Las ventajas del diferencial cambiario convierten a Ipiales, población colombiana ubicada frente a Tulcán, en el imán y vitrina atractiva para los compradores ecuatorianos. Durante el último feriado, cientos de ecuatorianos se volcaron masivamente a la fronteriza ciudad.

Un dólar alcanzó el techo de 3.359 pesos colombianos en el mercado oficial, una cotización que seduce a los viajeros nacionales.

El movimiento comenzó desde hace tres semanas, cuando la moneda colombiana superó los 3.000 pesos en el mercado de la calle, favoreciendo a los clientes ecuatorianos, que durante los fines de semana copan los más de 8.000 negocios que existen en la vecina urbe.

Jeimy Termal, de la Cámara de Comercio de Ipiales, dijo que después de cinco meses de recesión ahora con el alto valor del dólar se presenta una ligera recuperación y el comercio y la hotelería de su ciudad le apuesta nuevamente a los turistas del Ecuador.

Aprovechando el alza cambiaria, las cadenas de almacenes y supermercados prepararon ofertas y promociones para atraer a la clientela ecuatoriana el viernes, sábado y domingo.

Daniel Carapaz, cambista de moneda, quien labora en el parque central de Tulcán, comentó que el boom no ha favorecido a su sector, pues la mayoría de viajeros prefiere utilizar tarjetas de crédito o de débito cuando pasa a Ipiales.

El cambista sostuvo además que el incremento del valor del dólar se debe a que en Colombia el peso está devaluándose, mientras que la moneda americana es fuerte.

Y mientras en Ipiales hay expectativa porque el cambio mueve su comercio, la situación preocupa a los comerciantes de Tulcán que sienten el impacto, pues perciben un bajón en las transacciones y la ausencia de la clientela colombiana.

Frente a la presencia de más de 30.000 ecuatorianos el fin de semana pasado, los protocolos de seguridad en el vecino país se activaron con la finalidad de garantizar la estancia de los viajantes.

En las calles de Ipiales había visitantes no solo de Ibarra, sino también de Quito, Guayaquil, Cuenca, Ambato.

Algunos dijeron que los precios eran favorables en vestuario, calzado, electrodomésticos, telefonía celular, alimentos, impresoras, papel higiénico, entre otros. Estos, por la tasa de cambio, resultan más económicos que en los comercios ecuatorianos.

Los vehículos particulares debieron utilizar el fin de semana entre dos y hasta tres horas para movilizarse entre Tulcán e Ipiales, debido al alto flujo vehicular.

Canasta fronteriza, entre pedidos de gremios

Uno de los temas que genera inquietud en Tulcán y que forma parte de los pedidos que han hecho gremios al Gobierno, es la homologación de la canasta comercial fronteriza.

La queja es que no incluye ítems como impresoras, guadañas, línea blanca, entre otros.

Jairo Jácome, directivo que solicitó la homologación de la canasta comercial fronteriza con la de Sucumbíos, comentó que se han acogido sus sugerencias y que en los primeros días de junio existe el compromiso de ponerla en vigencia con más mercaderías.

Este economista cuestionó días atrás los contenidos del reglamento de la Ley de Fronteras que estructuró el Senplades. Esta es una de las herramientas jurídicas y económicas que podrían reactivar la economía y dotar de recursos a gobiernos locales para la promoción de la industria en la frontera.

Jácome señaló que este documento, elaborado por la Senplades de la Zona 1, dista de la realidad local, debido a que constan créditos para los gobiernos seccionales, pero no incluyen empréstitos para la empresa privada. (I)