Esta tarde, trece internos del Centro de Rehabilitación Social (CRS) Turi fueron aislados por ser posibles portadores del COVID-19. Ellos permanecían en el pabellón denominado Centro de Detención Provisional (CDP) y los llevaron al área de visitas íntimas hasta conocer los resultados de las pruebas.

Rómulo Montalvo, director del CRS, confirmó esta noche que a los trece reos se les aplicó una prueba rápida y aunque aún no hay los resultados definitivos, se los aisló porque “están con indicios, con sospechas de que posiblemente pueda ser COVID”.

No tiene claro cómo se produjo el potencial contagio porque, según dijo, desde que inició su gestión en abril pasado se implementaron protocolos de bioseguridad en diferentes áreas como cocina o garitas. Pero su primera teoría es que pudo haber venido del exterior porque los agentes de seguridad penitenciaria y los policías que ahí laboran hacen uso de sus días de franco o libres.

Por eso este día también dispuso que se apliquen 100 pruebas a guías y policías para conocer su estado de salud. La alerta también se dio porque en el CDP están detenidas 193 personas y se quiere evitar un contagio masivo en el resto de pabellones. (I)