Juan María Montalvo Fiallos

Juan María Montalvo Fiallos

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Juan María Montalvo Fiallos nació el 13 de abril de 1832 en Ambato, Ecuador y murió en París, Francia, 17 de enero de 1889. Fue un ensayista y novelista ecuatoriano.

Su pensamiento era liberal y estuvo fuertemente marcado por el anticlericalismo y la oposición a los presidentes Gabriel García Moreno e Ignacio de Veintimilla.

Los últimos días de Juan Montalvo

Alrededor del año 1886, Juan Montalvó regresó a Francia en donde sus planes de regresar a Ecuador cada vez eran más difíciles de concretar. En 1888, el presidente Antonio Flores Jijón propuso a Montalvo la posición de cónsul en Burdeos, pero Montalvo rechazó la oferta. Durante su estancia en París, entre el 8 y 10 de marzo el mismo año, su salud empeoró repentinamente debido al mal clima. Mientras regresaba de la casa editorial donde había estado revisando algunos detalles del tercer volumen de «El Espectador», fue sorprendido por una fuerte lluvia y contrajo neumonía.

Después de varios días, los síntomas de la enfermedad de Montalvo empeoraron y su situación económica se deterioró notablemente. Durante ese período de sufrimiento, Agustín L. Yerovi y Clemente Ballén lo visitaron con frecuencia. Los médicos que lo atendieron al principio de su enfermedad no se dieron cuenta de que la neumonía que padecía se había convertido en un derrame pleural. Fue el médico León Labbeé quien finalmente diagnosticó el problema y le proporcionó tratamiento, aunque solo temporalmente, ya que Montalvo seguía padeciendo cada vez más. Después de un examen adicional, Labbeé descubrió una peligrosa acumulación de pus y sugirió una operación inmediata, que Montalvo aceptó a pesar de ser difícil.

La Operación

El día de la cirugía, en el momento de decir si concedía su permiso para la anestesia, para sorpresa de todos contestó diciendo: : «En ninguna ocasión de mi vida he perdido la conciencia de mis actos. No tema, doctor, que me mueva. Operará usted como si su cuchilla no produjera dolor».

Testimonio del médico Agustín Yerovi

La operación que sufrió Montalvo, horroriza. Consistió en levantar dos costillas de la región dorsal, después de cortar en una extensión de un decímetro, las partes blandas de esa región; dar la mayor dilatación a la herida, mediante pinzas que recogen carnes sangrientas, y luego colocar algo como una bomba, que tiene el doble objeto de aspirar los productos del foco purulento, e inyectar líquidos antisépticos; es decir: algo como fuego. -Todo esto duró cosa de una hora; mientras tanto, el enfermo no había exhalado una queja, ni contraído un músculo. La actitud serena y hasta majestuosa, interesó a los médicos, practicantes y espectadores. Uno de ellos exclamó: ese hombre es un carácter.

Sin embargo, hay dudas acerca del testimonio como en los actores de aquel supuesto acto, ya que es improbable que un ser humano pueda soportar tal tortura y sufrimiento. Además, Montalvo fue sometido a una operación de abscesos en la garganta, que resultó ser un proceso prolongado. Después de la operación, el cirujano descubrió que la infección había afectado otros órganos y tejidos, y que la única opción era mantener la herida abierta para drenar periódicamente el líquido infectado. La herida permaneció abierta hasta su muerte.

Montalvo sabía que la hora de su deceso se acercaba por lo que pidió que lo lleven a su casa de la rue Cardinet n.º 26 donde expresó: «Solo siento que toda mi vida se concentra en mi cerebro. Podría componer hoy una elegía como no la he hecho en mi juventud».

Fallecimiento

Montalvo empeoró progresivamente y el 15 de enero de 1889 llamó al doctor Agustín L. Yerovi para comunicarle sus últimas voluntades, incluyendo su deseo de ser enterrado en París. Al día siguiente comenzó a agonizar y el 17 de enero pidió que lo vistieran con su traje negro y frac, además de solicitar que compraran un ramo de claveles para su ataúd. Esas fueron sus últimas palabras.

Funeral

Ecuador costeó un funeral solemne en la iglesia de San Francisco de Sales. Durante el gobierno liberal, sus restos fueron repatriados y enterrados en el cementerio de Guayaquil, donde permanecieron hasta su exhumación el 10 de abril de 1932. Al día siguiente, sus restos fueron trasladados a Ambato y se encuentran en su mausoleo desde entonces. Después de su muerte, se publicaron póstumamente Capítulos que se le olvidaron a Cervantes en Francia en 1895 y Geometría Moral en 1902.

Sus Obras

Juan Montalvo fue un escritor muy fecundo, que produjo una gran cantidad de obras en diferentes géneros literarios. Su obra filosófica abarca alrededor de mil páginas, su producción de ficción consta de cerca de novecientas páginas y sus principales ensayos superan las dos mil. Si bien algunos de sus textos fueron publicados por él mismo, también existe una abundante obra póstuma, ya que los estudios de sus libros continúan siendo populares hasta el día de hoy.

A continuación, se muestra una lista de algunas obras de Juan Montalvo:

  • Primeras obras en periódicos
    • 1848: La Razón
    • 1849: El Veterano
    • 1854: La Moral Evangélica
  • Ensayos políticos y religiosos
    • 1856: El Espectador, en tres tomos 581 p.
    • 1865: El Cosmopolita, nueve libros
  • Ensayos filosóficos
    • 1882: Siete Tratados, en dos tomos 866 p.
    • 1902: Geometría Moral, 214 p.
  • Ficción
    • 1895: Capítulos que se le olvidaron a Cervantes, novela 448 p.
    • 1935: El libro de las pasiones: La Leprosa, Jara, Granja, el Descomulgado, y el Dictador, dramas 456 p.
  • Miscelánea
    • 1873: Judas en 38 p.
    • 1916: Fisiología de la risa, ensayo en 50 p.