El ex presidente Jimmy Carter celebró el miércoles su 90mo cumpleaños en Atlanta, apagando tres velas que representaban el pasado, el presente y el futuro, al tiempo que agradeció a familiares y amigos por su apoyo.

«Han sido unos primeros 90 años buenos», bromeó el 39no mandatario de Estados Unidos antes de decirle a la multitud reunida en una capilla en el complejo del Centro Carter que espera con ansia realizar mucho más trabajo. Carter y su esposa, Rosalynn, fundaron esa organización internacional promotora de la salud y los derechos humanos después de que salieron de la Casa Blanca.

Carter dijo que su vida ha sido moldeada en su mayor parte por su matrimonio con Rosalynn y por haber crecido en Plains, Georgia, donde trabajó y jugó con niños negros que no tenían los mismos derechos que él debido a su raza. Dijo que aún siente culpabilidad por no percatarse más pronto de lo incorrecto que era eso.

Haber sido elegido presidente, agregó, fue el punto culminante de su vida política. Sin embargo, dijo que ha tenido «los mejores momentos» de su vida desde que estableció el Centro Carter, «este hermoso lugar sobre la Tierra que ha establecido estándares éticos y morales que ejemplifican lo que una súper potencia como Estados Unidos debería ser».

A Rosalynn Carter se le entrecortó la voz mientras presentaba a su esposo, diciéndole que está orgullosa de él tanto por su trabajo como por la familia que forjaron juntos. En cuanto al futuro, dijo que sólo una cosa era cierta: «Habrá algo porque Jimmy Carter es desdichado si no está haciendo alguna cosa», mientras reía junto con los asistentes.

Carter es el segundo ex presidente estadounidense con mayor edad entre los cinco que aún se encuentran con vida. Nació 111 días después que George H. W. Bush, quien celebró su 90mo cumpleaños a principios de 2014.