Siempre que hay actividad volcánica en el Popocatépetl, uno de los volcanes más grandes de México y, sin duda, el más popular y peligroso, los mitos en torno a los usos de la ceniza comienzan a recorrer las redes sociales. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

Y es que, casi siempre, la aparición de ceniza volcánica en los pueblos aledaños a “Don Goyo” o incluso en la Ciudad de México, suele ser más un problema que otra cosa. A pesar de esto, hay personas que buscan sacarle ventaja y encuentran usos varios en el material que expulsa el volcán.

Cabe mencionar, que muchas veces la ceniza del Popocatépetl termina por comercializarse, ya sea como un recuerdo o incluso por supuestas propiedades que tiene. Aquí te contamos acerca de la realidad de los beneficios que tiene la ceniza volcánica, y aclaramos dudas sobre sus propiedades como exfoliante facial.

La ceniza volcánica, aunque puede ser vista como un producto perjudicial de las erupciones volcánicas, también posee ciertas bondades, especialmente en campos como la agricultura y la industria.

En la agricultura, la ceniza volcánica puede enriquecer los suelos con minerales que son esenciales para el crecimiento de las plantas. Contiene elementos como el fósforo, el magnesio, el potasio y el calcio, que pueden mejorar la fertilidad del suelo. Además, su textura porosa ayuda a retener agua, lo que es beneficioso para los cultivos en regiones particularmente áridas.

Por otro lado, la ceniza volcánica ha encontrado aplicación en la fabricación de materiales de construcción livianos y resistentes, como bloques de cemento y ladrillos. Su naturaleza abrasiva la hace útil para procesos de limpieza y pulido. También se utiliza en la elaboración de cementos pozzolánicos, que son materiales de construcción sostenibles que reducen la emisión de dióxido de carbono.

A pesar de sus beneficios, es importante gestionar cuidadosamente la utilización de ceniza volcánica para evitar impactos ambientales negativos, como la alteración de ecosistemas locales debido a la deposición masiva.

La ceniza volcánica se ha utilizado como exfoliante en productos de cuidado personal gracias a sus propiedades únicas. Su textura fina y abrasiva permite remover las células muertas de la superficie de la piel, lo que facilita la renovación celular y mejora la textura general de la piel. Esta capacidad exfoliante ayuda a limpiar profundamente los poros, reduciendo la aparición de puntos negros y acné.

Además, la ceniza volcánica contiene minerales como el silicio, el cual es conocido por su capacidad para estimular la producción de colágeno, dando como resultado una piel más firme y elástica. Otros minerales presentes, como el azufre, tienen propiedades antisépticas y antimicrobianas que pueden ayudar en el tratamiento de problemas cutáneos.

Es importante señalar que, aunque la ceniza volcánica puede ser beneficiosa para el cuidado de la piel, su uso debe ser moderado y adecuado para el tipo de piel para evitar irritaciones. Además, es fundamental que los productos que contienen ceniza volcánica como exfoliante cumplan con los estándares y regulaciones de seguridad para el cuidado personal.

Nunca uses la ceniza volcánica directamente en tu piel y consulta a un dermatólogo profesional para que pueda orientarte en caso de que necesites utilizar un producto con dicho ingrediente en su preparación.