Luisa González candidata a la presidencia del Ecuador

Luisa González dejará la Presidencia de la Revolución Ciudadana en Ecuador

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Luisa González dejará la presidencia de la Revolución Ciudadana en enero y ratifica el voto por el ‘no’.

Luisa González anunció que dejará la presidencia de la Revolución Ciudadana a mediados de enero de 2026, cuando el movimiento político realice su convención nacional para elegir una nueva directiva. Confirmó que el proceso de renovación ya está en marcha y que cuenta con el respaldo de varias agrupaciones internas en una entrevista a Teleamazonas este 10 de noviembre de 2025.

 

Luisa González habló del cambio de liderazgo en la Revolución Ciudadana en Ecuador

El principal nombre que se analiza para sucederla es el de Felipe Vega de la Cuadra, quien ha expresado su disposición para asumir la dirección del movimiento.

González explicó que Vega cuenta con experiencia en gestión pública y seguridad, trabajó en el servicio exterior durante el gobierno de la Revolución Ciudadana y ha participado en distintas campañas políticas del movimiento. Su eventual designación busca fortalecer la estructura partidaria con un perfil técnico y cercano a la militancia.

La dirigencia de la Revolución Ciudadana considera que el país atraviesa un periodo de crisis en seguridad, salud y empleo.

Según González, la población enfrenta un deterioro de los servicios públicos, hospitales sin recursos y un presupuesto sanitario con apenas un 4% de ejecución hasta octubre de 2025. En materia de defensa, la ejecución presupuestaria alcanza el 46%, lo que la organización interpreta como una falta de voluntad estatal para responder a la violencia.

La presidenta saliente sostiene que estos problemas no se resolverán mediante una nueva Constitución, sino con una gestión pública eficiente y un gobierno que priorice las necesidades ciudadanas. Por esa razón, la Revolución Ciudadana mantiene su decisión de respaldar el voto por el “no” en la consulta popular y referendo convocados por el Ejecutivo.

 

Argumentos frente a la propuesta constitucional

González afirma que el movimiento defiende la vigencia de la Constitución de Montecristi, aprobada en 2008, y que las modificaciones planteadas desde el gobierno buscan debilitar derechos fundamentales.

La dirigencia considera que estos cambios afectarían el acceso a servicios públicos gratuitos y de calidad, además de los derechos de la naturaleza reconocidos en la actual Carta Magna. En el caso de que el “sí” gane en las urnas, la Revolución Ciudadana prevé participar con sus propios candidatos en la Asamblea Constituyente para defender esos principios. González no descarta presentarse como candidata.

 

Renovación interna y defensa de la representación territorial

El proceso de reorganización de la Revolución Ciudadana también busca dar paso a nuevos cuadros políticos. González explicó que la estructura interna debe equilibrar experiencia y renovación, incorporando liderazgos emergentes.

En cuanto a las propuestas de reducir el número de asambleístas, el movimiento sostiene que esta medida restaría representación a las provincias y sectores rurales. Ciudades medianas, como Loja, podrían quedar con un solo representante, lo que limitaría la pluralidad política en el Legislativo.

 

Balance político y proyección personal

Luisa González aclaró que su salida de la presidencia del movimiento no significa un alejamiento de la militancia. Planea continuar con trabajo territorial y con la articulación de bases locales. En su criterio, la Revolución Ciudadana debe mantener coherencia con su historia y fortalecer su presencia en todo el país.

La dirigencia evalúa que la consulta popular se ha convertido en un juicio sobre la gestión del Gobierno. Desde esa perspectiva, el voto por el “no” representa un rechazo a la falta de resultados en materia económica y social.

González insiste en que la solución a los problemas del país depende de un gobierno que priorice el bienestar ciudadano y no de una nueva Constitución. Para ella, la tarea inmediata es sostener la organización, defender los derechos conquistados y mantener activa la esperanza de cambio entre sus simpatizantes.