La terminal terrestre de Tulcán trabajaba ayer a su máxima capacidad por la creciente afluencia de venezolanos que intentan llegar hasta la frontera con Perú y cruzar antes de que este país comience a exigir pasaporte y visa.

El creciente flujo de migrantes hacía insuficientes las 164 frecuencias que diariamente salen desde este centro de movilidad.

Ante la inmensa presencia de viajantes, la administración de la terminal optó por habilitar frecuencias extras, que legalmente tienen un costo adicional en cada boleto de un 30%. Pero eso también destapa especulación y afectaba también a viajeros locales que se necesitan trasladar.

Patricio Sevillano, docente en Bolívar que viaja de lunes a viernes, dijo que por estos días se está privilegiando el traslado de venezolanos y se está marginando a los ecuatorianos que deben viajar a Bolívar, El Juncal, Ibarra, Otavalo, Cayambe.

“En las ventanillas no somos bien tratados y debemos pagar hasta ocho dólares para dirigirnos a nuestros sitios de trabajo, cuando el valor real es de dos dólares con cincuenta centavos en mi caso”, indicó el periodista y maestro.

La inconformidad llegó hasta la Agencia Nacional de Tránsito, donde se anuncian operativos para frenar esta clase de abusos.

Francisco Castro, de la ANT Carchi, dijo que existen varias denuncias que están siendo analizadas en Quito.

Comentó que meses atrás cuando hubo altos picos de viajeros se llegó a un acuerdo con las cooperativas y empresas de buses para que cada unidad de transporte entre 15 y 20 pasajeros nacionales, algo que se estaría incumpliendo.

Ayer, ante las continuas denuncias, Castro advirtió que aplicarán sanciones administrativas a quienes continúen especulando y no brindando el servicio a los connacionales.

El funcionario señaló que una de las alternativas será convocar a operadoras de otras provincias mientras dura la emergencia. Para hoy se estima que el flujo aumente frente a otros días. (I)