Al Austro vuelve el drama de la migración ilegal a Estados Unidos

Cuenca –

La migración irregular de ecuatorianos a Estados Unidos cobró en estos últimos días doce nuevas víctimas y hasta ahora se han encontrado nueve cadáveres que están en etapa de identificación.

Uno de los viajes fatídicos más recientes se inició el 13 de marzo pasado y en él algunos han desaparecido y otros fallecieron ahogados en el río Bravo, que hace de frontera entre México y Estados Unidos. Se lanzaron a sus aguas para no ser víctimas del grupo narcoviolento mexicano Los Zetas, según testimonios.

La alerta no vino de las autoridades ecuatorianas sino de la organización 1-800 migrante, un colectivo particular que trabaja con oficinas localizadas en Nueva York y Ecuador. Andrea Ledesma comentó que hay tres grupos extraviados que salieron el 28 de marzo, el 13 de abril y el 18 de abril pasado.

Según la versión de un sobreviviente, “tuvieron que lanzarse al río porque venían Los Zetas a capturarles”. Él vio que mucha gente no pudo salir del río.

Por ahora en el listado de desaparecidos está David Villavicencio Loja, un joven de 19 años que vivía con su hermana y otros familiares en el cantón azuayo Sígsig.

Todos están devastados por la noticia y su hermana mayor, Andrea, la tarde del martes, con un llanto incontenible, desde la ventana de su casa comentó que por ahora no hablarán del tema por el intenso dolor que llevan dentro.

Milton Castro es el jefe político de este cantón ubicado al noreste de Cuenca. Conoce a la familia y describió que era “un joven como cualquier otro que intentó migrar”. Mencionó que parte de su familia se encuentra en Estados Unidos, por lo que considera que esa pudo ser una “motivación para ir”.

La presencia de migrantes se notaba fácilmente en una gran casa construida en medio de los sembríos, la que se levantó con el dinero de años de trabajo en el país del norte.

Nelly, tía de David, relató al colectivo 1-800 migrante que la última vez que tuvo contacto con él fue el 13 de abril y que se aprestaba a cruzar el río Bravo en la frontera entre México y Estados Unidos, a pesar de que no sabía nadar. Además refirió que el traslado se financió con dinero prestado.

El drama también se siente en la parroquia Urdaneta, en la provincia de Loja, pues ayer se confirmó que Héctor Leonardo González se ahogó en el río que cruza el límite geográfico entre los dos países.

Desde esa provincia ubicada al sur del país, Melba Godoy, su tía, entre lágrimas contó que “su flaquito lindo” salió sin contar a nadie desde la humilde casa en la que vivía con su mamá. Dijo que está preparada para recibir cualquier noticia, pero su anhelo es que “venga y que las autoridades le ayuden” porque son una familia que siempre ha compartido lo poco que tiene.

El último contacto, según la tía, fue por vía telefónica con su hermano gemelo a quien le contó que estaba en México. Pero la preocupación se acrecentó cuando a la una de la madrugada del pasado sábado, un conocido le llamó a preguntar si Héctor habría pasado a Estados Unidos. A partir de ese momento “no supimos más”, dice la golpeada mujer.

En la lista de personas desaparecidas y fallecidas están Ángel Tacuri y Medardo Toapanta, oriundos de los cantones azuayos Paute y Sígsig, respectivamente. También están Sara Sagñay y Miriam Paguay, ambas de la provincia de Chimborazo. En cuanto a víctimas mortales hasta ahora se han hallado los restos de Luis Oswaldo Quezada, nativo de la parroquia San Lucas, en Loja.

«Que venga mi flaquito, flaquito lindo. Estoy preparada para todo, pero por favor que venga, que nos ayuden (a traer su cuerpo desde México). No nos contó, él se fue calladito”, Melba Godoy, tía de Héctor González

Hasta el 2018, hay 67 migrantes perdidos

En los registros del Viceministerio de Movilidad Humana, localizado en Azogues, la cifra de desaparecidos hasta el 2018 es de 67 migrantes ecuatorianos. Los números del 2019 no los entregaron hasta el martes, a pesar de que este Diario hizo la petición con 48 horas de anticipación.

En un reporte emitido en enero del 2017, se describe que el 90% de las desapariciones se dio en la frontera entre México y Estados Unidos.

Édgar Orellana, coordinador de la Casa municipal del Migrante, considera que la migración con viajes pactados con coyoteros tiene muchos factores, pero en los últimos tiempos uno de los que más ha influido es que “el país no se encuentra en las mejores condiciones económicas”, lo que ha incidido en la población urbana y rural que toma decisiones no acertadas.

En su registro consta que entre el 2016 y 2018 fueron deportados de Estados Unidos 3.700 ecuatorianos, que no siempre encuentran una ocupación formal a su regreso. (I)