La Paz, 22 jun (Prensa Latina) El presidente de la Cámara de Diputados de Bolivia, Freddy Mamani, informó hoy que enviarán una carta al papa Francisco por el informe que presentó la iglesia católica sobre los hechos de 2019.

Mamani cuestionó la parcialización de algunos líderes católicos en el país y señaló que en la misiva al sumo pontífice expresan preocupación por esta postura, pues tras haber realizado un análisis y evaluación del documento presentado por ellos se evidenciaron varias falsedades, reportó la agencia informativa local ABI.

‘Nos extraña que ese grupo minoritario, que está parcializado con otro grupo, haya presentado un informe donde se indica que hubo un vacío de poder en 2019; y segundo, que indica también que la reunión que han sostenido habría sido con la participación de algunas organizaciones sociales, totalmente falso’, enfatizó.

Asimismo Mamani defendió las declaraciones de la exlegisladora del Movimiento Al Socialismo (MAS), Susana Rivero, y afirmó que ella renunció el 14 de noviembre de 2019 y no el día 10, antes de la asunción de Jeanine Áñez, como fue verificado, reportó el diario Correo del Sur.

La exdiputada del MAS se presentó recientemente ante la Fiscalía para declarar en el marco del caso ‘golpe de Estado’ y afirmó que, durante la crisis poselectoral de 2019, nunca hubo vacío de poder.

Hoy el presidente de la Cámara de Diputados presentó ante los medios de comunicación una copia de la renuncia de Rivero.

‘El 14 de noviembre de 2019 (Rivero) presenta esta renuncia, entonces cómo se explica que hubo vacío de poder. Por supuesto que los presidentes de las dos cámaras habrían renunciado en su momento y eso también forzado, como el pueblo boliviano sabe; pero aquí, el 14, recién presenta la renuncia la compañera Susana Rivero, es el único documento que se tiene registrado en la Cámara de Diputados’, sostuvo Mamani.

Según un informe de la Conferencia Episcopal de Bolivia, que reúne los detalles de los hechos ocurridos en 2019 tras la forzada renuncia del presidente Evo Morales, los altos cargos del MAS que estaban en la línea de sucesión declinaron asumir la presidencia y aceptaron que lo hiciera Jeanine Áñez.

Esta afirmación fue rechazada categóricamente por la expresidenta del Senado, Adriana Salvatierra, otros políticos y por la Cámara de Diputados.

Una de las aseveraciones de la Iglesia da cuenta que Salvatierra y Rivero, ambas del MAS, no quisieron asumir la presidencia del Estado, argumentando que ‘sus vidas corrían peligro’.

Inmediatamente después de publicado el informe, Salvatierra afirmó que nunca aceptó la presidencia de Áñez.

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