Desorden Público pidió en la Diego Ibarra que cambiaran a los ladrones

Disgusto fue lo que causó el sábado Desorden Público entre algunas personas en el Festival Latinoamericano de Música Suena Caracas cuando interpretó canciones en contra de la corrupción.

Fue unísono el buen recibimiento que hubo en la plaza Diego Ibarra al comenzar con “Esto es ska” y “Mal aliento”. Los matices se notaron cuando Horacio Blanco presentó una pieza del próximo disco. “Le planta cara al tema de la corrupción. Es la verdad, estamos todos tan de acuerdo en que hay que plantarle cara a la corrupción”, dijo el cantante antes de “Todo está muy normal”, que en una de sus partes dice: “Si nos van a seguir robando/ al menos cámbiennos los ladrones”.

Cuando Blanco hablaba en la introducción del tema, Ávila TV cortó temporalmente la transmisión para retomarla segundos después. VTV no la interrumpió.

El cantante miraba de un extremo antes de fijar los ojos en el toldo ubicado en una de las terrazas del CNE, donde los privilegiados de la nomenclatura oficial veían las presentaciones. En los conciertos del socialismo hay unos más iguales que otros —diría George Orwell—. Ahí nadie se mojaba por la lluvia ni corría el riesgo de caerse por caminar calles con alcantarillas defectuosas.

Desorden Público dio un show que rompió con la cordialidad de las bandas anteriores (Palmeras Kaníbales, Los Que Rezan y Zapato 3), que agradecían al público por venir y a Fundarte por invitar. Una excepción fue la de Campesinos Rap, que instó a sembrar en el país y no importar alimentos.

“Todo está muy normal” fue el primero de un repertorio incómodo. “Son unos asquerosos escuálidos, pero suenan bien”, dijo un hombre luego de que se escuchara “El poder emborracha”, que por primera vez tocaron en vivo con Rubén Albarrán de Café Tacuba, invitado para esa pieza en Los contrarios (2011).

“Llora por un dólar” sirvió para que Blanco se refiriera irónicamente a la buena suerte de aquellos que se llevaron 25 millardos de dólares a través de empresas de maletín, como denunció Jorge Giordani hace un año.

No eran pocos los que celebraban esos comentarios, pero otros los desaprobaban, e incluso algunos no volvieron a cantar. Otros no se resistieron a clásicos como “Tiembla” y “Canto popular de la vida y muerte”, a los que se le añadieron los cuatros de C4 Trío, invitados también. “Políticos paralíticos” fue la ausente de la noche. El bajista fue Gustavo Márquez, en sustitución de Caplís, que se negó a participar.

En las redes sociales Desorden Público fue trending topic. Al igual que frente a la tarima, las opiniones estuvieron divididas entre los que piensan que fue un insulto a los organizadores y los que dicen que fue un desagravio y esperan que la banda no se retracte.

Café Tacuba fue la penúltima agrupación. Se bajaron de la tarima a la 1:15 am luego de interpretar casi los mismos temas del concierto de 2013 en Plaza Venezuela. La lluvia arreció, pero pocos se fueron. Querían escuchar a Cultura Profética. Hoy en la plaza es el turno de la gaita.