La Comisión Electoral Nacional Independiente de Nigeria (INEC, por sus siglas en inglés) anunció que las elecciones previstas para el 14 de febrero, se aplazarán hasta el 28 de marzo, por motivos de seguridad.

Recordemos que mientras el mundo estaba de luto por el trágico ataque a la sede de Charlie Hebdo en París y la muerte de 17 personas, el grupo terrorista Boko Haram arrasaba la región de Borno en Nigeria dejando más de 2,000 víctimas mortales, uno de los peores ataques terroristas en la actualidad.

A la fecha los ataques terroristas de la milicia islamista Boko Haram, han sido en el norte del país del occidente africano. Los partidos políticos debaten si es posible realizar una votación, mientras que los militantes de Boko Haram ocuparon más territorio en el noreste de Nigeria. Las autoridades electorales habían resistido hasta ahora todos los intentos de aplazar la votación.

Amnistía Internacional denuncia que el grupo terrorista secuestra menores desde hace 10 años sin que el gobierno nigeriano sea capaz de frenarlo. Particularmente es preocupante el uso de una táctica cruel: fuerzan a niñas secuestradas a inmolarse en lugares abarrotados como mercados o calles principales; se desconoce si las niñas enviadas a una muerte segura son conscientes de que llevan explosivos en sus cuerpos o no. También los niños y jóvenes están siendo usados como armas de guerra, esclavos y suicidas.

El ejército se está preparando para lanzar una nueva ofensiva contra Boko Haram la próxima semana. Se calcula que desde 2009 han muerto más de 13,000 personas en atentados y ataques de este grupo terrorista en Nigeria.

Es lamentable que, en pleno siglo XXI, las vidas africanas “parezcan menos relevantes y menos valiosas que las occidentales”. La comunidad internacional no puede ser ajena a esto y nosotros tampoco.

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