Mientras tanto, en el ámbito externo, lo que influye para que un adolescente tenga una ideación suicida son las relaciones sentimentales y problemas estudiantiles. En este punto, el experto aclara que existen muchos motivos para que una persona halle en la muerte un descanso a toda su indignación —por alguna situación romántica o educacional— que le dificulte analizar su entorno. “Cuando un joven trae consigo estos problemas, de inmediato se refugia en el alcohol”, dice Villalba.

“Los chicos tienden a aislarse del mundo cuando terminan con una relación, y ojo, los amigos nunca influyen en darle ideas de atentar contra su vida, es más, ellos aconsejan en olvidarse de aquella relación fallida y seguir su camino”, acierta el psicólogo.

Mario Villabla detalla algunas señales de advertencia en un adolescente que tiene pensamientos suicidas, entre ellas:

— Aumentar el consumo bebidas alcohólicas

— Escribir sobre el suicidio. Hacer declaraciones como “me voy a matar” o “ya voy a dejar de ser un problema para ti”

— Hacer cosas autodestructivas

— Evitar tener contacto con la sociedad

— Tener cambios en la personalidad o ponerse extremadamente ansioso

— Presentar cambios de humor