¿Podemos prender y apagar la conciencia?

Sí, si le creemos a un experimento reciente.

En un intento por localizar la fuente de los ataques de una paciente epiléptica, doctores de la Universidad George Washington, en EE UU, instalaron electrodos en su cerebro.

Uno de los electrodos se colocó cerca del claustrum o claustro, una delgada banda de sustancia gris localizada debajo de la corteza del cerebro.

Su rol es similar a la de un conductor de orquesta, que coordina varias cosas diferentes que pasan en el cerebro a la vez.

La conciencia generalmente implica imágenes, sonidos, pensamientos y sentimientos, todos al mismo tiempo.

¿Es el claustrum lo que la hace posible?

Cuando los doctores estimularon el electrodo, la mujer se mantuvo despierta, pero perdió la conciencia.

Suspendió lo que estaba haciendo, quedó con la mirada fija en el vacío, sin expresión y dejó de responder.

Cuando la estimulación terminó, la paciente recuperó la conciencia.

Al parecer, es necesario un cerebro completo y complejo para vivir grandes experiencias, pero también es necesario un interruptor como el claustrum para que funcionen todas juntas.