Samsung Galaxy S23 análisis

Samsung Galaxy S23 análisis

Samsung Galaxy S23 análisis. Ser el hijo menor no es fácil: toda la atención se la llevan los mayores y puedes sentir que no tienes hueco. Sin embargo, ese no es el caso con las últimas generaciones de Samsung Galaxy. Mientras otros fabricantes siguen con su política de diferenciar mucho sus tres miembros con un Lite, un estándar y un Pro, Samsung lanza dos móviles iguales que se diferencian por las dimensiones y un Galaxy S23 Ultra como buque insignia. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.

Mi compañero Ricardo hizo hace unos días la review del Galaxy S23+ y lo colocó como uno de los mejores Android que puedes comprar ahora mismo. Ahora, vamos con el análisis de un Galaxy S23 que, como decía, es el pequeño de la familia, pero solo en tamaño.

Ficha técnica del Samsung Galaxy S23

SAMSUNG GALAXY S23

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Diseño: para ser premium no hace falta un tamaño descomunal

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Me encantan los móviles grandes para ver contenido cuando estoy fuera de casa, pero para el día a día soy de móviles más contenidos. Un S23 Ultra me parece enorme y sí, aprecio la belleza del diseño y sus materiales, pero es demasiado grande para sacarlo si quiero ver Twitter mientras paseo a mi perrita.

Esto es algo muy personal, pero me encantan los móviles compactos y terminales como el iPhone 13 Mini (el último, al menos por un tiempo, y este es más pequeño todavía), el Google Pixel 6a o el Asus ZenFone 9 siempre me hacen ojitos. El Galaxy S23 juega en esa liga y es muy cómodo entre manos.

La pantalla no se me ha hecho pequeña (no dejan de ser más de 6 pulgadas) y las sensaciones son las de tener un móvil muy, muy premium, pero con un tamaño que no molesta en el bolsillo.

Los botones están al alcance, la ergonomía es perfecta con sus laterales curvados, la trasera de cristal me encanta porque no atrapa las huellas, al menos en nuestro color, y me parece un móvil bastante bonito.t

Han cambiado cosas tanto a nivel interno como externo. Por ejemplo, se mantiene la certificación IP68, pero la pantalla sube de nivel al ser Gorilla Glass Victus 2; los marcos de pantalla son simétricos, aunque el panel ocupa algo menos del frontal (86,8% frente a 87,4% del Galaxy S22 según GSMArena) y el módulo de cámara es diferente.

No me gustaba el del año pasado, pero estos tres círculos en fila no terminan de convencerme. Sí, son como los del Ultra, pero también como los del Galaxy A32 5G, por poner un ejemplo de la casa. No me da la sensación de un flagship, que es lo que debería pasar.

Pero bueno, es una cuestión personal y en gustos no hay nada escrito. Lo que está claro es que en cuanto lo sacas de la caja (sin cargador, sin funda de cortesía y sin protección de plástico en la pantalla) tendrás una sensación de que vale lo que cuesta.

Pantalla: muy bien, pero falta afinar la frecuencia

Las pantallas de los Galaxy siempre son llamativas y esta generación no se quedan atrás. Muchas especificaciones son idénticas a las del Galaxy S22 como las 6,1 pulgadas, la resolución de 2.340 x 1.080 píxeles o que el panel sea Dynamic AMOLED 2X con 120 Hz de refresco.

Hay un ligero cambio en brillo, ya que estos nuevos modelos llegan a un máximo de 1.200 nits en el modo de altos brillos (cuando estás en la calle en un día soleado) con un pico de 1.750 nits. Es el mismo que el Ultra y tengo que decir que en la calle se ve genial. Además, el sensor es preciso y rápido. Casi siempre.

Sigue teniendo los laterales planos, algo que prefiero a los curvos por cuestión tanto de comodidad como de visualización, y tiene un ligerísimo tinte azul cuando miramos la pantalla a unos 30º, pero no molesta en absoluto.

Hay dos opciones de personalización de color, aunque en el caso de Samsung siempre dejo el perfil “Intenso” porque es el más llamativo para ver vídeos y me gusta esa saturación extra para ver anime, por ejemplo. Las notificaciones en el modo de pantalla siempre encendida funcionan genial, la respuesta en juegos es perfecta y es un panel sobresaliente, pero no excelente.

Samsung debería haber sido algo más ambiciosa con los hermanos pequeños del Ultra incluyendo más resolución en el S23+ y, sobre todo, un panel LTPO idéntico en los tres terminales. A un S23 no le pido QHD+ porque la densidad de píxeles es genial en esas 6,1 pulgadas, pero contar con un panel LTPO que baja hasta 1 Hz habría ayudado un poco a la batería.

Y vaya, estamos hablando de los modelos más premium de la compañía (si quitamos los plegables de la ecuación), por lo que deberían montar la mejor tecnología posible. Este año vimos paridad en brillo, a ver si el que viene la vemos en el refresco.

Sonido: sorprendente

Algo que no espero de un móvil pequeño es una autonomía fuera de serie ni un sonido espectacular. Lo primero lo veremos más adelante, pero lo segundo me ha cerrado la boca. Mi primera impresión con los altavoces fue un “no suena mal, pero tampoco me sorprende”.

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Acto seguido me fui a los ajustes de sonido y activé Dolby Atmos (que viene desactivado de fábrica, no sé por qué). Y… guau. Es poner el móvil frente a mí en una superficie y se hace la magia. Suena muy, muy bien y este modo Atmos opaca un poco los medios, algo que ayuda a que no tengan tantísima presencia si ponemos el volumen casi al máximo.

Aguanta muy bien subir del 80%, es equilibrado y puede que le falte algo de pegada en graves, pero el nivel, para el tamaño que tienen los altavoces y la caja de resonancia, es espectacular.

¡Ah! Una cosa, si no tienes auriculares conectados y activas Atmos, cuando conectes unos auriculares se desactivará. Así que, debes volver a activar la tecnología. Hecho esto, se guarda para siempre, pero la primera vez tienes que configurarlo por separado.

Rendimiento: el Snapdragon 8 Gen 2 es fantástico incluso en espacios reducidos

Si pasamos a las tripas, no me voy a repetir porque mi compañero Ricardo ya ha plasmado la alegría que supone tener en Europa un Samsung con los últimos procesadores de Qualcomm, pero tengo que decirte que es el mejor Samsung hasta la fecha, exclusivamente, por este factor.

El Snapdragon 8 Gen 2 es un procesador que nos está encantando y que, como hemos visto en el OnePlus 11 o en el Xiaomi 13, brilla cuando tiene un buen sistema de disipación. Lejos quedan, o eso parece, los problemas de estrangulamiento térmico de las últimas generaciones y eso se traduce en que vas a poder jugar sin que el SoC diga “hasta aquí”.

Antes de profundizar en los test de rendimiento, debes saber que solo hay una versión de RAM de este terminal: 8 GB. Donde varía es en el almacenamiento con opciones de 128 GB, 256 GB (nuestra versión) y 512 GB y, a su vez, dependiendo de la cantidad elegida, tendrás una versión más rápida que otra.

El de 128 GB cuenta con el estándar UFS 3.1, que está genial, pero en las otras dos versiones tenemos UFS 4.0. Utilizando el benchmark CDPT para medir la velocidad del almacenamiento, tenemos una escritura de 398,82 MB/s que no es demasiado, pero unos tremendos 1,91 GB/s de lectura. Se nota mucho que el móvil vuela a la hora de abrir archivos o cargar partidas.

Ahora sí, vamos a los test porque son interesantes:

SAMSUNG GALAXY S23

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Aquí podemos ver que son números similares a los de su hermano mayor. De hecho, en algún test como los que sacan jugo a la GPU, los resultados son incluso mejores a nivel de pico. Por muy poco, pero mejores.

Ahora bien, la estabilidad es otro cantar y tiene que ver con el tamaño y la versión del System on a Chip. El Galaxy S23+ contaba con un 84% de estabilidad en 3D Mark. El Galaxy S23 se queda en un 78%. No es mucho menos, pero está ahí y se explica por dos factores.

El primero es que cuenta con una versión personalizada del Snapdragon 8 Gen 2, igual que sus hermanos mayores, por lo que esa mayor frecuencia provoca que, sin la disipación adecuada, sea algo más inestable. Y ahí entra el segundo punto: al ser un móvil compacto, hay menos espacio para la disipación.

Ahora bien, se nota que Samsung ha mejorado la disipación respecto al S22 (que tenía un SoC menos potente y se calentaba bastante más) y, aunque este S23 coge temperatura, en ningún momento quema ni he notado que afecte al rendimiento en los juegos.

Sistema: a la última hasta Android 17

Android 13 con One UI 5.1 por encima con cuatro años de actualizaciones de sistema y cinco de seguridad. Comprar cualquier S23 es una garantía porque, a no ser que pase algo raro, tienes móvil para años tanto por hardware como por software.

Tengo que reconocer que One UI no es mi capa de personalización preferida, pero con el Snapdragon 8 Gen 2 el sistema vuela. Todo va muy fluido y, pese a que estéticamente no sea la que más me gusta, agradezco que Samsung vaya “a su aire” con la personalización de Android.

Es decir, no es tan minimalista como otras capas y se aleja mucho del sistema stock, pero adopta ciertos elementos de Android (como tomar los colores del fondo de pantalla para “vestir” el sistema y, como en las últimas versiones, tienes Google Discover en el lateral.

One UI es un sistema estable, se nota la experiencia de Samsung y se agradece que cada cierto tiempo actualicen el terminal para añadir funciones, mejorar apartados o corregir problemas. Aun así, me he encontrado con un par de bugs.

No son molestos y a lo mejor piensas que son una tontería, pero me ha ocurrido y tenía que decirlo. Vamos con el primero: sujetando el móvil en vertical, si pincho en un vídeo de Twitter, se empieza a reproducir con sonido. Si giro el móvil para verlo en panorámico, el sonido se corta. La solución es abrir ese vídeo con el móvil en horizontal.

El segundo tiene que ver con el volumen. Siempre utilizo el móvil para escuchar música con cascos durante mi jornada (bueno, y cuando estoy en la calle), y todos los días he notado que, cuando recibo un mensaje de Telegram o WhatsApp, el volumen baja (normal), pero si recibo muchos seguidos, se queda en ese nivel más bajo permanentemente.

¿Cuál es el problema? Pues que al haber dejado de recibir notificaciones, subo el volumen y, al rato (te hablo de unos cuantos minutos), el Galaxy decide volver a subir el volumen automáticamente recuperando el porcentaje perdido durante la primera vez que lo bajó. El resultado: sobresalto.

Me ha pasado tanto con Apple Music como con Spotify. Si te cuento esto, que es anecdótico, es para que veas el nivel de los fallos que me he encontrado durante esta semana y un par de días con el S23 como mi móvil principal. Y eso habla muy bien de Samsung.

Biometría

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Samsung sigue apostando por el sensor ultrasónico en pantalla y se nota que es una tecnología a la que han tomado la medida. Es un sensor muy preciso, no te ciega si lo desbloqueas en la cama a oscuras y no he tenido problema alguno en el reconocimiento de la huella. Además, me encanta la posición y al ser un móvil compacto, es muy cómodo.

Otro cantar es el reconocimiento 2D. Es curioso que, siendo una tan buena cámara para selfis, el reconocimiento sea tan errático cuando las condiciones de luz no son óptimas. De noche es normal que no me reconozca, pero en mi despacho hay veces que me ha dado problemas. Sí, la luz es tenue, pero debería ser más que suficiente.

Autonomía: para pasar el día, pero sin achucharlo

La batería y el tamaño del móvil están ligados. Cuanto mayor sea el terminal, más espacio para incluir baterías de mayor capacidad. Por eso, la autonomía suele ser el punto flaco de los móviles compactos y es complicado introducir baterías más grandes sin comprometer el diseño.

Por eso se agradece que, prácticamente con las mismas dimensiones que en la generación anterior, el Galaxy S23 cuente con 200 mAh más. Tenemos una batería de 3.900 mAh que, en un uso normal, te va a dar para pasar el día sin problema.

En mi caso, empecé a las 8:00 de un día y tuve que cargar a las 12:17 del día siguiente. Según los datos del apartado de batería, y con el perfil de rendimiento “estándar”, fueron 29 horas de uso total con cuatro horas 44 minutos de pantalla activa.

No llegué a las cinco horas, pero también es cierto que estuve un rato por la calle con el brillo al máximo y haciendo tanto fotos como vídeo (esto último es exigente con la batería). Tengo el Always-on Display siempre activo, consumí 57 minutazos de Twitter, 46 minutos de YouTube, 25 de Instagram, 13 de TikTok y tuve Apple Music de fondo durante varias horas.

Eso sin contar notificaciones de Slack, correos electrónicos, notificaciones de Instagram… vaya, que fue un día completito aunque no jugara ni un minuto. Considero que, para los 3.900 mAh, es una buena autonomía con mi uso, pero puedes estirarla un poco más si eliges el perfil “ligero” que limita un poco el procesador. Eso si lo necesitas, claro.

La carga es otro tema. Aquí Samsung sigue a la zaga de otras compañías y, curiosamente, con la misma política que Google y Apple: ninguna ofrece cargador en la caja y la carga tiene la potencia justa como para considerarse carga rápida, pero sin pasarse.

Tanto el Galaxy S23+ como el S23 Ultra cuentan con carga de 45 W, pero el S23 se queda con 25 W. Conectado al Lenovo Go Multiport con una potencia total de 130 W y a un cargador de 125 W de Motorola, ambos con el cable proporcionado por Samsung, obtengo los siguientes resultados:

  • 15% en 8 minutos
  • 30% en 20 minutos
  • 50% en 34 minutos
  • 75% en 53 minutos
  • 100% en 80 minutos

Una hora y veinte en tener el 100%. No pido que se cargue en menos de diez minutos, como el realme GT3, pero con 3.900 mAh, unos 45 W estarían de lujo. Por otro lado, tienes opción de carga inalámbrica de 15 W y carga inversa inalámbrica de 4,5 W, aunque no te recomiendo usar esto porque la batería da para lo que da.

Cámaras: el teléfono ideal para redes sociales

Llegamos al apartado que más me gusta junto al de rendimiento. Antes de ver muestras, vamos con el detalle tanto de las cámaras como de la aplicación. Tenemos un conjunto de tres cámaras en la trasera con:

  • Cámara principal: sensor de 50 megapíxeles con un tamaño de 1/1,56”, píxeles de 1.0 µm y lentes con apertura f/1.8. Tiene estabilización óptica y es equivalente a un 24 mm.
  • Telefoto: sensor de 10 megapaíxeles con un tamaño de 1/3,94”, píxeles de 1 µm y apertura f/2.4. También tiene estabilización óptica. Es equivalente a un 70 mm, un 3x.
  • Gran angular: sensor de 12 megapíxeles con un tamaño de 1/2,55” con un píxel de 1,4 µm, apertura f/2.2 y una focal equivalente a un 13 milímetros.

Considero que es una buena combinación, pero con un telefoto con sensor más grande, quizá habría hecho falta menos procesado. Eso lo veremos más adelante.

En cuanto a la aplicación, realmente, tenemos tres apps. Por un lado, la aplicación estándar de cámara, bastante rápida, fácil de usar e intuitiva. Tienes los ajustes básicos y me gusta excepto porque sigue sin mostrar el HDR en tiempo real.

Cuando haces la foto la tomas “a ciegas”, ya que lo que está sobreexpuesto o subexpuesto se arregla en la galería. Con el procesador de imagen de Qualcomm, esto debería mostrarse en la previsualización. Además, el obturador sigue siendo más lento que el de sus rivales y tarda un pelín más de la cuenta en tomar fotos RAW.

Por otro lado está ExpertRAW, una aplicación aparte a la que podemos acceder desde el apartado de “Más” de la app principal, y que es la que nos permitirá tomar fotos con un RAW bastante peculiar. Y, además, tenemos Camera Assistant que brinda ciertas opciones para el modo automático y que también hay que descargar, esta desde la Galaxy Store.

¡Ah! Tenemos un editor bastante completo, con borrado de objetos y sombras, y si mantienes el dedo pulsado en algún elemento de la foto, automáticamente genera un recorte de dicho elemento. Además, tienes modos de astrofotografía y de dobles exposiciones. Cuantas más opciones creativas, mejor.

Cámara principal

Sabiendo que no tenemos el apabullante sensor que encontramos en el S23 Ultra, tengo que decir que me ha gustado mucho y, para mí, es la mejor cámara para sacar, disparar y subir a redes sociales sin ningún tipo de retoque.

También lo puedes hacer con el Oppo Find X5, con los iPhone 14 Pro y con el Pixel 7, claro, pero aquí tenemos unos colores que, sin pasarse de frenada como hacía la Samsung antigua, son de serie muy atractivos para usar en redes.

Si el cielo es plomizo, el HDR funciona bien y no es exagerado, teniendo un resultado con un contraste un poco subido, pero “realista”. Sin embargo, en cuanto la cámara detecta que el cielo está despejado, sube los azules.

No son las más realistas, pero repito que son muy llamativas para subirlas directamente a redes. Cuando la luz baja un poco, se porta de maravilla. El desenfoque natural que hace por el tamaño del sensor o lo bien que recupera algunos elementos lo colocan entre los mejores.

De noche, sin embargo, hay luces y sombras. Si bien te podrás ir de vacaciones y hacer fotos nocturnas a monumentos sin problema, en cuanto amplíes un poco verás texturas algo más planas de lo que deberían.

Me gusta, eso sí, que no quiere convertir la noche en día y que controla bien focos de luz como pueden ser las farolas.

RAW y los 50 megapíxeles

Vas a poder disparar en a la resolución completa del sensor tanto en JPG desde el modo Pro de la app de cámara como desde la aplicación ExpertRAW. Es un procesado que trata muy bien las texturas y los colores y me gusta más que los 12 megapíxeles del modo automático porque las texturas son más naturales.

Ahora bien, hay una cosa que debes tener en cuenta porque me pilló con el pie cambiado y tengo que comentarlo. En ExpertRAW tienes la opción de que guarde un archivo RAW y un JPG. Pensarás, como me pasó, que tendrás por un lado un RAW ‘crudo’ que editar a tu gusto y un JPG ‘editado’ con los parámetros de procesado de Samsung. Pues ni una cosa… ni otra.

El JPG no está editado con los mismos parámetros que los que tenemos si hacemos la misma foto con la app de cámara. Los colores, las sombras y las altas luces son las mismas que las del RAW, sin tratar, pero Samsung aplica un poco de nitidez que es la que le falta al RAW.

En situaciones en las que el HDR no sea necesario, como en un interior, el resultado es una muy buena foto, pero cuando el HDR tiene que entrar en juego, el cielo (o las sombras) se van de paseo.

El retrato

El modo retrato se le da bien a Samsung tanto en foto como en vídeo, como veremos más adelante. Separa bien los elementos, no es errático con el recorte (aunque hay veces que se le va la mano) y tengo que decir que me gusta.

Ahora bien, tiene un ‘bokeh’ o desenfoque bastante agresivo, así que te recomiendo entrar a la galería y bajar un par de puntos a este desenfoque para que quede más natural. Y también te recomiendo usar el modo retrato con el 3x.

Telefoto

Es una cámara que me encanta. Un 3x no brilla tanto como el 10x de su hermano mayor, pero para retratos es sensacional y para detalles también funciona de maravilla. Me gusta que el trato de la imagen es muy similar al de la cámara principal (esto también ocurre con el gran angular) y tenemos mucho detalle.

Me ha sorprendido en interiores porque el sensor es pequeñito y, aun así, se desenvuelve bien cuando la luz no es perfecta.

Gran angular

Para acabar con el trío trasero, tenemos un gran angular que baja un poco el listón. Ya digo que se mantiene en lo que a procesado se refiere, pero en cuanto ampliamos un poco se le notan las costuras.

Considero que trata bien las líneas, pero el detalle no es gran cosa y sufre en cuanto baja un poco la luz. Aun así, es buen escudero de las otras dos cámaras y para ciertos planos de vídeo en los que necesites una estabilización perfecta, es más que recomendable.

Cámara frontal

En el frontal tenemos un sensor de 12 megapíxeles con apertura f/2.2 que se porta muy, muy bien. Me gusta el balance de blancos, me gusta el detalle y hace un buen retrato, con un recorte al que solo le puedo echar en cada que el “pelito” de la capucha de mi abrigo lo difumina un poco de más. Pero vamos, me estoy poniendo tiquismiquis porque cualquier móvil lo tiene complicado con eso.

Además, muy bien el HDR. En esta escena había un poquito de azul, pero el cielo estaba complicado porque son esas nubes blancas de antes de nevar y no las quema del todo, respetando la pequeña porción azul. Muy bien aquí, Samsung.

Vídeo

El vídeo es otro de esos apartados en los que Samsung es fuerte. La estabilización es muy buena, sin producir esos artefactos y vibraciones cuando grabamos en movimiento. Tenemos detalle en 4K60 y un enfoque rápido, pero suave.

Vas a poder grabar en 8K30, pero no te lo recomiendo. Para mí, no vale la pena porque no vas a tener un extra de nitidez a no ser que quieras hacer un recorte y, además, los archivos son enormes (y la batería vuela).

Y si lo compras, te recomiendo probar el modo retrato. Funciona con el 1x, con el tele y con la cámara frontal (esta lo hace sorprendentemente bien) y sí, con el 1x queda algo más artificial por la focal, pero me parece el mejor modo retrato que he probado. Y sí, aquí estoy contando al iPhone 14 Pro.

No tenemos, eso sí, las opciones que Apple pone sobre la mesa para editar el enfoque, pero en lo que a recorte se refiere, es espectacular.

Samsung Galaxy S23, la opinión

Al final, el Samsung Galaxy S23 es un móvil con el que los surcoreanos van sobre seguro. No es una revolución respecto al S22 y puede que se le eche en cara, pero está claro que es equilibrado en todos sus aspectos y la mejor opción, ahora mismo, si quieres un móvil compacto.

Por pantalla, versatilidad fotográfica, calidad tanto del vídeo como del telefoto y rendimiento, es el mejor móvil compacto que puedes comprar. One UI es un sistema maduro y estable, el sonido es brutal y la cámara divertida.

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Hay detalles a mejorar como el gran angular que no está al nivel del resto, tocaría poner la misma pantalla que en el Ultra (con el LTPO de 1 a 120 Hz), dotarlo de una carga de 45 W y simplificar las aplicaciones de cámara, pero estamos hablando de un teléfono que te satisfará por completo.

A la capacidad de la batería, lamentablemente, no puedo pedirle más. Con la tecnología actual se pueden hacer más densas (y es lo que han hecho), pero todo lo demás sería comprometer el tamaño del móvil.