“Todo inicia con un envío de solicitud de amistad en Facebook; después se sigue a la persona en otras redes sociales y finalmente se ‘enamoran’ de forma virtual”. Así lo sostiene Sharon Sánchez Zalamea, joven especialista en psicología cibernética, quien menciona que la facilidad de interactuar con otras personas por Internet es “impresionante” porque solo con un clic se puede pedir amistad en las diferentes redes sociales.