Actualmente, un afiliado voluntario al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) debe pagar, como mínimo, un aporte mensual de $80,96.
Con ese aporte, mientras sea un aportante activo, se accede a seis beneficios.
Si la afiliación es con el aporte mínimo, basado en el salario básico unificado, al momento de jubilarse se puede acceder a una pensión que va desde $230 a $460 en este 2024.
Así, con 10 años de aporte, la jubilación a la que se puede aspirar es de $230 mensuales. Con 15 años, la pensión sería de $258,2 al mes; mientras que con 20 años de aportes y más de 60 años, la pensión sería de $187,50.
Con 25 años de aportes sobre el salario básico, la pensión máxima a la que se puede aspirar es de $4316,02 mensuales; y, con 30 años, el monto mensual a recibir en la jubilación sube a $345.
Finalmente, con 35 años, la pensión alcanzaría los $373,52 al mes; mientras con 40 años, se recibiría el valor completo del salario básico, es decir, $460.
Hay que tomar en cuenta que el monto de la pensión depende de la edad del jubilado, los años de aportes y el promedio de sueldos de los cinco mejores años.
Si se aporta sobre ingresos mayores al salario básico, también aumenta el monto de jubilación que se podrá recibir a futuro. En otras palabras, entre más se aporte, más se podrá tener como pensión en la vejez.
Tomando en cuenta todos los tipos de afiliación (no solo la voluntaria sobre la base del salario mínimo), actualmente la pensión máxima que paga el IESS llega a los $2.530 mensuales.
Debido a los crecientes problemas de sostenibilidad del IESS, como consecuencia de tener más gastos que ingresos, el actual presidente del Consejo Directivo de la institución, Eduardo Peña, ha dicho que se prepara una reforma, que incluye subir los aportes de los afilados hasta el 30% en el caso de los empleados en relación de dependencia.