La historia de amistad que nació gracias a un iPhone robado
Lo que están por leer parece extraído de una canción de Ricardo Arjona, el gigante guatemalteco, pero no es así. En realidad se trata de una bella historia de amistad que fue posible gracias a lo caprichoso que es el destino.
Que nos roben nuestro smartphone puede ser una tragedia, ya sea porque estos gadgets no son nada baratos, porque muchos los usan como herramientas de trabajo, o porque guardamos en ellos información importante, o bien, una suma de los puntos anteriores. Por eso, es más que lógico que terminemos mentando madres cuando alguien nos despoja de nuestro teléfono. O no…
Hace casi un año, Matt Stoppera sufrió el robo de su celular. Paradójicamente, este trago amargo lo llevó a encontrar una amistad hasta el otro lado del mundo. Dividiremos esta historia en partes, tal y como Iñárritu lo haría en el cine (por eso, meteremos imágenes de gente de distintas culturas sufriendo, para acercarnos a la visión de este cineasta mexicano).
NUEVA YORK
Hace varios meses, Matt Stopera visitó su bar favorito en Nueva York. Stopera, quien trabaja para el sitio Buzzfeed, comenzó a beber y las copitas que iban entrando en su cuerpo hicieron que perdiera de vista su iPhone 5.
“Cometí un error de libro: dejé el teléfono en la mesa y, según me emborrachaba, me olvidé de él”.
Desesperanzado, al poco tiempo se compró otro celular. Fue entonces cuando se dio cuenta que en el álbum de imágenes que tenía vinculado a su iCloud, comenzaron a aparecer fotos que el no había tomado. En ellas aparecía un hombre con rasgos asiáticos posando delante de un naranjo. También había imágenes de algunas pequeñas ciudades donde se celebraba el año nuevo lunar con fuegos artificiales y petardos. Stopera concluyó que las fotos habían sido tomadas en China.
Cuando fue a una tienda Apple le confirmaron su teoría: Su antiguo iPhone había terminado en aquel lejano país. Al parecer, los ladrones no desconectaron la opción de almacenar las fotos del iPhone de forma automática en la nube.
Sorprendido de que su teléfono terminara en China, Stopera decidió inutilizar vía remota su antiguo iPhone y escribió un artículo contando su experiencia, e incluyendo las fotografías que aparecían en su iCloud.
MEIZHOU
El artículo de Stopera fue traducido al chino… por un chino, quien lo compartió en Weibo, una red social china similar a Twitter. Así, el artículo del iPhone robado fue leído del otro lado del mundo y se volvió muy éxitoso, pues en cuestión de horas fue compartido más de 20 millones de veces. Extasiados, los chinos se pusieron a buscar al «hermano del naranjo», como apodaron al hombre que aparecía en las fotos del iCloud de Stopera.
Para saber en qué acabaría el asunto, y movido por la curiosidad, Stopera abrió su propia cuenta en Weibo, donde en poco tiempo consiguió 180,00 seguidores.
Finalmente el sujeto que tenía el celular fue encontrado en Meizhou, una pequeña localidad china. El nombre de este hombre es Li Hongjun, quien reconoció haber comprado ese iPhone en el mercado negro. Apenado, decidió resarcir el daño invitando a Stopera a China para que probara la comida china típica del restaurante que dirige y devolverle su teléfono.
Al enterarse del encuentro de estas dos personas, miles de usuarios de Weibo, le mandaban mensajes a Stopera pidiéndole que aceptara el viaja y conociera a Li Hongjun.
Jieyang
Matt Stopera y Li Hongjun se volvieron celebridades. Esto provocó que cuando Stopera llegó al aeropuerto de Jieyang fuera recibido por una multitud. Ahí finalmente se encontró con Li Hongjun «el hermano del naranjo», con quien entabló una amistad casi al instante. Hasta le llevaron unas flores.
Stopera, quien recuperó su iPhone 5, narró la experiencia en su cuenta de Twitter:
“Ahora ya sé lo que es sentirse como Kim K (Kardashian) en el aeropuerto de Los Angeles».
«Hay tres cámaras esperando en el lobby al estilo TMZ, y nos movemos en una flota de coches adornados con el rostro del ‘hermano del naranjo”.
Al leer eso nos acordamos de esta escena:
Bueno, quizá exageramos un poco. Pero de que el asunto estuvo pintoresco, lo estuvo. Chequen estas fotos tuiteadas por el propio Stopera:
¡Hasta tomaron un baño de barro!
Así, dos culturas diferentes, dos hombres que viven en distintos continentes, fueron unidos por un iPhone robado, y entre ambos nació la más bella amistad. Para conmemorarlo, ambos plantaron un naranjo.
Lo que ha unido el Weibo y el mercado negro internacional de los teléfonos robados, que no lo separe el hombre.