Buenos Aires va quedando desolado

Buenos Aires –

Buenos Aires va quedando abandonado. Del bullicio que generaban extranjeros y nacionales que laboraban en las minas ilegales de la zona, la cabecera parroquial pasó a un silencio incómodo.

La salida de los foráneos se acentuó ante el anuncio de que se iniciaría un proceso de censo desde el sector de la Y hasta el poblado de Buenos Aires, para determinar las personas que no son residentes permanentes.

En los últimos días, los mineros ilegales han tomado los buses que tenían como destino la terminal terrestre de Ibarra, en Imbabura. Estos transportes fueron ofrecidos por el Ministerio del Interior para quienes decidían, desde el primer día que arrancó la operación Nuevo Amanecer, abandonar la zona de forma voluntaria.

Con unas hojas de registro en la mano, agentes de policía iniciaron una revisión de cada una de las edificaciones del poblado y constataban los documentos de quienes decían ser oriundos de Buenos Aires. En el último censo se definió que en esta parroquia de Urcuquí vivían de forma permanente poco más de 1.800 personas.

De casas particulares convertidas en pensiones, hoteles y hostales salían extranjeros de diferentes nacionalidades. Los agentes les señalan que como parte del estado de excepción la decisión es que quienes no son del lugar deben abandonar inmediatamente el poblado.

Uno de los propietarios de un hotel que no tiene ni seis meses de estar funcionando indicó: “Se acabó la bonanza y de esta ya no hay otra”.

Mientras, ayer, 120 policías tácticos del GIR, GOE y UMO y 120 policías investigativos realizaron las pericias técnicas en la parte alta de las minas de Buenos Aires y el rastreo de posibles cuerpos enterrados en ese lugar. (I)