del azúcar en el cuerpo y favorece la digestión. Sin embargo, la mayor parte de esta sustancia se pierde durante el proceso de extracción del jugo. Los expertos explican que consumir suficiente cantidad de fibra es importante para la digestión, ya que cuenta con bacterias beneficiosas para el intestino y puede reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad.
- Deficiencia de nutrientes. Dado que los ayunos a base de jugos carecen de algunos nutrientes esenciales, como vitaminas B12 y D, hierro, zinc y calcio, esto puede provocar problemas de salud como anemia y osteoporosis.
- No ayuda tanto a bajar de peso. El objetivo de una pérdida de peso saludable es forzar al organismo a obtener energía quemando células grasas, pero una dieta a base de jugos hace que el cuerpo tenga más probabilidades de quemar agua y reservas musculares. “Cuando haces una depuración a base de jugos, es muy probable que la pérdida de peso inicial se deba al peso del agua”, comenta la dietista Amber Sommer, advirtiendo que a largo plazo es probable que se comience a perder masa muscular en lugar de grasa.
- Consumo excesivo de azúcar. Todos los jugos de frutas tienen un alto nivel de fructosa, uno de los azúcares naturales que se ha relacionado con niveles altos de azúcar en sangre, aumento de peso y un mayor riesgo de diabetes tipo 2. Los estudios indican que unos 100 mililitros de jugo de manzana natural contienen casi cero gramos de fibra y al mismo tiempo 13 gramos de azúcar y 60 calorías.