El sistema solar explicado
El universo es un enorme lugar conformado por galaxias, planetas, asteroides, agujeros negros, lunas, nebulosas, estrellas, materia oscura, energía, ondas gravitacionales, y quién sabe qué otros objetos astromónicos aún desconocidos. En un recodo de ese vastísimo cosmos, está nuestro sistema solar, donde la Tierra, otros planetas y miles de millones de otros objetos siderales orbitan alrededor de nuestra estrella, el Sol. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.
¿Qué es el sistema solar?
El sistema solar es un sistema planetario constituido por una estrella (el Sol), planetas, lunas, asteroides y cometas, donde está la Tierra, planeta habitado por nosotros, los humanos. Está ubicado en el Brazo de Orión o Espolón de Orión, un brazo espiral exterior de la galaxia la Vía Láctea.
El sistema solar “se formó a partir de una nube densa de gas y polvo interestelar”, explica la NASA.
Esta nube densa colapsó. Como consecuencia, se formó una nebulosa solar —un disco de material que gira y se arremolina, atraído por su propia fuerza gravitatoria. Su gravedad atrajo más material, la presión en su núcleo causó que átomos de hidrógeno se combinaran, formando helio. Es decir, generó las primeras reacciones nucleares que dieron paso a nuestra estrella, que acumuló más del 99% de la materia de la nebulosa.
La materia más alejada de la nebulosa solar también se agrupó. Los grupos chocaron entre sí y formaron objetos cada vez más grandes. Algunos de ellos crecieron tanto, que su gravedad les dio forma de esferas y se convirtieron en planetas, planetas enanos y grandes lunas.
El Sol es casi el centro exacto de nuestro sistema solar. Su atracción gravitacional, en relación a la de los demás objetos del sistema, mantiene a los planetas en su posición. Si el Sol no cumpliera ese rol, los planetas chocarían entre sí, y con otros objetos espaciales. Además, el Sol regula la temperatura de cada planeta y los mantiene estables, permitiendo en nuestro caso, la vida como la conocemos.
¿Qué hay en el sistema solar?
La NASA explica que en nuestro sistema solar hay más de 13 millones de asteroides, alrededor de 3.900 cometas y más de 200 lunas.
Más allá del planeta enano Plutón y de los bordes del Cinturón de Kuiper, se encuentra la Nube de Oort. “Se cree que la Nube de Oort es una capa esférica gigante que rodea al Sol, los planetas y los objetos del Cinturón de Kuiper”, dice la NASA.
La función principal de esta nube es albergar cuerpos helados como cometas de período largo, es decir, “cometas que pueden tardar hasta 30 millones de años en completar una vuelta alrededor del Sol”, según la NASA.
Entre las órbitas de los planetas Marte y Júpiter, está el Cinturón de Asteroides, una región donde se encuentran la mayoría de asteroides del sistema solar. Un asteroide es un cuerpo rocoso que orbita alrededor del Sol, similar a un planeta, pero mucho más pequeño. Varían en tamaño: desde unos pocos metros hasta cientos de kilómetros de diámetro.
Los asteroides son remanentes de la formación del sistema solar hace unos 4,6 mil millones de años. No tienen atmósfera y, a diferencia de los planetas, su forma suele ser irregular debido a su pequeño tamaño y la falta de suficiente gravedad para moldearlos en formas esféricas. “Se estima que el cinturón contiene entre 1,1 y 1,9 millones de asteroides de más de 1 kilómetro de diámetro y millones de asteroides más pequeños”, dice la NASA.
En nuestro sistema solar hay 8 planetas que orbitan alrededor del sol: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Clasificación de los planetas
Planetas rocosos interiores
Son los que están más cerca al sol. Son: Mercurio, Venus, la Tierra y Marte.
“Los planetas rocosos por lo general están compuestos de carbón”, explica Juan Pablo Yunda, físico de la Universidad San Francisco de Quito. Yunda afirma que, tanto Mercurio como Venus, están compuestos principalmente por carbón y silicio. Sin embargo, Venus tiene una atmósfera más densa, con dióxido de azufre.
Planetas exteriores
Estos planetas se clasifican en dos, gigantes gaseosos —que son Júpiter y Saturno— y los gigantes de hielo: Urano y Neptuno.
Yunda explica que los planetas gaseosos tienen un núcleo sólido, pero no necesariamente de materia pesada. “Me refiero a materia pesada en el sentido de que sea un metal”, dice Yunda. Se le dice metales a todos los elementos que no son hidrógeno ni helio. “Por ejemplo, dentro de Júpiter no hay un núcleo sólido como tal, pero está tan aprisionado el gas, que se vuelve metálico, es decir, un conductor de electricidad”, explica Yunda.
Aunque los planetas son parte del mismo sistema, cada uno tiene una variedad de características y condiciones únicas.
- Mercurio es el planeta más pequeño del sistema solar.
- Venus es el planeta más caliente del sistema solar.
- La Tierra es el único lugar que alberga vida en su sistema.
- Marte es un planeta frío, desértico y polvoriento. Es, sin embargo, el planeta que más ha explorado la humanidad.
- Júpiter es el planeta más grande del sistema solar.
- Saturno está rodeado por un sistema de anillos.
- Urano es el tercer planeta más grande del sistema solar.
- Neptuno es un planeta oscuro y frío.
Los planetas enanos, por otro lado, “por lo general son planetas que no lograron adquirir una forma esférica, o sea, como una pelota y son de un tamaño bien pequeño”, explica Yunda.
Existen 5 planetas enanos que no forman parte del conteo oficial de planetas de la NASA: Plutón, Makemake, Haumea, Ceres y Eris.
Hasta el 2006, Plutón era considerado un planeta más del sistema solar. De acuerdo a Juan Pablo Yunda, la principal razón de cambiar la categoría de Plutón fue el avance que se obtuvo en datos e imágenes. “Cuando analizamos estos datos, vemos que Plutón no tiene una forma esférica, sino medio irregular y también el tamaño de Plutón es bastante pequeño”, explica Yunda.
Al ser Plutón tan pequeño no es afectado por las órbitas del resto de planetas, dice Yunda. Normalmente los 8 planetas giran alrededor del sol en un solo plano, “Plutón está girando en una órbita inclinada alrededor del Sol y alrededor de los planetas y a veces se cruza por la órbita de Urano”, explica Yunda.
¿Hay un noveno planeta?
La evidencia obtenida por investigadores del Instituto de Tecnología de California plantea la posibilidad de la existencia de un planeta del tamaño de Neptuno.
El noveno planeta o planeta X podría explicar peculiaridades de objetos más pequeños descubiertos en el Cinturón de Kuiper, una región del sistema solar.
“En astronomía todavía hay ciertos misterios que no se resuelven con las teorías actuales de Física y el planeta nueve es uno de ellos”, dice Yunda.
El planeta X podría tener una masa 10 veces mayor a la de la Tierra y orbitar 20 veces más lejos del sol en comparación con Neptuno. Los astrónomos han evaluado los datos obtenidos con el telescopio Pan-STARRS—telescopio de sondeo panorámico y sistema de respuesta rápida.
El principal objetivo del telescopio es realizar un amplio y continuo escaneo del cielo para buscar objetos cercanos a la Tierra, funciona como una recopilación de base de datos.
De acuerdo al físico Juan Pablo Yunda, la idea del planeta 9 surgió después de que se descubrió a Neptuno y Urano. “Los científicos dijeron que Neptuno y Urano se mueven de una forma extraña, entonces debería haber otro planeta en esas coordenadas”, menciona Yunda.
“Urano y Neptuno tienen unas trayectorias extrañas que no coinciden con lo que nosotros calculamos”, explica Yunda. Estos movimientos podrían deberse a dos razones: “otro planeta podría estar ahí o también podría haber corrientes de materia oscura que mueven las condiciones de la gravedad de los 2 planetas”, dice Yunda.
La materia oscura es una forma de materia que no emite, absorbe ni refleja luz, lo que la hace invisible y difícil de detectar con los instrumentos tradicionales que miden radiación electromagnética, como los telescopios.
A pesar de esto, los científicos han deducido su existencia debido a sus efectos gravitacionales sobre la materia visible, como estrellas y galaxias.
¿Qué es el Cinturón de Kuiper?
El cinturón de Kuiper “es una región con forma de rosquilla de cuerpos helados que se extiende mucho más allá de la órbita de Neptuno”, explica la NASA.
Es el hogar de los planetas enanos y algunos asteroides.
Esta región es considerada una frontera en el espacio que recién se está comenzando a explorar, y es un lugar de gran interés científico, pues en él están los restos que quedaron de la formación del sistema solar.
La gran cantidad de diferentes cuerpos en el cinturón de Kuiper permiten estudiar una amplia gama de características cosmológicas. Los diferentes estudios de esta región han generado incluso la reconsideración de lo que es un planeta, como fue el caso de Plutón.
Básicamente el Cinturón de Kruiper ofrece valiosa información sobre la formación y evolución del sistema solar. Asimismo, la heliśofera es una pieza clave en los estudios del espacio, ya que ofrece un campo amplio para investigar las fronteras más distantes de nuestro sistema solar.
¿Qué es y por qué es tan importante la heliosfera?
La heliosfera es una región del espacio dominada por viento solar, un flujo constante de partículas cargadas emitidas por el sol. “Estas partículas cargadas tienen protones, neutrones y otros electrones”, dice Juan Pablo Yunda, físico de la Universidad San Francisco de Quito.
La heliosfera actúa como una burbuja alrededor del sistema solar. Yunda explica que es como un campo magnético, como si el sol nos protegiera de la radiación cósmica— un tipo de radiación que proviene del espacio exterior y está compuesta por partículas cargadas altamente de energía como protones, neutrones y núcleos atómicos. “Hay radiación buena, la que nos da vida, que es la radiación del sol, pero también hay radiación que nos hace, daño como la radiación UV, los rayos X o los rayos gamma”, comenta Yunda.
Esta región nos protege de diferentes eventos que pueden ocurrir en el universo. Como por ejemplo, “si es que un agujero negro se come una estrella, va a emitir un jet de rayos gamma y los rayos gamma son luz bastante energética”, explica Yunda.
Es decir, los rayos gamma pueden causar daño celular y aumentar el riesgo de tener cáncer. “Incluso aquí en la Tierra ocurre sin que nos lleguen estos eventos catastróficos, los rayos UV pueden hacer esto”, dice Yunda.
El universo es enorme y por lo general no podemos ver estos eventos, mucho menos hemos sido parte de uno de ellos, sino ya no existiríamos. “Lo bueno es que están bastante lejos, nos llegaría poca radiación y tenemos la esfera y nuestra atmósfera que nos protege”, agrega Yunda.