Síndrome de Cushing

Síndrome de Cushing un trastorno por exceso de la «hormona del estrés»

Síndrome de Cushing: un trastorno por exceso de la «hormona del estrés». El exceso de cortisol produce una joroba de grasa entre los hombros, la cara redondeada y estrías de color rosado o púrpura. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

Síndrome de Cushing

Un trastorno endocrino poco frecuente. El síndrome de Cushing se le llama así porque, hacia 1932, el médico cirujano estadounidense Harvey Cushing lo reportó como un posible trastorno después de realizar varias investigaciones.

Cushing, conocido como un médico pionero de la neurocirugía, había observado que ciertos tumores hacían que el cuerpo produjera más cortisol que el normal y analizó las consecuencias que esto tenía en el cuerpo. Ello dio inicio a la investigación del síndrome que llevaría su nombre.

De acuerdo al Servicio de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), el síndrome se registra especialmente en personas que toman medicamentos con esteroides durante mucho tiempo, debido a que estos contienen una versión sintética del cortisol.

Ahora, aunque el síndrome había sido observado por Cushing por su trabajo en neurocirugía, lo cierto es que en muy raras ocasiones el cuadro puede ser causado porque el propio cuerpo produce elevadas cantidades de cortisol. En estos casos, por lo general se debe a la presencia de un tumor en la glándula pituitaria del cerebro o en una de las glándulas suprarrenales.

Cuando envía señales de alarma al cerebro en respuesta al estrés, puede influir en casi todos los sistemas del cuerpo, desde el inmunológico hasta el digestivo. Esto hace que se presenten algunos síntomas en el cuerpo que están relacionados con este trastorno, como el aumento de grasa en el pecho y el estómago mientras se mantienen brazos y piernas delgados. También la acumulación de grasa en la parte posterior del cuello y los hombros, que es conocida como «joroba de búfalo».

 

Difícil Diagnóstico

Aunque suele ser benigno, si no se trata, el síndrome de Cushing tiende a empeorar y puede llegar a causar la muerte. El exceso de cortisol puede dañar tejidos y sistemas fundamentales para el cuerpo. Y aquí surge otro inconveniente: es un trastorno infrecuente que afecta a apenas 2 personas en un millón. Debido a eso, el diagnóstico suele ser tardío. Para detectarlo, el paciente debe hacerse un examen de orina, sangre o saliva.

Según el NHS, la prueba de saliva es más precisa si se hace a medianoche, por lo que la persona debe ser ingresada en el hospital. Para el test de orina el paciente debe tomar dexametasona, un corticoide sintético. Si la persona está sana, este medicamento disminuye los niveles de cortisol. Si ello no ocurre, entonces es posible que tenga el síndrome de Cushing.

 

Función de los medicamentos Glucocorticoides

El síndrome de Cushing puede ocurrir por tomar medicamentos glucocorticoides, que a menudo se usan para tratar enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide, el lupus y el asma. El dolor o las lesiones de la espalda o las articulaciones, y muchos sarpullidos, pueden tratarse con glucocorticoides. También pueden usarse para impedir que el cuerpo rechace un órgano nuevo después de un trasplante.

Los glucocorticoides pueden tomarse por vía oral, darse como inyección, frotarse en la piel o aspirarse en los pulmones con un inhalador. Cualquier forma de glucocorticoide, si se toma en grandes cantidades durante mucho tiempo, puede causar el síndrome de Cushing.

La edad del diagnóstico del Cushing

En cuanto a la edad del diagnóstico varía en función de la causa. La enfermedad de Cushing (Cushing de origen hipofisario) ocurre fundamentalmente en mujeres entre los 25 y los 45 años. Los tumores suprarrenales que secretan corticoides y llevan a síndrome de Cushing aparecen en la primera década de la vida o posteriormente alrededor de los 40 y los 50 años.

El Cushing endógeno es entre 3 y 5 veces más frecuente en mujeres que en hombres y se estima que esta enfermedad, considerada rara, se produce entre 2 y 4 casos por millón de habitantes al año, según datos de la Sociedad de Endocrinología de Estados Unidos (SEEN).