Prohibido circular sin etiqueta de la DGT
Son las primeras palabras que se leen en la página web de Madrid360, el proyecto que vino a sustituir a Madrid Central pero que, en esencia, mantiene las líneas maestras marcadas por el anterior órgano de Gobierno. Restricciones que se pusieron en marcha con Manuela Carmena y que pese a idas, venidas y promesas se mantienen en vigor con José Luis Martínez-Almeida. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.
El proyecto, como explicábamos en la Guía para saber si tu coche podrá circular por las ZBE de Madrid en 2024: etiquetas, empadronados y zonas y que actualizaremos muy pronto, se enmarca dentro de la Estrategia de Sostenibilidad Madrid 360.
Esta medida dejó definido todo el municipio de Madrid como una Zona de Bajas Emisiones, como se lee en el artículo 21 de la Ordenanza de Movilidad Sostenible de la ciudad. Dentro de ella encontramos las Zonas de Ultra Bajas Emisiones Distrito Centro y Plaza Elíptica, con sus propias restricciones. Y a ello hay que sumar que, desde 2022, se aplica la Madrid ZBE – Interior de la M-30.
Este último cambio se tomó para impedir la entrada al interior de la M-30 a los coches sin etiqueta medioambiental (gasolina anteriores al año 2000 y diésel anteriores a 2006) siempre y cuando no estuvieran empadronado en Madrid. Era el primer paso para expulsar a este tipo de coches de la ciudad de Madrid.
La expulsión de los coches sin pegatina
Com decíamos, en los últimos años las restricciones para los vehículos sin distintivo ambiental se han ido endureciendo. Primero se prohibió su entrada al centro de la ciudad, tanto para vehículos empadronados en Madrid como para los que no lo fueran.
En los últimos tres años, las restricciones se han ido endureciendo, pero siempre quedaba la carta del vehículo empadronado en Madrid como el comodín que podían mostrar los automóviles sin etiqueta B, C, ECO o Cero emisiones de la DGT.
Así, a los vehículos empadronados fuera de la capital se les negó el acceso al interior de la M-30 en 2022. Un año después, en , también se impidió que hicieran uso de la misma y en 2024 se prohibió que cualquier vehículo de este tipo circulara por las calles madrileñas.
Sin embargo, el gran cambio llegará a partir del 1 de enero de 2025. Desde ese día, todos los coches sin etiqueta de la DGT tendrán prohibido circular por todo el municipio de Madrid, independientemente de si están o no empadronados en la capital. Los únicos automóviles que se libran de esta restricciones son los vehículos clásicos.
Para controlar todos los movimientos de estos vehículos, el Ayuntamiento de Madrid tiene repartidas 257 cámaras por toda la ciudad, como puedes comprobar en este enlace. No sólo están repartidas por los accesos a la capital, también controlan los accesos a las zonas de bajas emisiones o, sencillamente, la circulación en algunas vías seleccionadas. Por eso, el Ayuntamiento puede comprobar si el coche sin pegatina se mueve por la ciudad a pesar de no entrar y salir de ella.
Además, aunque el control se realiza por cámaras, el consistorio madrileño obliga a contar con la pegatina de la DGT en el parabrisas del coche. Esto permite a los agentes comprobar rápidamente si un vehículo cumple o no con las restricciones medioambientales. La multa por no contar con ella es de 90 euros y el castigo por circular con un coche sin pegatina es de 200 euros.
Hay que recordar que las zonas de bajas emisiones de Madrid llevan en el aire desde septiembre de este año. Entonces el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) las tumbó alegando falta de información económica en su aplicación. El Ayuntamiento de Madrid tiene recurrido el fallo y sigue aplicando el mismo criterio pero informan medios como El Español que ya trabajan en sacar una nueva ordenanza de movilidad que mantenga las restricciones actuales pero impida tirar atrás todo el trabajo ya realizado.
Con todo, se calcula que quedarán fuera de la circulación en Madrid alrededor de 246.000 turismos. Una cifra nada desdeñable pero que está lejos de los 1,2 millones de automóviles de los que se llegaron a hablar meses atrás.