Horas antes, en espacios públicos y los patios de comida de centros comerciales de Guayaquil, Quito, Cuenca, Manta y otras ciudades del país se convirtieron momentáneamente, en escenarios de un sueño: el de ver al país clasificar, por primera vez, a una final de una copa del mundo.

Es que nadie se quería perder el partido de la Mini-Tri. En Guayaquil, cientos de personas se agruparon en la plaza San Francisco, que está en la 9 de Octubre y Pedro Carbo, para darle el apoyo a los campeones sudamericanos.

“Vamos Ecuador. Con todo muchachos”, gritaron después del pitido inicial.

En Quito, desde el inicio del partido decenas de hinchas enfundados en camisetas tricolor para observar el encuentro ante Corea. En el parqueCumandá se colocó una pantalla gigante que convocó a una multitud de compatriotas. El presidente Lenín Moreno fue uno de los invitados a este festivo escenario, donde hubo banderas tricolor.

En otras ciudades, el público también se concentró en espacios abiertos o fuera de las vitrinas de los almacenes donde se venden televisores, para observar el encuentro.

El ‘palazo’ de Leonardo Campana hizo que casi todos se pusieran de pie. Y el cántico de “Ecuador, Ecuador” se enmudeció cuando Corea abrió el marcador, apenas pocos minutos después de la peligrosa llegada de Leo.

Al final el ímpetu de la Mini-Tri no alcanzó y tuvo que resignarse a que disputará el tercel lugar de Polonia 2019 ante los italianos. (JLV-GOZ-PCD)