Pintores ecuatorianos y sus obras. Conoce a los mas destacados Pintores Ecuatorianos y sus Obras. La pintura es una manifestación artística que, desde una perspectiva tradicional, se asocia con la creación de cuadros que decoran superficies de manera innovadora y artística. En el Ecuador, durante la época colonial, la pintura religiosa se difundió ampliamente y se caracterizó por su bella policromía y conocimientos de anatomía. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.

Los pintores ecuatorianos representan un importante eslabón dentro del ámbito de la cultura nacional debido al gran legado pictórico que han dejado hasta la actualidad. Desde el estilo barroco del pintor Manuel Samaniego hasta representantes de la pintura neofigurativa como Oswaldo Viteri, la pintura ecuatoriana engloba un valioso patrimonio cultural, Pintores ecuatorianos y sus obras.

Además, en la época colonial se desarrolló la Escuela Quiteña, que adquirió prestigio internacional en el campo de la pintura, especialmente en los siglos XVII y XVIII, y también en la época moderna. A continuación, se presenta un resumen de los principales pintores ecuatorianos y sus obras.

Índice

Pintores Ecuatorianos y sus Obras
Víctor Mideros (1888-1967)
Camilo Egas (1889-1962)
Humberto Moré (1929-1984)
Oswaldo Guayasamín (1919-1999)
Eduardo Kingman Riofrío (1913-1998)
Manuel Rendón Seminario (1894-1982)
Oswaldo Viteri (8 de octubre de 1931 Ambato-Tungurahua)
Gonzalo Endara Crow (1936-1996)
Edgar Balseca Toral (junio de 1942, Salinas, Ecuador)
Enrique Tábara Zerna (1930 Guayaquil, Ecuador)
Bolívar Mena Franco (1913-1995)
Diógenes Paredes (1910-1968)
Gilberto Almeida Egas (1928-2015)

Pintores Ecuatorianos y sus Obras

Víctor Mideros (1888-1967)

Víctor Mideros Almeida, reconocido pintor ecuatoriano, se destacó en los movimientos impresionista y simbolista. Desde temprana edad, aprendió las bases del uso de la acuarela y las técnicas de pintura en óleo. En 1915, recibió la medalla de oro en la Exposición Nacional y, al año siguiente, fue galardonado con el premio a la pintura de la figura humana en la II Exposición Anual de Bellas Artes. En 1917, obtuvo el primer premio en la primera edición del Salón Mariano Aguilera, lo que consolidó su carrera artística.

En 1918, el presidente Alfredo Baquerizo Moreno nombró a Víctor Mideros Almeida como secretario de la Embajada de Ecuador en Italia con el propósito de que ampliara sus conocimientos artísticos durante su estadía en Roma. Antes de partir al extranjero en 1919, el pintor ecuatoriano creó varias obras costumbristas que reflejaban a los indígenas y paisajes andinos.

Durante su tiempo en Italia, Mideros asistió a escuelas de pintura italianas, inglesas y españolas, lo que le permitió perfeccionar aún más su técnica. Luego viajó a Francia y España, donde se convirtió en miembro del Círculo Internacional de Artistas y de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

En 1922, después de que su hermano sufriera un atentado en Nueva York, Mideros pintó el cuadro «Mi reino no es de este mundo», que regaló al convento de Santo Domingo en Quito.

Tras su regreso a Ecuador en 1924, Víctor Mideros Almeida fue designado como profesor de la Academia de Bellas Artes, donde posteriormente se convirtió en director entre 1933 y 1937. Durante este tiempo, recibió apoyo para promover su obra de la aristócrata María Augusta Urrutia, para quien creó una famosa serie de pinturas llamada «Siete Arcángeles». Entre las principales obras de Mideros se encuentran:

Camilo Egas (1889-1962)

La formación del pintor ecuatoriano Camilo Egas se llevó a cabo en la Escuela de Bellas Artes de Quito, así como en las academias Real de Roma y Asia, San Fernando de Madrid y Colarroisse de París. Al regresar a Ecuador, Egas se estableció en el país y comenzó a crear pinturas que fueron precursores del indigenismo, Pintores ecuatorianos y sus obras.

En 1927, el pintor se trasladó a vivir a Nueva York, donde desempeñó el cargo de director de la Escuela de Pintura de la New School for Social Research desde 1935 hasta 1962. Cabe destacar que entre sus alumnos se encontraba el reconocido escultor Arnold Henry Bergier. Este pintor ecuatoriano formó parte de la «generación precursora» y su obra reflejó su espíritu inquieto y su deseo de innovación. Algunas de sus obras más destacadas son:

El cuadro representa un estilo idealista y muestra a las floristas desempeñando su labor en una floristería, un establecimiento dedicado a exhibir y vender flores.

La pintura también exhibe un estilo idealista y emplea fondos ocres que sugieren ecos del mundo real y hasta rasgos delirantes de alguien al borde de la asfixia. El cuadro muestra a un hombre afligido que busca respuestas sobre su vida.

Humberto Moré (1929-1984)

Lalot Rivadeneira Plata, también conocido como Humberto Moré, fue un pintor, escultor y muralista de Esmeraldas que desde temprana edad demostró su pasión por el arte. Su destacada trayectoria en las artes plásticas se debe a la creación de un estilo propio que él mismo denominó «Sinología Funcional», el cual se caracteriza por el uso de líneas curvas y rectas. Aunque la pintura fue su principal medio de expresión artística, este artista ecuatoriano también incursionó en la poesía y la crítica de arte.

Humberto Moré fue un artista ecuatoriano que formó parte del grupo de jóvenes artistas guayaquileños que emergieron en las décadas de 1950 y 1960 y revolucionaron las artes plásticas en Ecuador. En sus comienzos, Moré utilizó un expresionismo diferente que se acercaba a las formas geométricas, empleando trazos gruesos y colores primarios. En 1957, recibió el Premio Universidad de Guayaquil y en 1959 impulsó la creación del Salón Municipal «Fundación de Guayaquil».

Moré desarrolló su propio estilo, experimentando con distintos enfoques y alcanzando finalmente un concepto con el que se sentía a gusto. Si bien su obra pasó por un período de geometrización influenciado por el cubismo, nunca abandonó las formas geométricas como base para sus creaciones. Los retratos y los desnudos fueron elementos constantes en su obra.

Además de su habilidad como artista, Moré destacó por su capacidad para relacionar y racionalizar los conceptos en su arte, lo que lo llevó a publicar varios textos, como «Las formas», «Evaluación de los Ismos», «Actualidad pictórica ecuatoriana», «Manifiesto teórico de la Simbología Funcional» y «Bolívar, Sol de América».

Entre sus obras más destacadas se encuentran:

El cuadro muestra la figura de un agricultor transportando su cosecha. La obra refleja un estilo de líneas que crean cuadrículas, lo que a su vez se relaciona con la simbología funcional, característica del artista creador. Este artista desarrolló todas sus pinturas con una simetría y orden precisos en cada uno de sus pigmentos, Pintores ecuatorianos y sus obras.

El autor de esta obra expresó lo siguiente acerca de ella:

«La estructura del principio simbólico se basa en la psicología generada por la gestión de nuestra sociedad tecnológica, utilizando una fenomenología que es más científica que la de Husserl, que es muy permeable y en la que las sensaciones ya son reflejos condicionados cuando aparecen».

El pintor de esta obra expresó lo siguiente:

«Mi enfoque de la Signología Funcional es desde uno de los muchos ángulos en los que podemos descubrir el valor de la forma, como la tranquilidad y verticalidad de Durero frente a la angustia de Miguel Ángel. Su visión es la relación psicológica después de haber sido huella de religión y mito. Para nosotros, que anhelamos paseos racionales y nuevas problemáticas, se convierte en psicología mecánica, tan dogmática como la imposición que los principios nos obligan en cada época», Pintores ecuatorianos y sus obras.

Este importante artista de la plástica ecuatoriana también destacó en otras obras como:

• La pesca
• La libertad
• Sonidos del espacio
• Metamorfosis de la forma
• Edad de la razón
• El hombre de la arquitectura vernacular
• Serie «Rostros del Ecuador»

Oswaldo Guayasamín (1919-1999)

Oswaldo Guayasamín fue un renombrado artista ecuatoriano que destacó en diversos ámbitos del arte, como la pintura, el dibujo, el grabado, la escultura y el muralismo. Desde temprana edad, demostró una gran habilidad artística, dibujando caricaturas de sus maestros y compañeros a los 8 años.

A pesar de la oposición de su padre, Guayasamín logró ingresar a la Escuela de Bellas Artes de Quito, donde comenzó a desarrollar su talento. La muerte de su gran amigo Manjarrés en una manifestación marcó profundamente su obra, como se puede apreciar en la obra titulada «Los niños muertos», que refleja su visión sobre la sociedad y la gente. Guayasamín se graduó como pintor y escultor en 1941, luego de terminar sus estudios de arquitectura, Pintores ecuatorianos y sus obras.

A los 23 años, Guayasamín realizó su primera exposición en una sala privada de Quito, la cual fue considerada por la crítica de la época como una afrenta directa contra el estilo oficial defendido por la Escuela de Bellas Artes. Sin embargo, figuras destacadas del ámbito político norteamericano como Nelson Rockefeller se impresionaron con su obra y talento, lo que lo impulsó y ayudó en su carrera profesional.

Este célebre pintor obtuvo varios premios a lo largo de su carrera, incluyendo el Gran Premio en la III Bienal de Arte en Barcelona en 1955 y el Gran Premio de la Bienal de Sao Paulo. En 1971, fue elegido presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y en 1976, creó la Fundación Guayasamín, a la cual donó sus obras y colecciones de arte.

Guayasamín llegó a ser miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Academia de Artes de Italia. Realizó alrededor de 48 exposiciones y sus obras y murales decoran muchos edificios y lugares emblemáticos tanto en Ecuador como en otros países. Algunas de sus obras destacadas son:

En esta obra, el autor representa la frialdad que suele caracterizar a las personas y cómo los cambios de ánimo a menudo difieren de lo que realmente sienten y muestran ante los demás. En resumen, la pintura refleja la simplicidad de los sentimientos, que a menudo son el origen de muchas decepciones en la vida.

El autor de esta pintura logra plasmar el anhelo de las personas por expresarse libremente y mostrar lo que llevan dentro. Sin embargo, la presión social y la censura coartan esa libertad, lo que genera una lucha interna entre lo que se desea decir y lo que se puede decir públicamente. En definitiva, el cuadro refleja la tensión entre la necesidad de autenticidad y la presión de la sociedad para encajar en ciertos moldes.

En esta obra, Guayasamín expresa la avaricia inherente en los presidentes que ha tenido Ecuador, así como su maldad y deseo de poder. A través de este cuadro, el pintor transmite la corrupción, el robo y el saqueo del pueblo ecuatoriano, reflejado en las dos caras de los presidentes.

Eduardo Kingman Riofrío (1913-1998)

Eduardo Kingman Riofrío, apodado «El pintor de las manos», destacó como pintor, dibujante, grabador y muralista en Ecuador. Fue uno de los líderes y mentores del expresionismo e indigenismo en el siglo XX, junto a otros artistas destacados como Oswaldo Guayasamín y Camilo Egas.

Este artista ecuatoriano estudió en la Escuela de Bellas Artes de Quito y en 1933 tuvo una exposición conjunta con Antonio Bellolio en la Galería Allere Flamma. Al año siguiente, vendió varias de sus pinturas en el Salón Municipal «Mariano Aguilera» de la ciudad de Quito.

En 1946, exhibió su obra en el Museo de San Francisco en los Estados Unidos, recibiendo críticas elogiosas, y la revista Time lo consideró uno de los grandes pintores de Hispanoamérica. En 1949, presentó una exposición en el Museo de Arte Colonial, donde mostró 26 óleos que representan temas populares, caracterizados por el uso de colores frescos, alegres y vibrantes. Este artista recibió varios premios y condecoraciones, entre ellos:

• Año Premio/Condecoración
• 1936 Primer Premio en el Salón Aguilera con El Carbonero
• 1947 Primer Premio en el tercer concurso de Bellas Artes de la Casa de la Cultura Ecuatoriana con La Noche
• 1953 Primer Premio en el sexto concurso de Bellas Artes de la Casa de la Cultura Ecuatoriana con La Cajonera, La Candela y La Sed
• 1959 Primer Premio en el Salón Mariano Aguilera con Yo, el prójimo
• 1986 Premio Eugenio Espejo, el máximo galardón nacional a la labor cultural
• 1994 Orden Nacional Honorato Vásquez
• 1994 Premio Gabriela Mistral a las Bellas Artes por la OEA
• 1973 Estrella de Octubre otorgada por la Municipalidad de Guayaquil
• 1975 Premio Nacional al Mérito en el rango de Comendador conferido por la Cancillería del Ecuador
• 1980 Medalla conferida por la Sociedad Lojana
• 1984 Medalla al Mérito Atahualpa en el Grado de Caballero otorgado por el Ministerio de Defensa
• 1986 Medalla al trabajo artístico conferida por la Asociación de Artesanos del Ecuador
• 1986 Homenaje por la Casa de la Cultura Ecuatoriana con la designación del Salón “Eduardo Kingman”
• 1986 Declarado lojano ilustre
• 1987 Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Loja
• 1987 Investido con el rango de Coronel por el Estado de Kentucky, USA
• 1991 Premio Rumiñahui otorgado por el Municipio de Quito

Este pintor ecuatoriano mostró una tendencia artística expresionista al comienzo de su carrera, influido por sus ideas políticas. En su trabajo, destacó temáticas como el maltrato y el dolor que sufrían los indígenas, que ocuparían un papel protagónico en su obra.

El rasgo más distintivo de sus cuadros fueron las grandes y poderosas manos de sus personajes, que simbolizaban una fuerza desasosegante. Este elemento se repitió en casi todas sus pinturas. A continuación, se presentan algunas de sus obras dentro del movimiento indigenista expresionista:

La pintura muestra claramente el estilo distintivo de Kingman. En particular, en esta obra el rondador, un instrumento emblemático de la cultura ecuatoriana, es representado con detalle. Asimismo, se puede apreciar el inconfundible estilo del «pintor de las manos», que se hace evidente en las grandes manos de los personajes, simbolizando la fuerza y la tenacidad del pueblo indígena.

En este cuadro, el pintor expresa el amor maternal de una madre indígena hacia su hijo o hija, transmitiendo emociones como la esperanza y la protección.

Esta obra refleja los sentimientos del artista hacia la cultura indígena y su conexión con la tierra. Kingman se identifica con la labor de la recolección de la cosecha, lo cual se evidencia en esta pintura.

En esta obra, el artista muestra el maltrato y la explotación que sufrían los indígenas a manos de sus patrones, evidenciando una crítica social y política en su obra.

Manuel Rendón Seminario (1894-1982)

Manuel Rendón fue un reconocido pintor latinoamericano, acreditado por haber introducido el Constructivismo en Ecuador junto con el uruguayo Joaquín Torres García. Nacido en Francia, Rendón provino de una familia acomodada de exportadores de cacao.

Siguiendo la tradición de las familias ecuatorianas acaudaladas, vivió en París durante su infancia y recibió su educación artística en la Academia de la Grande Chaumière. A pesar de sus orígenes franceses, Rendón pasó gran parte de su vida en Ecuador, donde se destacó como un artista influyente.

Durante sus primeros años como pintor, Manuel Rendón llevó una vida bohemia al estilo parisino, luchando por ganar dinero. Para ello, vendía pequeños trabajos hechos con cobre para poder financiar su pintura. En 1937 realizó una exposición de su obra en la ciudad de Guayaquil, seguida de otra en Quito dos años después.

Ambas exposiciones tuvieron un gran impacto en la escena artística de la época. Rendón afirmó que «el papel del pintor es organizar las posibilidades que se le ofrecen». También fue amigo cercano del artista ecuatoriano Oswaldo Guayasamín. Algunas de sus obras inspiradas en el estilo de fragmentación son:

Oswaldo Viteri (8 de octubre de 1931 Ambato-Tungurahua)

Oswaldo Viteri es un destacado artista ecuatoriano que ha destacado en las disciplinas de pintura, escultura, muralismo y arquitectura. Su estilo artístico es conocido por ser neofigurativo, y su reconocimiento ha sido influenciado por su habilidad en la creación de ensamblajes. Sin embargo, su obra también abarca el dibujo, la pintura, los grabados y los mosaicos. Por su contribución al arte, es considerado uno de los artistas más importantes de Ecuador en el siglo XX.

Una parte significativa de la obra de Oswaldo Viteri aborda la dimensión social e individual de las regiones pobres, especialmente en América Latina. Colaboró con otros reconocidos pintores ecuatorianos, como Guayasamín, y en 1966 se graduó como arquitecto, siendo nombrado director del Instituto Ecuatoriano de Folklore. En sus inicios, experimentó con técnicas de arte experimental, incorporando el collage y la superposición de objetos en sus lienzos.

En 1968, Viteri realizó sus primeros ensamblajes y en la década de los 60 llevó a cabo sus primeras exposiciones internacionales. Ha sido nominado en varias ocasiones al Premio Príncipe de Asturias. Entre sus obras destacadas se encuentran:

Gonzalo Endara Crow (1936-1996)

Gonzalo Endara fue un pintor y escultor ecuatoriano cuyo interés por el arte surgió desde una edad temprana. Durante su juventud, estudió pintura en la Universidad Central de Quito. Desde el inicio de su carrera, Endara adoptó un estilo que se mantuvo constante a lo largo de su vida. En su obra, se pueden encontrar temáticas que hacen referencia a la geografía ecuatoriana y al uso de colores brillantes propios de los artesanos andinos.

Este pintor ecuatoriano ha sido catalogado como uno de los pintores latinoamericanos más importantes de la segunda mitad del Siglo XX. Su trabajo es universal y brinda al espectador una perspectiva estética de la cultura andina y su gente. El estilo que adquirió este artista esta enfocado en el realismo mágico. Dentro de sus obras de artes más conocidas se encuentran:

Edgar Balseca Toral (junio de 1942, Salinas, Ecuador)

La trayectoria de Edgar Balseca como artista y pintor ecuatoriano comenzó a temprana edad, y su interés por el arte lo llevó a realizar estudios tanto en Ecuador como en Estados Unidos. A lo largo de su carrera, su trabajo se ha destacado por su habilidad en la técnica del óleo, lo que se refleja en su estilo realista y surrealista.

Balseca ha tenido una trayectoria destacada en el mundo del arte y, en particular, de la pintura. Ha expuesto una gran cantidad de veces tanto en su país natal como en el extranjero, especialmente en los Estados Unidos, donde residió junto a su familia durante muchos años. Aunque se caracteriza por su estilo realista y surrealista en la pintura al óleo, en los últimos años se ha centrado principalmente en la escultura. A continuación se muestran algunas de sus obras pictóricas:

Enrique Tábara Zerna (1930 Guayaquil, Ecuador)

Enrique Tábara es un maestro de la pintura ecuatoriana y su obra llega a reflejar en su conjunto la cultura hispana artística y pictórica. El interés por la pintura nace de este creador desde los tres años de edad, quien recibiera el apoyo tanto de su mamá como de su hermana.

En el año 1946 asistió a las Escuela de Bellas Artes de Guayaquil donde tuvo una gran influencia del maestro alemán Hans Michelson, del cual adquirió disciplina y capacidad para realizar su trabajo. Como otra de las influencias que determinaron su estilo se destaca el artista Martínez Serrano, del cual aprendió la importancia de las formas.

Este pintor se destaca por su exploración y deconstrucción de las imágenes que encuentra como refugio. Además, su espíritu innovador y enérgico es una característica distintiva de su trabajo. Es un maestro de la experimentación, que integra sus raíces en su obra, Pintores ecuatorianos y sus obras.

Su estilo está influenciado por el movimiento constructivista, con elementos geométricos, y recientemente ha incursionado en decoraciones precolombinas con un estilo minimalista e histórico. Algunas de sus obras en este sentido son:

El pintor ecuatoriano ha realizado numerosas exposiciones individuales a lo largo de su carrera, aquí presentamos algunas de ellas en orden cronológico:

• Año Exposición
• 1952 Casa de la Cultura Núcleo del Guayas
• 1953 Casa de la Cultura Núcleo del Guayas
• 1954 Segunda Exposición individual Casa de la Cultura Núcleo del Guayas
• 1955 Tercera Bienal Hispanoamericana, España
• 1956 Museo Municipal de Mataró, España
• 1957 Galerías Layetanas, España
• 1959 Sala Neblí, España
• 1961 Museo de Arte Contemporáneo, España
• 1962 Galería Falazik, Alemania
• 1963 Galería Naviglio, Italia
• 1965 Museo de Arte Moderno, Colombia
• 1966 Museo de Río Piedras, Puerto Rico
• 1970 Galería Altamira, Ecuador
• 1971 Museo Municipal, Ecuador
• 1975 Galería Siglo XX, Ecuador
• 1982 Casa de las Américas, Cuba
• 1988 Museo Rufino Tamayo, México
• 1991 Municipalidad de Miraflores, Perú
• 1992 Galería Cucalón, Venezuela
• 1997 Museo de Arte Contemporáneo, Panamá
• 1999 Museo del Niño, Costa Rica
• 2000 Sala Marta Traba, Brasil

Bolívar Mena Franco (1913-1995)

Bolívar Mena, reconocido pintor ecuatoriano, destacó por su obra en el realismo social. Realizó sus estudios en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Central de Quito, de la cual se graduó en 1937.

Su obra más destacada se encuentra en el óleo, en el cual se aprecian paisajes rudos, dramáticos y hasta fantasmagóricos. Además, el desnudo femenino y los rostros humanos, con cabezas de ojos grandes y manos con gestos de ternura, formaron parte de su estilo.

Durante su carrera artística, este pintor ecuatoriano se enfocó en crear un estilo propio y se negó a ser considerado parte del movimiento indigenista, lo que lo catalogó como un artista neo-expresionista.

Recibió varios premios a lo largo de su carrera, como el Primer Premio del Concurso de Murales para la Feria de Nueva York en 1939, el Primer Premio del Concurso Nacional de Sellos Postales en Quito en 1953, y el Primer Premio y la Medalla de Oro en el Concurso Mariano Aguilera en 1958.

A continuación, se mencionan algunos de sus cuadros:

Diógenes Paredes (1910-1968)

Diógenes Paredes fue un pintor de Quito que desde temprana edad se sintió atraído por la pintura y el arte en general. Realizó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Quito, donde luego sería profesor y director. Formó parte de la llamada «generación innovadora de artistas ecuatorianos» y se identificó con el realismo social en su obra, Pintores ecuatorianos y sus obras.

Durante los años cuarenta, época en la que el expresionismo estaba en auge, este artista plasmó en sus cuadros un dramatismo tenso hacia la representación del gesto humano y el ambiente, utilizando colores sombríos.

En 1946, gracias al financiamiento del gobierno francés, este pintor viajó a Francia para perfeccionar su arte en la Escuela de Bellas Artes de París, lo que marcó el inicio de la internacionalización de su obra. En 1949, debido al éxito que alcanzó su trabajo, realizó su primera exposición individual en la Casa de la Cultura Ecuatoriana en la ciudad de Quito. Algunas de sus obras más destacadas son:

El artista que se le conocía como el «pintor de los aborígenes» se enfocaba en representar en su obra situaciones cotidianas y realismo social con el objetivo de ayudar a los más necesitados.

Gilberto Almeida Egas (1928-2015)

Gilberto Almeida, un destacado pintor ecuatoriano, ingresó al Liceo Artístico «Daniel Reyes» en su ciudad natal Ibarra en 1944 debido a sus habilidades artísticas. Fue parte del Grupo «VAN», un grupo de vanguardia, y también fue un lector ávido de todo lo relacionado con el arte.

El pintor exploró diferentes estilos en su carrera. En una primera etapa se enfocó en el paisajismo, pero luego, durante un periodo de cinco años, se dedicó a representar fachadas de conventos y viviendas rurales en lo que se conoce como la «era de los portones». Finalmente, se sumó a la corriente del informalismo, incorporando diversos elementos externos a sus cuadros. Entre los reconocimientos que recibió se encuentran:

• Primer premio en los V Juegos Deportivos Bolivarianos
• Primer premio de la Casa de la Cultura Núcleo Azuay
• Primer premio de la Fiesta de la Fruta y de las Flores en Ambato
• Tercer premio Mariano Aguilera en Quito
• Segundo premio del Salón de Julio en Guayaquil
• Primer premio del Salón de Octubre en Guayaquil
• Segundo premio del Salón Bolivariano en Guayaquil
• Primer premio por un proyecto de murales
• Primer premio de Escultura del Ministerio de Obras Públicas del Ecuador
• Primer premio Mariano Aguilera en Quito
• Primer premio del Salón de Julio en Guayaquil
• Segundo premio Internacional del Salón de la Independencia en Quito
• Primer premio del Salón Nacional de Artes Plásticas en Quito
• Segundo premio Nacional de Artes del Banco Central del Ecuador
• Primer premio de la Bienal Internacional de Cuenca, con el voto de críticos, periodistas y curadores.
• Entre las diversas obras que pintó, se destacan las siguientes: