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Las embarazadas pueden aplicarse la tercera dosis sin riesgo

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 Las embarazadas pueden aplicarse la tercera dosis sin riesgo

Este grupo poblacional podrá recibir cualquiera de las vacunas disponibles en el país. Aplica también para la etapa de lactancia.

Desde junio de 2021, las mujeres embarazadas acceden a la vacunación contra la COVID-19.  Para quienes ya han cumplido seis meses desde la segunda dosis es necesario contar con el refuerzo.

Fernando Aguinaga, presidente de la Sociedad de Pediatría Ecuatoriana, dice que no hay contraindicaciones para que las futuras madres se coloquen la tercera dosis y tampoco para quienes están en etapa de lactancia. «Por el contrario, mediante la leche materna la madre le pasa anticuerpos al bebé», resalta Aguinaga.

Lineamiento

El Ministerio de Salud Pública (MSP) cuentacon un documento para que la vacunación a mujeres embarazadas mayores de 35 años o con comorbilidades, según el listado de condiciones graves o enfermedades crónicas (anexo 1 del lineamiento) se realice a partir de las 12 semanas de gestación; y las embarazadas sin riesgo, a partir de las 20 semanas. «Para ello, este grupo objetivo deberá presentar la prescripción médica y certificado que acredite comorbilidades, además se solicitará su consentimiento de forma verbal, no escrito».

Este grupo poblacional podrá recibir cualquiera de las vacunas disponibles en el país: Pfizer, AstraZeneca, Sinovac o CanSino.

Riesgos al contagiarse

La evidencia disponible revela que las mujeres gestantes con COVID-19 tienen mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave. En comparación con las no embarazadas, especialmente las embarazadas de 35 años o más, las que tienen un índice de masa corporal alto o padecen de comorbilidades, como la diabetes o la hipertensión, tienen un mayor riesgo de parto prematuro.

Asimismo, demuestra que las mujeres en estado de gestación que desarrollan COVID-19 tienen más probabilidad de requerir cuidados intensivos y tener complicaciones cardiopulmonares graves que las no embarazadas.

«Cabe resaltar que, si la embarazada ha presentado COVID-19, es recomendable la vacunación tres a cinco meses después de su diagnóstico. Al igual que el resto de la población que ha padecido esta enfermedad», detalla el MSP.