Ecosistemas marinos de las Islas Galápagos

Ecosistemas marinos de las Islas Galápagos Vida submarina y conservación

La Reserva Marina de Galápagos, que abarca una superficie comparable a la mitad del territorio ecuatoriano, se destaca como una de las más extensas a nivel mundial. La ubicación estratégica de las islas, en la intersección de diversas corrientes marinas, crea una mezcla de aguas frías y cálidas que ha facilitado la llegada y asentamiento de especies de distintas regiones del océano Pacífico, convirtiendo a la reserva en un santuario marino de gran importancia. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

La presencia de montañas submarinas y afloramientos de nutrientes, provocados por la corriente submarina de Cromwell, genera una abundancia notable de plancton, que sirve de alimento para aves marinas, lobos marinos y especies difíciles de observar en otras partes del mundo, como ballenas, tiburones y tortugas marinas.

La reserva incluye sitios de buceo muy reconocidos, donde se pueden ver grupos de tiburones martillo, enormes tiburones ballena y mantarrayas, así como arrecifes de coral y peces de todos los colores.

 

Historia de las áreas protegidas de Galápagos

El Parque Nacional Galápagos, establecido en 1959, cubre un área de 8,000 km², lo que representa el 97% de la superficie terrestre del archipiélago. Este parque es mundialmente famoso por su biodiversidad única, albergando especies animales y vegetales exclusivas, además de una geología activa que lo convierte en un ecosistema singular.

La Reserva Marina de Galápagos, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en 2001, inicialmente abarcaba 133,000 km², siendo una de las mayores reservas marinas del mundo. En 2022, se creó la Reserva Marina Hermandad, ampliando el área protegida a 198,000 km². Esta expansión incluye una zona de 30,000 km² sin actividades extractivas y otra de pesca responsable de 30,000 km². La reserva protege ecosistemas marinos cruciales, resguardando el área de convergencia de diversas corrientes oceánicas que sustentan la biodiversidad marina del archipiélago, desde tiburones martillo y ballenas hasta tortugas marinas y cientos de especies de peces.

 

Vida Submarina en Galápagos

La reserva marina de Galápagos abarca una extensión submarina de aproximadamente 2000 kilómetros cuadrados y alberga cerca de 3000 especies marinas. De estas, el 18% son endémicas, lo que significa que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Este ecosistema incluye más de 400 especies de peces endémicos, así como:

  • pingüinos,
  • leones marinos,
  • tortugas,
  • iguanas marinas,
  • ballenas y
  • delfines de Galápagos.

La Fundación Charles Darwin estima que aún hay miles de especies por descubrir en las profundidades de las aguas de las islas e islotes.

La biodiversidad submarina de las Galápagos es impresionante y variada. Entre las especies más destacadas se encuentran los tiburones martillo, las mantarrayas, los pingüinos de Galápagos, las tortugas marinas y los leones marinos. Además, se han registrado más de 400 especies de peces endémicos, lo que resalta la singularidad de este ecosistema. Desde 1994, la Fundación Charles Darwin, en colaboración con la Dirección del Parque Nacional Galápagos, ha llevado a cabo estudios detallados, documentando más de 92,000 ocurrencias de peces, macroinvertebrados y organismos sésiles.

Las corrientes oceánicas que convergen en los Archipiélagos de Galápagos crean un ecosistema marino único con una gran variedad de hábitats. La mejor época para explorar la vida marina de las Galápagos es durante la estación cálida, de enero a mayo, que coincide con la temporada de incubación de las tortugas de Galápagos

 

Conservación

La preservación de los ecosistemas marinos de las Galápagos es esencial para mantener su biodiversidad única. Los esfuerzos de conservación abarcan la regulación del turismo, la pesca sostenible y la protección contra especies invasoras. La investigación científica es fundamental en estos esfuerzos, proporcionando datos cruciales para desarrollar estrategias de conservación efectivas. Por ejemplo, los estudios sobre los impactos de fenómenos climáticos como El Niño y La Niña ayudan a comprender cómo estos eventos afectan la vida marina y permiten prever cambios futuros.

 

Conservación de la Tortuga de Galápagos

La icónica tortuga gigante de Galápagos ha enfrentado problemas desde la llegada de los primeros humanos a las islas, cuando los balleneros las cazaban para alimentarse e introdujeron cabras salvajes que destruyeron sus hábitats y se apoderaron de sus fuentes de alimento. Algunas especies de tortugas, como las de las islas Santa Fe y Pinta, ya están extintas, mientras que otras poblaciones están amenazadas y en declive.

El proyecto de la Estación de Investigación Charles Darwin en la isla Santa Cruz alberga el Centro de Crianza Fausto Llerena. Aquí, las crías de tortuga gigante de Galápagos se crían hasta alcanzar la madurez y se liberan de forma segura en la naturaleza, sin riesgo de depredación, ayudando a restaurar las poblaciones de tortugas a niveles más saludables. Se han establecido centros de cría similares en las islas Isabela y San Cristóbal, todos abiertos al público para crear conciencia y recaudar fondos para la conservación.

La isla Santa Fe se ha convertido en una historia de éxito notable. En 2015 y 2017, la Iniciativa de Restauración de Tortugas Gigantes liberó tortugas juveniles en la naturaleza. Las visitas recientes a la isla han revelado que la población está prosperando, y se planea otra liberación en los próximos años.

 

Conservación del Pingüino de Galápagos

El pingüino de Galápagos es una criatura inusual, adaptada a las frías aguas de la Antártida, pero que ha encontrado su hogar en el cálido Océano Pacífico ecuatorial. Actualmente, el pingüino está en la lista de especies en peligro de extinción, especialmente después de los años de El Niño, cuando las condiciones climáticas extremas elevaron la temperatura del mar, redujeron la disponibilidad de alimentos y disminuyeron la población de pingüinos en un 60%.

La invasión de los nidos y la falta de espacios adecuados también afectan el tamaño de la población de pingüinos. Con el tiempo, los nidos tradicionales se han erosionado o han sido ocupados por otras especies como la iguana marina.

La Dra. Dee Boersma de la Universidad de Washington, en colaboración con Galapagos Conservancy, inició un proyecto en 2010 que ha tenido un impacto positivo en el aumento de la población de pingüinos. Se construyeron más de 200 nidos artificiales en Fernandina, Bartolomé y Elizabeth Bay (Isabela). Estas tres islas son lugares de apareamiento y sitios donde los pingüinos de Galápagos se pueden observar con frecuencia.

En múltiples visitas a los sitios de nidos artificiales, la Dra. Boersma encontró un aumento en los pingüinos jóvenes, una señal positiva de que las cosas están mejorando. En una visita, después de la erupción del volcán Sierra Negra en Isabela, descubrió que los nidos se estaban utilizando con éxito y que la lava había creado nuevas áreas para que los pingüinos construyan sus propios nidos más fácilmente.

 

Compromiso con la Sostenibilidad de Galápagos

Galápagos Conservancy aplaude los esfuerzos constantes de la Dirección del Parque Nacional Galápagos para preservar estas áreas protegidas, garantizando su conservación a largo plazo y estableciendo un modelo ejemplar en la gestión de ecosistemas vulnerables a nivel mundial.

A lo largo de los años, hemos observado tanto los desafíos como los éxitos en la protección de este invaluable tesoro natural. Nuestro compromiso sigue firme en apoyar iniciativas que fomenten la investigación científica, el uso responsable de los recursos ambientales de Galápagos y las actividades esenciales que permitan una convivencia armoniosa entre el ser humano y la naturaleza.

Nos sentimos honrados de contribuir al legado de Galápagos como un santuario incomparable de vida silvestre. Agradecemos profundamente el apoyo continuo de nuestros generosos donantes y socios estratégicos, cuyo compromiso hace posible nuestra misión. Es crucial destacar el papel fundamental de las áreas protegidas de Galápagos, donde nos dedicamos a la conservación de su biodiversidad y ecosistemas únicos.

 

Conservación Marina de Galápagos

La Reserva Marina de Galápagos, creada en 1998 y ampliada en 2016, protege vastas áreas oceánicas alrededor de las islas, incluyendo las islas Darwin y Wolf. Estas aguas son un refugio para tiburones y ballenas, con la mayor biomasa de tiburones del mundo, lo que subraya la importancia de protegerlas de la pesca ilegal.

Investigaciones pioneras, como las del Galapagos Island Trust y la Fundación Charles Darwin, están revelando nuevos datos sobre los hábitos de los tiburones ballena y otros tiburones. Estos estudios son esenciales para entender y proteger a estas especies en peligro de extinción, especialmente ante la amenaza de la pesca ilegal.

Las expediciones financiadas por Lindblad-National Geographic Fund también están ayudando a monitorear los movimientos de los tiburones, proporcionando información crucial para la conservación. La lucha contra la pesca ilegal es vital para preservar la biodiversidad única de Galápagos y asegurar un futuro sostenible para estas especies marinas.

 

Control de Especies Invasoras en Galápagos

Los primeros colonos introdujeron especies que desestabilizaron el delicado equilibrio del ecosistema. Plantas como los arbustos de moras, junto con perros, gatos, ratas y cabras, se reproducen rápidamente, destruyendo la flora nativa, alimentándose de los huevos de especies endémicas y afectando la vegetación hasta el punto de alterar críticamente la cadena alimentaria.

En tierra, tanto organizaciones como individuos están logrando avances significativos para eliminar las especies invasoras mediante medidas innovadoras y, en ocasiones, drásticas. Por ejemplo, el arbusto de moras se ha propagado extensamente en las islas, y pequeños insectos como las moscas han contribuido a la disminución de animales endémicos.

Las cabras salvajes han causado daños considerables. Se estima que el 65% de los animales fueron afectados por los hábitos alimenticios de las cabras. En 1997, se lanzó el Proyecto Isabela, en colaboración con Galápagos Conservancy, para erradicar cabras, cerdos y burros y restaurar los hábitats a su estado original. Durante 9 años, se eliminaron 250,000 cabras de las islas. Al finalizar el proyecto en 2006, los ecosistemas comenzaron a recuperarse y especies como la tortuga volvieron a prosperar, restableciendo el equilibrio y permitiendo que los animales florecieran en el paisaje volcánico.

 

Turismo Responsable

El turismo en las Islas Galápagos se gestiona con gran cuidado para reducir al mínimo su impacto ambiental. Actividades como el esnórquel y el buceo se llevan a cabo bajo estrictas regulaciones para proteger la vida marina. Los cruceros turísticos a menudo cuentan con secciones de vidrio transparente, permitiendo a los visitantes observar la vida submarina sin perturbarla. Además, el período ideal para explorar la vida marina es de enero a mayo, cuando las aguas son más cálidas y coincide con la temporada de incubación de las tortugas.

En resumen, los ecosistemas marinos de las Galápagos son un valioso tesoro de biodiversidad que requiere esfuerzos continuos de conservación para mantener su riqueza única. La combinación de investigación científica, regulación del turismo y prácticas sostenibles es crucial para asegurar que las futuras generaciones puedan disfrutar de este maravilloso entorno natural.