Los mejores motes de Quito

Los mejores motes de Quito una ruta y cuatro emprendedoras que debes conocer

Los mejores motes de Quito: una ruta y cuatro emprendedoras que debes conocer. ‘Los Motes de San Juan’, ‘El Mote Sabrosón’, ‘La Tradicionales Fritadas de la Corea’ y ‘Los Motes de la Jorge Juan’. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

 

Los mejores motes de Quito

Cuatro mujeres emprendedoras de Quito han preservado la tradición culinaria local a través de sus negocios de comida. Carmen Chasi, con ‘Los Motes de San Juan’, mantiene viva la tradición familiar con un toque ahumado único gracias a la cocción a leña. Graciela Morales continúa el legado de su madre en ‘El Mote Sabrosón’ en el mercado de Conocoto, ofreciendo platos con un sabor especial gracias a la cocción a leña. Rosa Chimba, en ‘Las Tradicionales Fritadas de la Corea’, ha construido una clientela leal con su fritada popular y atención al detalle. María Agustina Chicaiza, con ‘Los Motes de la Jorge Juan’, ha superado desafíos personales y ha establecido un negocio que ofrece comida casera y asequible. Juntas, representan la rica herencia culinaria de Quito, proporcionando una experiencia gastronómica auténtica y memorable.

Carmen Chasi: Los Motes de San Juan, un ícono de la gastronomía local

Los ‘Motes de San Juan’ se ha convertido en un verdadero ícono de la gastronomía quiteña, con casi 85 años deleitando a sus visitantes con un plato emblemático. La actual propietaria ha dedicado su vida a mantener viva esta tradición familiar, heredada de su abuela y su tía.

Desde sus humildes comienzos, este acogedor rincón ha sido un punto de encuentro para quienes buscan disfrutar de un delicioso plato de mote. Carmen abre sus puertas de lunes a domingo, de 09:30 a 14:30. Ubicado en las calles José Riofrío y Nicaragua, en el centro de Quito, Los Motes de San Juan recibe a estudiantes, trabajadores de oficina, miembros de la policía y vecinos, todos atraídos por el irresistible sabor del mote, papa, tostado, fritada, picadillo y ají.

Lo que realmente distingue a ‘Los Motes de San Juan’ es la técnica de cocción tradicional a leña. La madera utilizada no solo aporta un toque ahumado, sino que también realza los sabores de los ingredientes, haciendo que cada bocado sea una explosión de sabor tradicional.

A pesar de su modesta apariencia, el establecimiento guarda en su interior el valioso recurso de la leña, indispensable para mantener viva la esencia de la cocina tradicional. Aunque sus hijos le sugieren retirarse y disfrutar de un merecido descanso, Carmen prefiere seguir al frente de su querido negocio, donde ha formado lazos de amistad duraderos con sus clientes. “Mi cariño, mi vida, ¿Cómo está?, ¿Cómo ha pasado?” son expresiones de afecto que resuenan en su local, llenando su corazón de felicidad y energía.

A sus 75 años, Carmen Chasi continúa con pasión y dedicación en su labor diaria. Ella cree firmemente que el éxito de su negocio radica en más que solo los ingredientes de calidad; es el amor y la dedicación con los que cocina cada plato lo que lo hace especial. “Cocinar no es solo poner los ingredientes a cocinar, es un sacrificio madrugar, preparar los alimentos, seleccionar lo mejor para cada preparación”, explica Carmen con una sonrisa llena de calidez y afecto.

Graciela Morales: El sabor de la historia en el mercado de Conocoto

En el mercado de Conocoto, situado en las calles García Moreno y Juan Montalvo, Graciela Morales continúa la tradición de su madre con ‘El Mote Sabrosón’. Su madre trabajó en este negocio durante 60 años, cuando el mercado estaba en sus inicios, con mesas y toldos. Con el tiempo, el mercado se consolidó, y hoy Graciela sirve platos que van desde $0.50 hasta $2.00.

Graciela afirma que el secreto de su sazón es el amor y la cocción a leña, que le confiere un sabor especial. Su plato típico incluye mote, choclo, alverja, fréjol, hierbitas, chicharrón y tostado. Además, su ají, preparado en tiesto de barro, tiene un picante medio a fuerte. Su puesto está abierto de lunes a domingo, de 07:00 a 14:00, siempre listo para recibir a sus clientes con una sonrisa y una comida deliciosa.

Rosa Chimba: Las Tradicionales Fritadas de la Corea

En ‘Las Tradicionales Fritadas de la Corea’, ubicado en las calles Corea y Núñez de Vela, sector Iñaquito, la fila de clientes esperando es una clara señal de la popularidad de su comida. Este negocio lleva 15 años deleitando a sus comensales. Rosa recuerda haber tenido su pequeño puesto en la Casa de las Culturas cuando era niña, y poco a poco ha encontrado su clientela en las calles de Quito.

Heredando el espíritu trabajador y la sazón de sus tías, Rosa vende unos 400 platos de lunes a sábado, de 09:00 a 17:00. Los domingos, su hijo se encarga del negocio, utilizando los ingresos para sustentar sus estudios. Su plato incluye aguacate, mapahuira, fritada, maduro, choclo, mote y ají de maní y tomate de árbol con picor bajo a medio, y se ofrece a precios de $ 2.50 a $ 3.00, siempre «bien puestito», como ella dice. Rosa considera el ajo y la cebolla esenciales en su preparación.

María Agustina Chicaiza: La lucha y el sabor en la Jorge Juan

María Agustina Chicaiza es la propietaria de ‘Los Motes de la Jorge Juan’, ubicado en las calles Jorge Juan y Mariana de Jesús. Comenzó su negocio en las calles, enfrentando desafíos como la retirada de sus canastas por las autoridades o el clima impredecible de la capital. Con lágrimas en los ojos, María agradece a Dios por ayudarla a salir adelante y poder educar a sus hijas, aunque a veces sea difícil.

El secreto de María es que la comida siempre es preparada por sus propias manos y que su ají no pique mucho. Su plato incluye mote, papa, maduro y ensalada de alverja, zanahoria y cebolla, y se ofrece a precios de $ 2.25 a $ 3.25. Su local abre de lunes a sábado, de 08:00 a 14:00, y siempre está dispuesto a recibir a sus clientes con alimentos frescos y llenos de sabor.

Una ciudad llena de sabores y tradiciones

En una ciudad tan mágica y llena de historia como Quito, donde los sabores y las tradiciones se entrelazan, estos puestos de comida se han convertido en una tradición culinaria indispensable. La alegría y la pasión de Carmen Chasi, Graciela Morales, Rosa Chimba y María Agustina Chicaiza se reflejan en cada plato servido, haciendo que cada visita a estos lugares sea una experiencia memorable.

Cada una de estas mujeres no solo es propietaria de un negocio, sino una embajadora de la tradición quiteña, transmitiendo a cada cliente un pedazo de su historia y su entusiasmo por la vida. Sus locales son más que simples lugares para comer; son un tesoro en el corazón de Quito, testimonios vivientes de la rica herencia culinaria de la ciudad.