Adrián Gabbarini: su devoción por la virgen, La Bombonera y Antonio Valencia

Cada vez que Adrián Gabbarini llega al arco, va hacia un costado y apoya una estampita de la Virgen de Luján. Es una tradición de los argentinos católicos y, sobre todo, de los bonaerenses. Él es mendocino, pero cada vez que llega a la provincia más poblada del país toma la Ruta 7. Para el arquero de Liga de Quito es parte de su religión. No la búsqueda azarosa de alguna suerte. Para ser bueno en su posición se prepara incansablemente. Por estos días, para la serie de cuartos de final contra Boca, sabe que tendrá que estar en su mejor nivel porque -lo asume- no son los favoritos de la serie.

– ¿Es una cábala la estampita?

– No es una cábala. No la llevo porque vamos a ganar. Es una forma de vida que tengo. Siempre me acompaña. Mi primera hija nació hace dos meses. Se llama Oriana Luján. El nombre se lo puse por una promesa que le hice. Es mi religión, más que una cábala. Porque no vamos a ganar por eso.

– ¿Desde cuándo hacés eso de llevar la estampita y dejarla a un costado?

– Siempre. Desde que empecé a jugar en inferiores llevo la estampita al lado del arco. Es una virgen de Argentina, entonces les llama mucho la atención acá en Ecuador.

– Suele haber una caminata muy tradicional en Buenos Aires hasta la Catedral de Luján, ¿alguna vez la hiciste?

– No tuve la posibilidad. Pero, mientras viví en Buenos Aires, cada dos meses iba hasta la catedral. Agarraba la Ruta 7 y me iba hasta allá.

– Hablando de tradiciones, jugarán en La Bombonera, ¿te preguntan tus compañeros por lo que es esa cancha?

– Se pregunta. Muchos no tuvieron la posibilidad de haber jugado. Por ahí te preguntan cómo es la cancha, cómo es la gente, todo lo que representa lo que es la Bombonera. Pero no deja de ser algo anecdótico. Adentro de la cancha es 11 contra 11. La serie dura 180 minutos y el partido fundamental es acá en Quito.

– ¿Cómo te fue en La Bombonera?

– Me ha tocado ir varias veces en la Bombonera. Gané, perdí, empaté. Es más lo que se genera en el mundo Boca, la repercusión. Como te dije y le digo a mis compañeros: adentro de la cancha somos 11. Más allá de la jerarquía del plantel y de su cuerpo técnico. Lo especial es cómo se vive el fútbol argentino en general. La cancha de River, la de Racing, la de Independiente o la de San Lorenzo también te hacen sentir que verdaderamente sos visitante. Como nos pasó en Paraguay, donde fuimos visitantes (contra Olimpia en octavos de final).

– ¿Qué tan fundamental es la altura de Quito para jugar?

Yo creo que mucha importancia no tiene la altura si no tenés un equipo preparado para saber jugar. En la altura, en nuestra cancha, que es una cancha rápida, va a ser un partido diferente. El estadio lleno da otro marco. Somos un equipo preparado para esto. Nos hemos acostumbrado a jugar este tipo de partidos desde el año pasado. Este año también. Nos tocó el grupo más difícil de la Copa. Vino Flamengo. Vino Peñarol. El equipo siempre estuvo en la circunstancia. Pudimos clasificar. Nos tocó un equipo de Olimpia, tricampeón del fútbol paraguayo, que juega muy bien y pudimos pasar.

– ¿Quién es favorito contra Boca?

– No somos favoritos porque Boca es lo que es y tiene muchos jugadores, pero nosotros somos un equipo que le vamos a dar pela. Me tengo mucha confianza y mucha fe. Estamos en una Copa Libertadores que es muy difícil por la calidad de jugadores que hay. Por los presupuestos que se manejan, corremos en desventaja.

– ¿Qué tanto pesa la Libertadores en Liga de Quito?

– Es un club similar a Independiente. Un club enorme acá en Ecuador. Es el club más conocido por el hecho de lo que ganó. Ningún equipo ecuatoriano pudo levantar títulos a nivel internacional. Liga tiene cuatro. La gente de liga no sólo se conforma con jugarla. Ya te exige ganarla.

– ¿Cómo es compartir plantel con Antonio Valencia?

– Antonio te exige en todo momento. Es una persona que tiene su historia. Es un referente del fútbol ecuatoriano. Ningún otro futbolista ecuatoriano ha tenido la carrera que él hizo. Eso para los más jóvenes es muy importante. Es un reflejo. Es una persona que no es de expresarse mucho, pero su forma de entrenar y de ser para todos es un ejemplo. Hace poco que está con nosotros. Es fundamental para competir en este tipo de copas y en este tipo de partidos.

Fuente: Conmebol.com