Cada sábado, de 09:00 a 11:00, entre ocho y diez estudiantes de segundo de bachillerato del colegio Monte Tabor asiste al asilo Hogar Corazón de Jesús para realizar alguna actividad de entretenimiento con las adultas mayores del lugar.

Hacen bingos, lecturas animadas, dinámicas de grupo, juegos, presentaciones musicales y sketches en los que utilizan creativos disfraces.

Ellos son los protagonistas de Narices Rojas, un proyecto que se realiza desde hace cinco años como un CAS (Creatividad, Acción y Servicio), que es un componente del programa de Bachillerato Internacional que tiene la institución educativa, que contempla que los colegiales se involucren en acciones de ayuda social.

“Siento alegría porque los chicos me hacen recordar tiempos pasados, jugamos con ellos como si fuéramos niños, con momentos así uno vuelve a nacer”, asegura Judith, paciente del asilo.

Las adultas mayores reciben visitas de diferentes colegios y aunque cada uno realiza actividades distintas según su programación, en algunos casos muy esporádicos, se integran.

Eso fue justamente lo que sucedió en una de las recientes visitas en las que el grupo del Monte Tabor había preparado una presentación musical a la que se sumaron estudiantes del colegio fiscal Dolores Sucre. Juntos entonaron canciones de Julio Jaramillo, siendo una de las favoritas Guayaquileña.

“Es una experiencia muy enriquecedora venir y dar parte de nuestro tiempo a personas que no siempre tienen con quien pasar un rato, para hablar. Las acompañamos y les sacamos una sonrisa”, dice Anabel Martínez, del Monte Tabor.

Amiley Noa, coordinadora de CAS, explica que este tipo de proyectos son financiados por autogestión de los estudiantes a través de la venta de dulces, tómbolas, servicios a la comunidad donde residen, etcétera.

Este proyecto estará vigente hasta enero del 2020. (I)