Indigente ruso que vivía en calles de Quito se reencontró con su familia en San Petersburgo

El pasado 22 de diciembre, el ruso Maksim Bakharev dejó las calles de Quito, donde vivió al menos 9 años, para viajar a reencontrarse con su familia.

Con un “adiós…muchas gracias”, Maksim Bakharev se despidió, en español, ante el asombro del equipo municipal del proyecto “Habitantes de Calle”, quienes por primera vez escucharon hablar a este ciudadano ruso, minutos antes de abordar el vuelo de retorno a San Petersburgo, donde se reencontraría con sus padres. Bakharev hizo de Quito su casa durante 9 años, pero en la indigencia, debido a su esquizofrenia, dice un comunicado del municipio de la capital ecuatoriana.

Se informa que mediante gestiones conjuntas entre la Alcaldía de Quito y el Consulado ruso se consiguió que Maksim llegue a Rusia en un vuelo comercial el 22 de diciembre de 2018. En el aeropuerto lo esperaron sus padres, que en un emotivo abrazo recibieron a su hijo.

Al día siguiente, los padres de Maksim, a través de un correo electrónico agradecieron a la Alcaldía y al Patronato, por los cuidados que recibió su hijo, así como las gestiones para su retorno.

El 12 de diciembre del año pasado, Maksim festejaba con los brigadistas del Patronato Municipal San José, su cumpleaños 35; fue entonces cuando el cónsul de Rusia en Ecuador Andrei Alekseev, le dio la buena noticia: “Está todo listo, volverás a tu país”, situación que se cumplió sin novedades. (I)