Domingo de Ramos diferente se vive en Ecuador

Ambato – Para el mundo católico este es un Domingo de Ramos diferente. Los feligreses no han podido asistir a las iglesias; sin embargo, han encontrado nuevas formas para demostrar su fe y pedirle a Dios compasión y misericordia para que la pandemia del COVID-19 termine.

En la parroquia urbana La Península, de Ambato, el padre José Luis Gordón acudió al templo y celebró la misa a puerta cerrada, cumpliendo con la prohibición de aglomeraciones durante la emergencia sanitaria. El acto religioso se transmitió por altoparlantes.

La gente se ubicó en los patios o terrazas de las casas para seguir la eucaristía, que recordó el ingreso de Jesús a Jerusalén en medio de la algarabía de sus seguidores que llevaban palmas de olivo, lo que dio comienzo a su pasión y muerte en la cruz.

“Sabemos que por esta pandemia no podemos acudir a la iglesia, pero nos hemos reunido la familia para seguir desde la casa la misa del Domingo de Ramos y con fe pedirle a Dios que termine esta enfermedad que cobra muchas vidas en el país y el mundo”, dijo Juan Chicaiza, morador de La Península.

Al final de la misa el sacerdote salió en una camioneta para recorrer las calles de la parroquia bendiciendo el agua y los ramos que portaban los feligreses que salieron a esperar el paso para así cumplir con el inicio de la Semana Santa. (I)