Primer Grito de Independencia del Ecuador

Primer Grito de Independencia del Ecuador

Primer Grito de Independencia del Ecuador. El 10 de agosto de 1809 fue un paso trascendental en el proceso independentista de la actual América Latina y legado de Quito a futuras generaciones. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.

Como en toda jornada, hubo pasos en firme y también tropiezos, triunfos y derrotas, pero la voluntad de los próceres superó su propia existencia e inspiró el relevo de quienes les siguieron y compartieron la visión de la meta final: la independencia.

Como Nación debemos nuestra gratitud a quienes garantizaron nuestra libertad y nuestro compromiso diario a resistir cualquier yugo que pretenda arrebatarla.

La independencia del Ecuador forma parte de ese largo proceso emancipador que se inició en América Latina a fines de la primera década del siglo XIX, y culminó en 1830, cuando se produjo la definitiva desintegración de la Gran Colombia. Para entender por qué transcurrieron casi 20 años entre lo que es considerado el primer grito de independencia en América Latina, y la constitución de la República del Ecuador, hay que tener en cuenta algunos aspectos de tipo político administrativo que se remontan a los orígenes mismos de la dominación española en América.

La Capitanía General de Quito se organizó en 1563.

Como parte del Virreinato del Perú y desde aquel entonces abarcó importantes territorios, los cuales comprendían, entre otros, la ciudad de Popayán en la parte sur de la actual Colombia. Desde 1739, la Capitanía General de Quito pasó a formar parte del recién creado Virreinato de la Nueva Granada, y a pesar de que gozaba de un alto grado de autonomía económica y fiscal, lo político y lo administrativo se mantuvieron bajo el control de los virreinatos ya mencionados.

La primera revuelta anticolonial que adquirió una relativa importancia, fue la acontecida en 1765 y tuvo como objetivo acabar con el monopolio ejercido por un reducido grupo de comerciantes españoles, sobre los productos básicos que eran negociados a través de los estancos. Rápidamente sofocada, la revuelta demostraba ya la presencia de personas e ideas que no compartían el dominio absoluto que la corona ejercía sobre la economía y la política en aquellos territorios, lo cual se constituyó en el fundamento de la posterior prédica y actividad emancipadora.

El día 10 de agosto de 1809 se organizó la Junta Soberana de Quito.

La cual se proclamó independiente en relación con las autoridades que Francia había impuesto en Madrid, y pasaron a reconocer la soberanía del depuesto rey español Fernando VII. Sus integrantes fueron, sobre todo, ricos criollos pertenecientes a la aristocracia quiteña, y como sucedió en otras partes del continente, declararon fidelidad absoluta a los derechos de la monarquía española, su orden legal y su religión, proclamando, al igual que su similar de Sevilla, la “guerra a muerte contra los franceses” y las autoridades que emanaran de la invasión. Esta primera forma de gobierno autónomo fue reprimida por ejércitos procedentes de Bogotá y Lima, y sus integrantes ejecutados por las autoridades españolas un año después.

Hubo que esperar hasta el 9 de octubre de 1820 para que se presentara un nuevo movimiento por la independencia de Ecuador, y éste tuvo como centro la ciudad de Guayaquil. Dirigida por José Joaquín Olmedo, la revuelta congregó a civiles y militares criollos por igual y llegó a organizar la Provincia Libre de Guayaquil. Previendo la reacción española, los revolucionarios pidieron ayuda a Simón Bolívar quien inmediatamente mandó un ejército comandado por Antonio José de Sucre. Sabedor de que el poderío español en Ecuador se concentraba en Quito, hacia allá dirigió su fuerza principal y a pesar de la lentitud en sus movimientos y de un inicial fracaso en mayo de 1821, el ejército libertador logró imponerse en la batalla de Pichincha el 24 de mayo de 1822. Esta fecha es considerada en la actualidad como el día de la independencia del Ecuador.

La derrota de las fuerzas españolas en Pichincha-Quito.

Trajo consigo la expulsión definitiva del dominio colonial del territorio ecuatoriano, generándose así la oportunidad de organizar un Estado independiente. Pero los afanes integracionistas de Bolívar, más la debilidad de las autoridades ecuatorianas, llevaron a que la Audiencia de Quito primero y luego Guayaquil se incorporaran a la Gran Colombia. Los años siguientes fueron de profundas rivalidades entre los mismos líderes de la emancipación y los caudillos surgidos en los distintos territorios que formaban la Gran Colombia. La consecuencia fue la desintegración de ésta y el surgimiento de tres nuevos estados, entre ellos el de Ecuador, que se organizó como independiente el 13 de mayo de 1830, y que tuvo como primer presidente al venezolano Juan José Flores. Se iniciaba así la vida política independiente del hermano país.