La calle sí es como la pintan: ¡Dura!

La entrada de la 8 no es solo el sitio donde convergen las unidades de transporte que ingresan a las populosascooperativas del noroeste de Guayaquil. Es un lugar donde los comerciantes informales se convierten en gacelas para tratar de tomar clientes ‘al vuelo’, aprovechando los semáforos en rojo.

Se lo ha señalado también como un sitio conflictivo, por la serie de robos y asaltos que allí se producen. Es “la boca del lobo”, dijo una moradora que, por temor, no quiso identificarse.

“Ya estamos acostumbrados a ver correr a sujetos que, al paso, van arranchando las cosas”, agrega el dueño de un local de comidas. “Los amigos de lo ajeno como tigres siempre están cazando a sus víctimas”, dice antes de retirarse.

Así, en medio de este ambiente, me preparo para ingresar como vendedor de agua de coco donde ‘las papas queman’. Mi intención es ubicar visualmente a esos sujetos que se han ganado mala fama.

Antes de iniciar esta misión un contacto que tengo en el sitio me advirtió: “Delgado, ten cuidado con la Pulmón de gato, la pelada desde hace tiempo te la tiene dedicada, si te descubre que andas disfrazado de coquero no va a estar viendo que eres periodista, sino que te va a entrar a como pinte”.

Pulmón de gato es una mujer menuda que siempre está en líos con la justicia. Ella y otros sujetos de malosantecedentes que se hacen pasar por vendedores callejeros han hecho su centro de operaciones en la entrada de la 8.

“Son como doce individuos que, con el pretexto de ofrecer algo, cometen fechorías y nos perjudican a quienes somos verdaderoscomerciantes. Por eso cuando nos acercamos la gente nos mira mal, como si les fuéramos a hacer algo”, menciona Diego, quien ofrece fundas de mangos en ese sitio.

Así, con las fundas de refrescos y pedazos de coco, se inicia mi aventura en medio del bullicio de la gente y el pito incesante de los carros.