Cómo es la ITV de los coches eléctricos

Cómo es la ITV de los coches eléctricos

Cómo es la ITV de los coches eléctricos. Teniendo en cuenta que los coches eléctricos no emiten partículas contaminantes, que es una de las pruebas que más se falla en la ITV, quizás te hayas preguntado qué tiene de diferente la Inspección Técnica de Vehículos con respecto a los coches de combustión. Vamos a contarte todas las diferencias y pruebas específicas. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.

Los vehículos eléctricos tienen que tener un mantenimiento en orden para ser seguros y es por ello que no están exentos de pasar la ITV. Sin embargo, hay ciertos cambios en las pruebas a las que son sometidos, tanto omitiendo algunas de las de los coches de combustión, como enfocándose en algunos puntos específicos para EVs.

Inspección Técnica de Vehículos en eléctricos

A grandes rasgos, los coches eléctricos tendrán el mismo tratamiento en la ITV que si fueran híbridos, híbridos enchufables o de combustión, salvo algunas pruebas de las que estarán exentos. Esto quiere decir que su primera inspección técnica tendrá que pasarse a los 4 años, de ahí en adelante cada dos, una vez el vehículo llegue a los diez años deberá pasar una inspección anual, etc.

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A priori, no existe un protocolo concreto en la reglamentación para este tipo de vehículos. De esta forma, se sobreentiende que serán los mismos puntos a comprobar que en el resto de vehículos. Básicamente, carrocería, luces, neumáticos, dirección, suspensiones y frenos. Como es lógico, a los vehículos eléctricos no se les someterá ni a prueba de ruidos ni de emisiones contaminantes.

Diferencias con la ITV de coches de combustión

La primera diferencia es la exención de pruebas de emisiones por la propia lógica del motor eléctrico. Por sus características, los coches eléctricos no deberán someterse a la revisión de emisiones, siendo esta una de las pruebas que por lo general acumula más fallos en los coches convencionales. Al ser eléctrico el único ruido que emite es el del rozamiento de las ruedas con el asfalto, así que esa prueba también se omite.

Aunque tardes menos tiempo en pasar la ITV porque hay menos piezas mecánicas que revisar, el precio va a ser el mismo que si tuvieses un coche de gasolina (el diésel es unos 15 euros más caro de media), aunque ya sabes que los precios no son fijos en todas las estacione de revisión, por lo que puede que encuentres alguna que premie a los EVs.

Otra diferencia con una ITV convencional es la revisión del propulsor y la caja de cambios. La gran mayoría de vehículos eléctricos no tienen la habitual transmisión de los de combustión interna, por lo que se hace una pequeña adaptación de la prueba de motor, al no tener los eléctricos automáticos ni embrague ni caja de cambios. En los vehículos en los que sea posible, se someterán al examen de los técnicos el circuito de cableado, comprobando que la toma de la carga del vehículo no esté suelta y sea accesible, y el estado de la batería.

Por el contrario, hay un par de puntos en los que se hace una revisión más concienzuda todavía que en la del vehículo de combustión. Por un lado, uno de los aspectos importantes en la ITV de eléctricos es el control de desgate de neumáticos. Al cambiar la tracción del vehículo, el desgaste de las gomas puede ser muy diferente respecto a los vehículos de combustión.

Otro fallo que se suele detectar comúnmente en los vehículos eléctricos son defectos en los discos de freno. Se trata de una avería muy común en este tipo de vehículos dado que se usan con mucha menos frecuencia que en los vehículos térmicos al recuperar energía cuando el coche deja de acelerar.