Bernardino Echeverría asumió el arzobispado de Guayaquil hace 5 décadas

El 13 de abril de 1969, el papa Paulo VI nombró a monseñor Bernardino Echeverría arzobispo de Guayaquil tras la renuncia de monseñor César Antonio Mosquera del Corral, quien tomó la decisión a una semana de cumplir los 73 años de edad y luego de ejercer el sacerdocio durante 48 años; y estar desde hace 13 años en el Arzobispado en Guayaquil.

También se retiró de las funciones de presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. Motivos de salud le impidieron continuar ejerciendo sus actividades religiosas.

Monseñor Echeverría fue el segundo arzobispo que tuvo Guayaquil. Nació en Cotacachi (Imbabura), el 12 de noviembre de 1912. Sus padres fueron Carlos Echeverría y Carmen Ruiz. En su comunidad recibió el nombre Bernardino, ya que su nombre bautismal fue Carlos Honorato. En 1924 ingresó a la comunidad franciscana y se ordenó sacerdote el 4 de julio de 1937.

Fue un escritor y un poeta con valiosas cualidades. A él se le atribuye la autoría de la letra del himno de la ciudad de Quito. En 1942 logró el primer premio en el concurso poético sobre la Virgen del Quinche.

Se destacó como historiador con formación en Washington. Fue miembro efectivo del Instituto Ecuatoriano de Estudios Amazónicos y de la Academia Nacional de Historia.

Durante sus primeros años de sacerdote fue impulsor destacado de grandes iniciativas en favor de los pobres y de la cultura. Fundó en Quito la editorial Fray Jodoko Ricke; y la escuela popular San Andrés. Esta actividad y acierto le valieron el que sea nombrado Superior Provincial de los Franciscanos del Ecuador; sin embargo, poco duró en este cargo porque el papa Pío XII lo escogió para primer obispo de la recién creada diócesis de Ambato, el 17 de octubre de 1949.

Dedicó tiempo al servicio permanente de las comunidades indígenas de Tungurahua, pero de modo especial a aquellas de Salasaca, Chibuleo y Río Colorado. Fundó centros de promoción social y del campesinado, con especial atención a los obreros. De esta actividad surgió el Centro Obrero de Instrucción y el Centro Social San Vicente por donde pasaron cientos de personas en busca de apoyo y ayuda personal.

Fue fundador del diario El Heraldo, de las emisoras Paz y Bien, y El Heraldo de la editorial Pío XII. Impulsó que la televisión llegue a Ambato.

Escribió catorce libros, cartas pastorales y documentos de administración, conferencias y discursos en un número considerable.

Supo dar una organización especial a su diócesis con la creación de oficinas de servicio religioso que facilitó a sacerdotes y seglares los más modernos métodos de apostolado –propios de la época–.

Cuando monseñor Bernardino Echeverría fue designado arzobispo de Guayaquil tenía 57 años, provenía de la Orden Franciscana y en el ejercicio del sacerdocio ya había dedicado más de 30 años. Su cuerpo fue enterrado en el convento de San Francisco (Quito), el 6 de abril de 2000. (I)