¿Cómo evitar el robo de identidad en las redes sociales?
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El robo de identidad en las redes sociales es uno de los delitos virtuales más comunes en estos tiempos
No hay dudas de que la esencia de las redes sociales es la de compartir información. Sin embargo, publicar demasiados datos personales podría convertirse en un problema, sobre todo si tenemos en cuenta que los estafadores actúan cada vez con mayor sofisticación.
El robo de identidad en las redes sociales es uno de los delitos virtuales más comunes en estos tiempos, y puede traer consecuencias muy graves para los usuarios particulares y también para las empresas. Pero ¿cómo evitar ser víctima de un robo de identidad?
Robo de identidad: ¿qué es?
Un robo de identidad ocurre cuando un ciberdelincuente accede a la cuenta de otra persona, por lo general en una red social, y se hace pasar por ella con diferentes objetivos. La suplantación de identidad es solamente el primer paso para un hacker; a partir de ahí, podrá cometer otros delitos y estafas por internet. Una vez que suplanta la identidad de su víctima, un ciberdelincuente puede:
- Enviar mensajes a contactos de la víctima para solicitar favores o que le transfieran
- dinero a una cuenta de banco ante supuestas emergencias.
- Realizar compras online mediante información bancaria que la víctima guarda en la red social.
- Robar información que la víctima no ha compartido públicamente, pero que se encuentra subida a la red social, como fotos o videos, para realizar un «secuestro de datos» y pedir dinero a cambio de su liberación.
Robo de identidad en pequeñas empresas
Si bien la suplantación de identidad es muy frecuente en plataformas importantes, como Facebook, Twitter e Instagram, también es un problema importante en sitios web que pertenecen a pequeñas y medianas empresas, como comercios electrónicos y otros negocios.
Para evitar que los hackers suplanten la identidad de sus clientes, estas empresas pueden recurrir a programas que detecten automáticamente clientes de alto riesgo, que son usuarios que, entre otras señales, tienen muchas cuentas diferentes en una misma plataforma. Identificar a un usuario de alto riesgo rápidamente es clave para evitar que cometa un ciberdelito.
Fraude de identidad: algunas estadísticas
El informe de fraude de identidad desarrollado por Javelin Strategy & Research y publicado en abril de 2022 da cuenta de que la suplantación de identidad es un problema enorme: solo en 2021, afectó a 42 millones de personas. Según detalla el estudio, una de las principales causas del crecimiento de este fraude tiene que ver con el aumento de la cantidad de personas utilizando internet a raíz de la pandemia, algo que dio a los delincuentes muchas más oportunidades para obtener datos personales de sus víctimas.
El mismo estudio asegura que los usuarios de redes sociales tienen un 30 % más de posibilidades de verse afectados por el fraude de identidad. Quienes poseen cuentas en Facebook, Instagram y Snapchat son las víctimas más probables, con un riesgo 46 % mayor.
¿Qué hacer contra el fraude de identidad?
Los estafadores recurren a técnicas cada vez más cautas para evitar ser descubiertos por sus víctimas y por las autoridades; de hecho, durante 2022 se vivió un año de verdadero crecimiento en las estafas virtuales. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya nada que hacer al respecto. A continuación, veremos algunos consejos que tanto las empresas como los usuarios particulares pueden seguir para evitar ser víctimas del fraude de identidad.
1 – Cerrar siempre las sesiones en las redes sociales
Un error común, sobre todo en entornos laborales, bibliotecas, cafeterías u hoteles, es dejar una sesión abierta en un dispositivo que no es propio. De esta forma, un estafador puede acceder fácilmente a una cuenta privada.
2 – Utilizar contraseñas seguras
La contraseña más utilizada del mundo es «123456». Otras claves que se usan comúnmente son «password», «qwerty» o «111111». Esta es, lamentablemente, una excelente noticia para los ciberdelincuentes, porque significa que tienen muchas más posibilidades de acceder a una cuenta que no les pertenece simplemente probando unas cuantas opciones.
Los especialistas en ciberseguridad recomiendan siempre crear contraseñas robustas y seguras. Una contraseña fuerte debe cumplir las siguientes características:
- Longitud
- Caracteres especiales
- Mayúsculas y minúsculas intercaladas
- No remitir a ningún dato personal, como dirección o teléfono
- Que no sea la misma contraseña utilizada en otras plataformas
3 – Configurar la privacidad
Por desconocimiento, muchos usuarios de las redes sociales dejan como “públicos” algunos datos sensibles, como direcciones, números de teléfono, fechas de nacimiento e incluso números de seguridad social o documentos personales. Un estafador podría tener acceso a estos datos y utilizarlos para extorsionar a la víctima o para suplantar su identidad. Por ello, lo ideal es recurrir a las opciones de configuración que ofrecen las redes sociales y ocultar toda la información sensible para el ojo público.
4 – Desconfiar de los perfiles nuevos
Muchos estafadores crean perfiles falsos y envían solicitudes de amistad a sus potenciales víctimas. Algunas de las señales que nos dicen que se trata de un perfil falso son fotos demasiado genéricas y perfiles sin mucha información o que han sido creados recientemente. Si llega una solicitud de amistad de un perfil de este tipo, lo mejor que podemos hacer es rechazar la invitación y denunciar el perfil.
5 – No compartir demasiada información
Más allá de que las redes sociales han sido concebidas para compartir pensamientos, fotografías, videos y otros elementos, es importante elegir a conciencia qué subir y qué no. Por ejemplo, si compartimos fotografías de nuestras vacaciones, tendremos que evitar subir fotos de nuestro pasaporte, que puede contener información personal. En otras palabras: es necesario utilizar el criterio y ser muy precavidos sobre lo que cargamos.
Conclusión
A medida que más esferas de nuestra vida se vuelcan hacia el ámbito digital, la ciberdelincuencia también crece. De hecho, los expertos consideran que estamos frente a una verdadera profesionalización de las estafas virtuales, ya que las técnicas a las que recurren los delincuentes son cada vez más sofisticadas.
Sin embargo, esto no significa que no se pueda hacer nada al respecto. Al contrario: ante el avance de la ciberdelincuencia, es importante redoblar los esfuerzos en seguridad. Para ello, es clave que conozcamos de qué manera podrían querer estafarnos y cómo reaccionar ante estas alarmas.