Son los mismos informes oficiales del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional los que van dando datos más claros de los que las autoridades dieron a su tiempo sobre la presencia del COVID-19 en Guayaquil y el país.

Así, un ciudadano de la parroquia guayaquileña Pascuales tuvo síntomas del virus el 12 de febrero, dos semanas antes de que se anunciara el famoso caso cero, una señora de 71 años que vino de España. Su caso se hizo público el 29 de febrero y falleció el 13 de marzo. Antes de su deceso ya hubo otros seis muertos por probable coronavirus, según el Ministerio de Salud.

“Yo creo que al igual que todos los países, se ha demostrado que no existe una sola entrada de pacientes, no existe el famoso caso cero. Se ha visto en el mundo que hay múltiples focos, muchos pacientes han entrado… Esto sirve para comprender mejor la epidemia, entender cómo esta se ha movido”, señaló el epidemiólogo Washington Alemán, director de la mesa técnica de Guayaquil, que asesora al Municipio sobre las acciones a tomar.

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Afirmó que el caso cero de la señora de Babahoyo se pudo registrar y confirmar mediante laboratorio. “(El caso de Pascuales) no lo conozco, pero no me sorprende… En la práctica, en este momento, este caso lo único que hace es seguir aclarando la epidemia en el país. Es algo normal que esto pase”.

No obstante, Francisco Andino, también de la mesa técnica, señaló que podría ser un error del Ministerio de Salud, pero el denominado caso cero seguirá siendo referencia.

En el informe de este miércoles 13, denominado Comportamiento COVID-19 (PCR) Ecuador, ese ministerio ratifica que el 12 de febrero ya hubo un caso de coronavirus en Pascuales. Además, se observa que en el acumulado de fallecidos por coronavirus (confirmados y probables) al día 13 de marzo aparece la cifra de 7, en la que se incluye a la señora que vino desde España y cuyo deceso ocurrió ese día y a otras seis personas.

El 2 de marzo habría ocurrido el primer fallecimiento por probable COVID-19. Era una mujer, habitante de la parroquia Machala (cabecera cantonal), en la capital orense. El segundo se registra el 6 de marzo en la parroquia Ximena, en Guayaquil. El tercero y cuarto ocurrieron el 10 de marzo, uno nuevamente en la parroquia Ximena y otro en la parroquia Manta del cantón del mismo nombre en Manabí.

El quinto deceso por probable COVID-19 se registra el 12 de marzo en la parroquia Tarqui, también en Guayaquil. Y el sexto deceso se dio el 13 de marzo en la parroquia Febres Cordero, en Guayaquil.

En el caso de Guayaquil, que el lunes definirá cuándo pasa a amarillo en el semáforo de restricciones, Alemán indicó que en las próximas semanas se seguirá fortaleciendo el objetivo de bajar la mortalidad y pasar a una segunda fase en la que se disminuya la transmisión comunitaria. “Se va a sectorizar la ciudad y tratar de ver las áreas de mayor o menor casos diagnosticados para poder intervenirlo inmediatamente”, señaló.

Explicó que aún es impredecible saber si se daría un nuevo colapso en hospitales por un rebrote. “Lo mejor es tener varios planes listos. Es responsabilidad de las autoridades de ya tener los planes de contingencia para combatir lo que pueda pasar. El mayor temor es que sectores que no tengan buen sistema de salud tendrán que venir a Guayaquil. ¿Dónde va a ir esa gente cuando se enferme?”, interrogó el epidemiólogo. (I)